La versión de Russell Westbrook que Los Angeles Lakers necesitan

Author Photo
westbrook

Esta no está siendo la temporada de Russell Westbrook. Para llegar a esta conclusión no hace falta ahondar excesivamente en los números, pues el base de Los Angeles Lakers está firmando su promedio anotador más bajo desde su año sophomore y unos porcentajes de acierto de cara al aro bajísimos para alguien de su estatus. A esto hay que agregar que Russ ahora mismo atraviesa uno de los peores tramos ofensivos de su carrera. Lleva tres partidos sin anotar un triple, los mismos que sin superar los 10 puntos y de los últimos cinco en tan solo uno lanzó por encima del 40% de acierto en tiros de campo.

Su encaje era toda una incógnita desde el momento en que se anunció su traspaso desde Washington Wizards. ¿Cómo conseguiría Frank Vogel sacar lo mejor de Westbrook teniendo al lado a otro manejador como LeBron James? ¿Será posible que el ataque fluya junto a Anthony Davis? Pese a todas las dificultades que han pasado los californianos, estas dudas siguen sin estar resueltas, y si lo han sido la respuesta no ha dejado en muy buen lugar al MVP de 2017. 

"Todos estamos tratando de descubrirnos como equipo, como una unidad", reconoció el jugador en conversación con Sam Amick de The Athletic. "Y sé que yo soy quien tiene que hacer el mayor sacrificio y entender que debo encontrar el modo de sacar lo mejor de mí y hacer lo mejor para el equipo".

MÁS | Russell Westbrook, obligado a mejorar como segunda espada de Los Angeles Lakers sin Anthony Davis

russ

Esta situación no es una novedad en la carrera de Westbrook. Su particular estilo lo ha llevado a estar en más de una ocasión en un contexto poco adecuado en relación a los jugadores que lo rodean, al mismo tiempo que los resultados ejercen su presión sobre el equipo. En la mayor parte de casos el base ha sabido capear el temporal de una manera positiva. Como en 2015, dando un paso adelante en el Thunder en ausencia de Kevin Durant; o en 2018, cuando lideró a OKC a una racha de 8 victorias seguidas con 29 puntos de media. O más recientemente, en el curso pasado, donde los Wizards terminaron entrando en Playoffs de la mano de más de 23 tantos, 13 rebotes y 13 asistencias de media en los últimos 20 encuentros.

Sin embargo, lo hecho en el pasado no va a cambiar la realidad de Russ y los Lakers, los cuales tienen un balance de 21-21 y ocupan la séptima posición del Oeste, muy lejos de sus aspiraciones iniciales.

Pese a esta obviedad, sí que es cierto que lo ocurrido atrás en el tiempo puede ofrecer lecciones, especialmente a aquellos que buscan respuestas. Una de ellas podría encontrarse en un pasado no muy remoto, pero sí un tanto enterrado por todo lo que ocurrió después. 

El 5 de febrero de 2020, Clint Capela, uno de los pilares de Houston Rockets, era traspasado con destino Atlanta Hawks a cambio de que estos se hiciesen con unos cuantos picks y Robert Covington. La lectura de aquel movimiento era clara: los texanos querían abrir espacio en la cancha. ¿Para quién? Para Russell Westbrook. La idea que pretendían Daryl Morey y Mike D'Antoni era abrazar un small ball extremo, sin pivotes al uso y confiándolo todo en la versatilidad en ambos extremos de sus exteriores. A esta conclusión llegaron los Rockets después de que, tras 900 minutos, Westbrook y Capela apenas tuvieran un +2,2 de net rating y las sensaciones fuesen sumamente negativas. 

Sorprendentemente, aquel movimiento despertó algo en Russ, y es que en los 13 partidos desde que cayese lesionado Capela (6 días antes del traspaso) hasta la suspensión de la competición en marzo, Westbrook se convirtió en una supernova, dejando una versión inédita en él. 

Más allá de los 31,0 puntos con un 52,5% en tiros de campo y 35,5% al triple, la clave de su gran momento vino de la liberación de la pintura. Y es que en ese lapso, Westbrook pasó a comandar la NBA en puntos anotados en la zona restringida con una media de 19,2 por encuentro. Una auténtica barbaridad teniendo en cuenta que estamos hablando de un jugador de tan solo 1,90 de estatura. 

¿Y cómo lo hicieron los Rockets? Echemos un vistazo.

La clave de todo residió en despejar la zona de cuerpos potenciales que pudiesen entorpecer sus penetraciones contra el aro. Al liberar todos esos espacios colindantes y rodearlo de tiradores potenciales, las defensas rivales se veían obligadas a tomar una decisión para nada menor ya que, si colapsaban, la opción del triple estaba completamente liberada, y si se centraban en el tiro exterior, eran dos puntos fáciles para Russ. Veamos un par de cortes.

Pero claro, para llevar a cabo esta estrategia tan arriesgada es preciso tener un buen elenco de ejecutores como sí tenían los Rockets de 2020, con tiradores como Covington, Tucker, McLemore o Gordon. Para fortuna de los Lakers, cuentan con tres jugadores dentro del percentil 55 en situaciones de spot up y 7 de ellos están lanzando por encima del 37% en acciones de catch & shoot (recepción y tiro). 

Y, además, es preciso una condición más: que no haya un pivote al uso. Casualmente la situación en la que se encuentran ahora mismo los de Frank Vogel debido a que Anthony Davis se encuentra de baja por lesión. Algo que ha forzado a LeBron James a ocupar ese rol, lo que ha despertado su versión más dominante. Entonces, ¿cómo es posible que Westbrook no esté pudiendo tan siquiera acercarse a lo que hizo en 2020?

En los últimos 10 encuentros, Russ está promediando 8,6 puntos en la pintura con un 44,9% de acierto en la zona restringida y un 34,8% en la zona pintada, además de 8,1 asistencias. Promedios, especialmente los anotadores, muy bajos, que en un alto grado tienen que ver con la pericia en la ejecución del base californiano, pero también por la distribución ofensiva de los Lakers.

Que haya cinco jugadores abiertos o un espacio prudencial entre ellos no significa que el spacing sea mejor. Aquí importa la distribución de los mismos, la trayectoria que arrastran y cómo se distribuyen. Además, el hecho de estar abiertos no facilita necesariamente las incursiones de fuera hacia adentro.

Si algo pueden aprender los Lakers de los Rockets de 2020 es el complejo entramado de movimiento sin balón que solía producirse cuando un jugador ejecutaba un aclarado desde uno de los codos. Esto significa que un número determinado de figuras que no intervienen directamente en la acción con la bola facilitan tanto la anotación de quien sí la tiene como la potencial recepción de otros, con bloqueos o bien despejando zonas para posibles cortes.

Algo que, en esta acción, Talen Horton-Tucker hace todo lo contrario a facilitar el espaciado. 

1

El estacionamiento de los otros cuatro jugadores sin balón mientras Westbrook ataca al aro no hace más que facilitar a la defensa rival el contener a Russ, pues la amenaza de un posible pase queda anulada ante la falta movimiento.

2

De nuevo, con los porcentajes que Westbrook está teniendo en las últimas semanas, no hay mal espaciado ofensivo que los justifique. No obstante, una revisión de la distribución a media cancha de los Lakers cuando Russ tiene la bola podría ayudar a que su aporte no fuese tan negativo como viene siendo recientemente y, quizá, los resultados del equipo podrían comenzar a mejorar sin depender tanto de LeBron James.

Cómo ver Denver Nuggets vs. Los Angeles Lakers

  • Fecha: sábado 15 de enero
  • Horario: 20:00 de México y 23:00 de Argentina
  • TV y streaming: ESPN y NBA League Pass

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.