Si sumamos lo hecho en la 2020-2021 con este arranque de la 2021-2022, no hay dudas de que el Utah Jazz lleva algo más de un año siendo el equipo más dominante de la liga. Al menos en lo que refiere a la Fase Regular. En ese acumulado entre ambas campañas, los dirigidos por Quin Snyder registran un Net Rating de +9,4. No solo representando el mejor número de la liga, sino que además dejando completamente atrás a sus perseguidores: LA Clippers llega segundo con un +6,2 y Philadelphia tercero con un +5,7.
Claro que cuando pensamos en Utah y su poderío, probablemente la primera imagen que se nos venga a la cabeza es la de su fortaleza defensiva, encabezados por un Rudy Gobert que año tras año termine entre los más votados para el DPOY... si es que no lo gana (ya lleva tres de esos premios). Pero si bien es cierto que los de Salt Lake City basan buena parte de su producción en su altísimo nivel en el campo propio, no hay que perder de vista que no solamente están a esa misma altura del otro costado de la cancha, sino que directamente son el ataque más eficiente de toda la competencia.
De nuevo, si sumamos los 72 partidos de la 2020-2021 a lo hecho en estas primeras semanas de la 2021-2022, el Jazz figura con el mejor rating ofensivo de la NBA: 117,9 puntos. Apenas por arriba de Portland (117,4) y de Brooklyn (117,2). En otras palabras, la ofensiva más eficiente de todo el torneo.
Utah terminó con el cuarto mejor ataque de la 2020-2021, pero ya ha subido un par de escalones en el comienzo de esta nueva campaña: se ubica segundo con un rating de 113,8 puntos. Apenas una décima por debajo de los Philadelphia 76ers (113,9). Y aunque es cierto que no han tenido el calendario más exigente en estos 11 juegos que han disputado (marca de 8-3), también es verdad que hay señales que apuntan a que no solo pueden mantener ese lugar de privilegio, sino incluso mejorarlo.
Porque he aquí el dato curioso: el Jazz está consiguiendo ser el segundo ataque más eficiente de la liga, aun cuando han empezado con el aro cerrado desde el perímetro, figurando 25° en cuanto a porcentaje de triples con un 32,4%. Algo especialmente relevante para un conjunto que es el tercero que más intenta de de tres: 42,1 triples por presentación.
La mejor (y la más utilizada) arma ofensiva de Utah todavía no está activada. Mitchell está en un 31,5% de tres, Clarkson en un 23,8%, Bogdanovic en un 31,7%... todos números que se espera que vayan subiendo con el correr de la Fase Regular. Y aún así, los tenemos peleando de cerca por ser la ofensiva más efectiva de la NBA. Una señal inequívocamente positiva, que nos hace pensar que una vez que se normalicen esos porcentajes, el Jazz tendrá un impulso aún mayor.
¿Cómo han conseguido compensar esa falta de acierto perimetral? Presentan el segundo mejor porcentaje en dobles de la liga (58,3%), son el cuarto que más rebotes ofensivos consigue (recuperan el 25,7% de sus tiros fallados) y todavía más importante, son el equipo que más libres anota por partido (19). Todas cuestiones en las que hay que destacar la labor de Rudy Gobert, aun cuando sus 14,6 tantos de promedio no digan demasiado: el francés está lanzando un 72% en dobles (4° mejor marca), baja 3,4 rebotes de ataque por partido (9° mejor marca) e intenta 7,3 libres por noche (6° mejor marca). Clave para sostener ese dominio del ataque, aún cuando los tiradores a su alrededor todavía no están con la mira calibrada.
Los de Snyder tienen una nueva prueba este jueves, recibiendo a los Indiana Pacers desde las 20 de la Ciudad de México y las 23 de Argentina, buscando no perderle pisada a los Warriors en lo más alto del Oeste. Y atención, porque podría tratarse de la ocasión perfecta para que los tripleros del Jazz empiecen a enderezar su rombo, enfrentando a un equipo de Carlisle que figura 25° en cuanto a porcentaje de tres permitido (37,2%).
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.