¿Cuál es la mejor formación para explotar a Zion Williamson?

Author Photo
zion-williamson-102720-ftr-getty.jpg

En todo orden, para que la teoría se lleve a la práctica se debe contar con los intérpretes correctos. El básquet y la NBA en particular no es la excepción. Es muy fácil pretender copiar las fórmulas de la alineación de la muerte de Golden State, recrear el juego bonito del mejor San Antonio o tomar el molde defensivo que dejaron los Lakers en la 2019-2020. Pero sin los intérpretes que potenciaron a esos conjuntos... se complica.

El caso New Orleans Pelicans es un ejemplo claro. Al ver las características físicas y técnicas de Zion Williamson, es normal que inmediatamente especulemos con formaciones pequeñas con el ex de Duke rodeado por tiradores y perimetrales. Después de todo, Zion tiene la suficiente potencia como para compensar su falta de estatura en la lucha defensiva en la pintura y a la vez, la explosión para dejar atrás a prácticamente cualquier pivote que se le ponga en frente.

Si los Warriors tuvieron éxito con Draymond Green como cinco y los Rockets también supieron tener sus pasajes destacados con PJ Tucker en ese puesto, ¿por qué no imaginar a Zion en un esquema similar? Y es ahí, cuando nos acercamos a esa conclusión que parece lógica, donde la teoría y la práctica se separan.

zion-williamson-102720-ftr-getty.jpg

El problema con esa fantasía de Zion rodeado por cuatro perimetrales es muy sencillo: mientras Green y Tucker son de los mejores defensores de la liga, Williamson se encuentra exactamente del otro lado del espectro. ¿Tiene la fuerza y la capacidad atlética para dominar en ese costado? Seguro, pero al menos como novato, estuvo muy lejos de hacerlo, mostrando graves problemas de fundamentos y peor aún, de concentración.

Que un atleta de su calibre haya promediado apenas 4,6 rebotes defensivos, 0,9 robos y 0,5 tapas por cada 36 minutos en cancha, lo dice todo. En comparación, hasta su compañero Nicolo Melli, quien no va a engañar a nadie en términos atléticos, tuvo una producción superior en los tres rubros: 4,9, 1,2 y 0,8. Decir que Zion fue uno de los peores defensores de la 2019-2020 no es una exageración, aún cuando su potencial hace que no podamos descartar un crecimiento en esa área.

Los números de los Pelicans confirman todo eso. Zion jugó 597 posesiones como pivote en la 2019-2020, durante los cuales su equipo recibió 112,7 puntos por cada 100 posesiones (percentil 37*), sin compensarlo con un ataque demasiado por encima de la media: rating de 111,4 tantos (percentil 54). Con Zion de cinco, la pintura de New Orleans fue una invitación abierta para cualquier rival que quisiera entrar, permitiendo un porcentaje de campo efectivo de 55,1% (percentil 22). Sin nada parecido a un buen protector de aro, es difícil frenar a cualquier ofensiva rival.

* El percentil hace referencia al rango en el que se ubica una cifra, en relación al resto. El percentil 1 sería la peor marca posible, percentil 50 una marca promedio y percentil 99 el valor más alto del grupo, en este caso, rating defensivo alrededor de la liga.

Visto eso, queda claro que al menos por ahora, usar a Zion de cinco está lejos de ser una fórmula que ofrezca garantías. Y a la vez, juntarlo con otro interior tirador como Melli tampoco dio buenos resultados: ni en defensa (percentil 33) ni en ataque (percentil 28).

¿Qué dio resultado? Juntarlo con un pivote defensivo como era Derrick Favors. Ahí, los números cuentan una historia muy diferente. Cuando los Pelicans juntaron a Zion con Favors fueron de los equipos más dominantes de la liga, con un Net Rating de +12,1 por 100 posesiones. Muy buenos en ataque (percentil 75) y todavía mejores en defensa (percentil 98). Todos los problemas que puede tener Williamson en la marca parecieron quedar compensados, cuando detrás tenía a una garantía como Favors.

En esas posesiones (nada menos que 817), el porcentaje de campo efectivo bajó del mencionado 55,1% a un excelente 49,6%. En otras palabras, al combinar a Zion y Favors, New Orleans se transformó en una de las mejores defensas de la competencia, sin perder nada en ataque.

El problema, claro está, es que recientemente Derrick Favors emigró de NOLA, regresando a Utah como agente libre. ¿Qué hicieron los Pelicans para reemplazarlo? Sumaron a Steven Adams, quizá el jugador más parecido al interior surgido de Georgia Tech que haya en la NBA. En teoría (en este caso no nos queda más que confiar en ella), el neozelandés debería ser capaz de sostener el éxito que tuvo New Orleans con ese esquema.

Más | Así están los planteles y las rotaciones de los 30 equipos para la temporada 2020-2021

Los números defensivos de Adams también colaboran a confiar en ello: en las siete temporadas que jugó en OKC, el Thunder tuvo un rating defensivo superior a la media con él en cancha, en cada una de ellas. Incluyendo cuatro campañas consecutivas (entre 2016 y 2019), en las que su defensa pasó del percentil 70. ¿Más simple? Cada vez que Adams estuvo en cancha, Oklahoma City tuvo un rendimiento de élite (o al menos muy bueno) en el campo propio. No hay motivo para imaginar que eso no pueda repetirse en New Orleans.

Y si a todo le sumamos la posible evolución de Williamson, más el haber reemplazado a Holiday con un defensor similar como Bledsoe (ambos muy buenos en ese costado), deberíamos pensar que al menos en lo que respecta a su formación inicial, los Pelicans deberían estar bastante por encima del puesto 19 con el que terminaron defensivamente en la 2019-2020. Sumar a un entrenador que pone muchísimo énfasis en ese costado como Stan Van Gundy, en lugar de un Alvin Gentry más focalizado en el ataque, también debería ayudar.

Claro que esto no significa que New Orleans tenga que olvidarse por completo de la opción de Zion de cinco. Pero si nos guiamos por la 2019-2020, lo que no debe hacer es quedarse en el medio: sus quintetos deberían rotar entre la combinación clásica con Adams, a formaciones directamente con cuatro perimetrales puros. Y es que mientras la dupla con Melli trajo muy malos resultados, diferente fue cuando juntaron a Williamson con externos.

En esos quintetos (básicamente tres guardias, Ingram de cuatro y Williamson de cinco), los Pelicans anotaron nada menos que 123 puntos por cada 100 posesiones (percentil perfecto de 99). En defensa sufrieron (rating de 110,8), pero fueron lo suficientemente productivos en ataque como para que no termine importando.

Más allá de que ese rating ofensivo de 123 sea probablemente insostenible en una muestra más grande (en este caso solo fueron 126 posesiones), no deja de marcar una realidad: en situaciones determinadas, en las que New Orleans quiera subir el ritmo de un partido o priorizar el ataque sobre la defensa, la alternativa estará ahí.

Pero mientras tanto, y aunque parezca ir en contra de las tendencias de la liga, seguir recurriendo al bully-ball con dos tanques como Zion y Adams sigue siendo la apuesta más segura.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.