Si T.J Warren es el nombre propio de esta reanudación, los Phoenix Suns están siendo la sorpresa con mayúsculas. Hasta el momento no conocen la derrota y parecen tocados por una varita mágica que les impide perder. En su último partido volvieron a tumbar los pronósticos y se impusieron a los Miami Heat en un apretado encuentro por 119 a 112 donde Devin Booker hizo de superhéroe una vez más con 35 puntos a pesar del 0 de 7 en triples. Cinco partidos, cinco victorias para los de Monty Williams que se ubican al término de la jornada del sábado en décima posición y dependientes de lo que pueda hacer el resto de contendientes de la Conferencia Oeste para escalar al noveno lugar y entrar en el play-in.
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Los Suns supieron sobreponerse a un complicado inicio donde los Heat marcaron el tempo y a unos excelentes Tyler Herro y Duncan Robinson, ambos con 25 puntos, para encadenar 36 minutos de excelencia en ambos extremos del campo. Una noche donde Jevon Carter fue el factor X de los de Arizona, actuando como un stopper defensivo, acabando con 20 tantos y un último cuarto decisivo. "Fue enorme", dijo Ricky Rubio. "Tuvo un partido increíble, anotando, liderando en defensa más que nadie y trayendo la energía que necesitábamos".
Una noche en la que Ricky Rubio volvió a ser el pegamento que mantuvo unido al equipo, frenando el sistema de manos a manos y bloqueos de Spoelstra y poniendo el balón en las manos de los protagonistas en ataque para conseguir un triunfo que vale doble pues los mantiene con opciones e inyecta aún más energía al equipo. "Estamos hambrientos, sedientos y sabemos de nuestras opciones pasan por acabar 8-0 y de que el resto de equipos pierdan", dijo el catalán. "Así que esa es nuestra meta, partido a partido, tratando de salir y ganar cada noche". Rubio, que estuvo cerca del triple-doble, acabó con 7 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias, un partido completo del base de El Masnou donde una vez más marcó las diferencias sobre la pista.
El objetivo de alcanzar los Playoffs es tremendamente complicado, ya lo era antes de empezar la reanudación. Phoenix (31-39) no tiene apenas margen de maniobra pues está a 2 partidos del octavo clasificado y a medio encuentro del noveno con 3 por disputarse. No depende de sí mismo para conseguir el reto pues un fallo podría dar al traste con todo lo conseguido ya que deberá acabar imbatido y esperar a que Portland Trail Blazers (32-39) o San Antonio Spurs (30-38) caigan para asegurarse, como mínimo, el play-in.
"Parece que para algunos, ya que somos un equipo muy joven, ha sido una transición de una temporada a otra y eso ha ayudado al crecimiento", contó Ricky sobre el cambio de mentalidad. "También el empezar ganando, que el momento vaya rodado ayuda muchísimo y sabemos que no podemos fallar, que tenemos que ganar todos los partidos e incluso así tenemos que esperar que algún resultado de algunos equipos nos favorezca. Así que nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo e intentaremos ganar lo que queda. Ahora tenemos un partido muy importante contra Oklahoma City, claro que el 5-0 está muy bien pero no hemos hecho nada aún", sentenció.
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"Sorprendidos no, pero la verdad es que es una ilusión grande", respondió Rubio sobre este arranque tan insólito en un equipo como los Suns. "En los entrenos ya habíamos visto que muchos jugadores habían pegado un paso adelante. Durante la temporada tuvimos algunas lesiones que no nos dejó coger mucho ritmo. Y es difícil, sobre todo en una temporada cuando eres un equipo joven y no tienes la experiencia. Pero veníamos con muchas ganas, con la ilusión del que no tiene nada que perder y estamos ahí", finalizó.
Por delante, los Suns y Rubio tendrán tres finales ante tres equipos en otra órbita como son Oklahoma City Thunder, Philadelphia 76ers y Dallas Mavericks que pondrán a prueba, una vez más, el gran momento del equipo.
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