Atlanta Hawks 136 - Milwaukee Bucks 135
Unos Bucks, irreconocibles con la cabeza en los playoffs, rozaron la victoria en Atlanta. Pero se quedaron con la miel en los labios porque en los Hawks juega un menudo base sobrado de talento que responde al nombre y apellido de Trae Young. Fue él quien con un palmeo ganador decidió el partido en el último segundo de la prórroga.
De esta manera, unos irreconocibles Bucks se complican el objetivo de llegar a las 60 victorias, marca que no alcanzan desde el curso 1980-81. Necesitan tres victorias en los próximos cinco encuentros. El liderato (del Este y global) no peligra, pero sí se antoja más complicado el segundo reto dado el calendario que les espera a los de Budenholzer. Deben jugar aún dos partidos ante unos Nets que se juegan el pase a los Playoffs y otros ante unos Thunder que quieren evitar medirse en primera ronda a los Warriors.
Milwaukee se presentó en la mañana del domingo en Georgia con ocho bajas. Una lista formada, entre lesiones y descansos programados de cara al inicio de los Playoffs, por Giannis Antetokounmpo, Khris Middleton, Eric Bledsoe, Nikola Mirotic, Malcolm Brogdon o Pau Gasol. A pesar de las ilustres ausencias, los meritorios de los Bucks dieron un espectacular acelerón inicial. Daba igual desde donde tirasen, no podían fallar. De ahí que los 10 triples en el primer cuarto condujeran a un +23 de los visitantes en los primeros compases.
Pero lejos de bajar los brazos, los de Lloyd Pierce no se pusieron nerviosos y fueron borrando la diferencia. Partido nuevo al descanso (68-71) en el que el intercambio de golpes parecía favorecer de nuevo a los de Budenholzer. Pero un triple de Alex Len, gran actuación del pívot ucraniano, permitió forzar el tiempo extra.
Prórroga en la que los Hawks fueron siempre a remolque. Sterling Brown, autor de 25 puntos (la mejor anotación de su carrera) parecía haberle robado el disfraz de héroe a Young. Pero faltaban 1,1 segundos por disputarse y los Hawks tenían tiempo muerto. Saque de la línea lateral que Huerter cuelga para John Collins. Brook Lopez (el único titular hoy disponible en los ciervos) repele la bola. Que queda suelta. Trae, el más listo de la clase, acierta a embocarla con cierto suspenso justo antes de que el tablero se iluminara.
No fue su mejor noche en cuanto al tiro se refiere (5/19), pero acabó decantando una victoria de mucho prestigio para sus Hawks con 12 tantos y 16 asistencias en su cuenta. Aquí hay madera de estrella. De eso no hay duda.