NBA Playoffs 2021: Trae Young, sus problemas físicos y un rendimiento al pase clave para Atlanta Hawks

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Trae Young es un jugador al que suele ser habitual verlo finalizar partidos con un alto volumen de tiros y unos porcentajes no todo lo brillantes que cabría esperar. Algo que sucedió en el Juego 4 entre Atlanta Hawks y Philadelphia 76ers y que finalizó con victoria por 103-100 de los de Nate McMillan, logrando empatar la serie 2-2. El 5 de 15 en tiros de 2, 3 de 11 en triples y 6 de 8 en tiros libres del base pueden haber arqueado más de una ceja al revisar las estadísticas, pero estos datos esconden una realidad más compleja. 

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Antes de arrancar el encuentro la situación con Young era todo un misterio. El jugador mostraba evidentes signos de dolor en su hombro derecho, con dificultad para ejecutar lanzamientos o finalizaciones. Un infortunio de última hora del que tuvo conciencia el propio Nate McMillan horas antes de que arrancase el duelo. "No tuve ningún informe de que tuviese una lesión, no se ha quejado en ningún momento", aseguró el técnico.

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La tensión, la fatiga acumulada y los reiterados contactos que el base ha ido recibiendo a lo largo de todos los Playoffs terminaron por pasarle factura en la parte más crucial de su juego como es el hombro, en concreto el derecho. Esta dolencia condiciona cualquier tipo de movimiento que requiera que él sea su finalizador, puesto que para lanzar o penetrar siempre va a sentir molestias, haciendo de sus intentos algo impredecible. Debido a esto, los 76ers tienen más opciones de poder ser agresivos en defensa, saltando al trap hacia su hombro lesionado para conducirlo al error. 

Una ventaja que Philly supo aprovechar en la primera mitad al firmar Young un 3 de 12 en tiros de campo, con 2 de 5 en triples, y habiendo errado sus dos intentos desde el libre, yéndose a vestuarios con un vendaje compresivo muy voluminoso.

Negado de cara al aro, Trae Young buscó una alternativa para poder seguir siendo útil para los Hawks pese a no poder producir puntos, encontrando la solución en el pase, conectando con sus compañeros y manteniendo al equipo en el duelo. Con un total de 9 asistencias y una única pérdida, el base de Atlanta fue el motor del ataque realizando un buen número de sus pases ayudado de su mano izquierda o directamente con las dos manos. 

"Falló tiros que normalmente anota y la bola no terminaba de entrarle", continuó McMillan. "Es un tipo duro. Estableció bien el tempo de partido para conseguir la victoria, algo que hizo pronto. Sus tiros al final acabaron entrando. Erró unos cuantos, y pudo haber sido consecuencia del hombro, pero esos mismos tiros que falló los terminó metiendo en la segunda mitad".

Probablemente tras recibir tratamiento en el vestuario durante el descanso, Young estuvo capacitado para poder rendir a un mejor nivel, siendo más preciso y teniendo un poco más de suerte en sus lanzamientos, los cuales terminaron marcando la diferencia para que los Hawks lograsen la victoria. 

#Young

Finalmente, la estrella de Atlanta finalizó con una gran línea estadística de 25 puntos, 4 rebotes, 18 asistencias y tan solo 2 pérdidas, aunque con 30,8% en tiros de campo. Independientemente de porcentajes, Young se convirtió en el primer jugador desde Tim Hardaway en 1991 en conseguir más de 25 tantos y más de 18 pases de anotación, siendo de paso el decimotercero en toda la historia de los Playoffs. De este modo, el base unió su nombre a una lista formada por leyendas de la talla de Magic Johnson, Jerry West, John Stockton u Oscar Robertson, entre otros.

A pesar de los evidentes problemas que Young arrastró durante todo el duelo en su hombro derecho, el texano quiso quitarle fuerza al asunto, restando importancia al dolor sufrido.  "No me estaba molestando. Simplemente estaba luchando. Sabiendo que me dolía un poco, estuve tratando de resolverlo y mantener el hombro caliente durante todo el partido. No culpo a mi brazo de mis disparos. Siento que tuve muchas buenas oportunidades. Los tiros simplemente no entraron", relató el joven de 22 años. "Fue por la adrenalina del momento. Ahora siento un poco más el dolor, mañana me dolerá más. Recibiré tratamiento. Durante el partido no sentí el hombro".

En el momento en el que Philadelphia detectó la dolencia de Young no cesaron en su empeño para lastrarlo, lo que forzó a otros a dar un paso al frente y terminó siendo clave ya que pudieron remontar una diferencia de 13 puntos al descanso, la máxima en Playoffs para los Hawks desde 1963 según ESPN. "Hicieron un gran trabajo siendo agresivos. Para mí no importa, es lo normal. Se trata de hacer la jugada correcta y encontrar el pase abierto. Es un poco lo que trataron de hacer, forzarme a que me desquitase de la bola", comentó Young. "Hemos estado luchando todo el año y este equipo nunca se rinde, no importa cuál sea el marcador durante todo el partido. Sabemos que es un encuentro largo. Para nosotros, fue simplemente mantener la cordura durante todo el partido".

Atlanta Hawks salvó una situación clave para empatar la serie y tener la oportunidad de volver a ponerse por delante ahora que la eliminatoria vuelve a Philadelphia. Con Trae Young a este nivel como líder y director de juego, da la sensación de que ni siquiera es necesario que tenga el día en el lanzamiento.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.