RJ Barrett funciona como un termómetro para New York Knicks: si el canadiense anota al menos 30 puntos los de Manhattan parecen tener garantía de triunfo, o al menos eso dicen las estadísticas por el momento.
Barrett le anotó 32 puntos a Dallas Mavericks este miércoles y la fórmula tuvo el resultado habitual: victoria de los Knicks por 108-85, controlando el partido desde el primer cuarto.
En los cinco partidos en los que el canadiense de 21 años sumó 30 o más, los Knicks siempre sonrieron: dos victorias contra Spurs, una contra Pelicans, otra contra Pacers y esta ante Mavericks. Ante Oklahoma City Thunder en la temporada pasada sucedió lo mismo. Si Barrett entra en racha en ataque, no hay quien detenga a los de Tom Thibodeau.
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— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) January 13, 2022
Esto parece no solo funcionar con los puntos acumulados, sino también con el porcentaje de acierto de Barrett en los tiros de campo. En 12 partidos de los que jugó acertó al menos el 50% de sus lanzamientos y New York ganó nueve de ellos. Cuando no lo hizo y jugó, el récord de Knicks es de 10-13. Este encuentro estuvo en el primer grupo, con RJ lanzando 13-22 (4-7 en triples).
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Esta fue la segunda noche consecutiva de Barrett por encima de los 30 tantos: el lunes le había anotado 31 puntos a San Antonio Spurs con 12-20 de campo. Barrett es el primer jugador de 21 años o menos en la larga historia de New York Knicks que logra algo así y por lejos el que más encuentros de al menos 30 puntos firmó antes de cumplir los 22: el récord previamente era de Kristaps Porzingis con tres partidos.
Desde su floja actuación de Navidad ante Atlanta Hawks (9 puntos en 25 minutos tirando 4-15 de campo) Barrett ha levantado mucho su nivel: su promedio creció a 21,7 puntos, 5,3 rebotes y 3 asistencias por partido en los últimos nueve encuentros, mucho más cerca del nivel en el que New York lo necesita. Eso se nota por el récord de 6-3 de los dirigidos por Tom Thibodeau desde entonces, teniéndolo a él como líder anotador. Un crecimiento importante en este momento en el que New York espera por la recuperación de Derrick Rose y Kemba Walker.
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Ante los Knicks, que aparte de la producción de Barrett contaron con 19 puntos de Mitchell Robinson y 17 tantos, 12 rebotes y 8 asistencias de Julius Randle, el que agachó la cabeza fue un Dallas que acumulaba seis victorias en fila. El equipo de Luka Doncic (21 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias) lanzó 8-37 en triples y recibió 50 puntos en la zona pintada: una mala combinación de defensa interior y ataque exterior para pretender ganar como visitante, todavía con la baja de Kristaps Porzingis.
El récord de Dallas, de 22-19, es apenas mejor que el 21-21 de New York, pero el Este está más duro en esta temporada y mientras que los Mavericks se ubican quintos en el Oeste con un 53,7% de triunfos, los Knicks son undécimos en el Este con su 50%.
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