Cuando Stephen Curry se enciende, Golden State Warriors es una amenaza seria para cualquier rival por más buen partido que haga. Y New York Knicks conoció eso bien de cerca este martes. Los neoyorquinos cayeron por 114-106 ante los de California en el primer partido en el que el mítico Madison Square Garden recibió público en esta temporada: el clásico apoyo de los fanáticos locales no pudo detener al ex MVP.
Steph finalizó con 37 puntos, 6 asistencias y 6 rebotes en otra actuación sensacional del número 30 en un mes de febrero en el que no quita el pie del acelerador: lleva 13 partidos consecutivos anotando 25 puntos o más (es la mejor racha de su carrera). En sus últimas seis visitas a este estadio legendario había logrado ganar y el año pasado no lo visitó debido al COVID-19 que acortó la Fase Regular, pero ahora el Chef celebró una vez más en Manhattan.
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La primera parte de Steph no fue algo de otro mundo, con 11 puntos y tres triples, pero en el tercer cuarto tomó control del partido como el jugador de élite que es en la parte ofensiva y anotó 15 puntos, una buena parte de los 39 que le convirtió Golden State a New York para pasar al frente luego de haber perdido la primera mitad por 59-55.
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La ventaja de los Warriors había llegado a ser de 13 puntos en ese período, pero el nuevo All-Star Julius Randle devolvió con puntos todo el cariño que los fans neoyorquinos le daban, incluso gritándole MVP cuando iba a lanzar tiros libres, y achicó la distancia un poco.
New York empezó ganando 4-0 el último cuarto tras los primeros cuatro minutos: sin Curry ni Randle nada fluía en cancha. Los errores de ambos persistieron y los locales llegaron a igualar el partido en 97 con 3:50 por jugar, pero se toparon con un triple y un 2+1 de Curry en el clutch y entre el base y la aparición oportuna de Kelly Oubre Jr. lograron cerrar el partido ante un NY que ya había perdido un poco el efecto Randle sin que otros nombres como Derrick Rose o RJ Barrett logren suplirlo del todo.
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Oubre sumó 19 puntos para Golden State, Andrew Wiggins 14 y luego de varios partidos lesionado volvió el rookie James Wiseman, con 14 puntos en 16 minutos desde el banco. También regresó Kevon Looney como ala-pivote titular y no tuvo minutos el mexicano Juan Toscano-Anderson, mientras que Draymond Green finalizó con 7 puntos, 12 asistencias, 9 rebotes, 2 tapones y 3 robos en un partido completo pero en el que atacó más de lo normal y sin éxito: 3-9 de campo.
New York fue ampliamente superior en los rebotes (56-41) incluso en el aro rival, pero su poca puntería a la hora de buscar sumar puntos (39,2% de campo en todo el partido y 31,1% en la segunda mitad del encuentro) le imposibilitó festejar en un encuentro en el que fue de mayor a menor.
Randle hizo de todo en su noche especial, con 25 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias lanzando 3-6 en triples, pero terminó quedándose sin piernas y no contó con el apoyo que tuvo Curry. Elfrid Payton sumó 20 puntos pero no fue una amenaza en el final, Derrick Rose saltó desde el banco con 16 puntos y 8 asistencias y tanto Nerlens Noel como Taj Gibson y Alec Burks sumaron 8 tantos cada uno. RJ Barrett preferirá no recordar esta noche: 4 puntos, 10 rebotes y una asistencia lanzando 1-9 de campo, cometiendo tres pérdidas y yéndose descalificado por seis faltas personales.
Golden State se mantiene en el octavo puesto de la Conferencia Oeste con 17-15 y los Knicks siguen séptimos en el Este con 15-17. El próximo partido de los Warriors será este miércoles, yendo a visitar sin descanso a Indiana Pacers. Los de New York en tanto podrán volver a la línea ganadora en casa el próximo jueves, recibiendo a Sacramento Kings.
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