Ray Allen es un nombre histórico para la NBA. Se trata, entre otras cosas, del máximo anotador de triples de todos los tiempos. Y no es un momento más para el guardia, ya que este viernes 7 de septiembre ingresará al Salón de la Fama como parte de una Clase 2018 con verdaderas leyendas. Y en una entrevista con Shams Charania, de The Athletic, se refirió a dos temas interesantes y que siempre llaman la atención.
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En primer lugar, esa relación distante que quedó con los integrantes del plantel campeón de Boston Celtics de 2008, que se rompió tras su paso a Miami Heat en 2012, ya que se trataba del gran rival de los de verde. "No, no espero sus mensajes por mi ingreso al Salón de la Fama", señaló Allen, quien agregó: "Hace un año hablé con Paul (Pierce) y nos arreglamos. Se habló mucho de mi decisión, y ellos se enojaron conmigo por haberme ido a Miami. De todas maneras, nunca cambiará lo que pasó entre nosotros en 2008". Cuando le preguntaron si había comunicación con Kevin Garnett, Rajon Rondo o Glen Davis, otras piezas vitales de aquel campeonato, no dudó: "No".
El diálogo también pasó por una imagen que quedó marcada en la historia de la NBA: "The Shot", aquel lanzamiento de tres puntos sobre la hora que mandó a suplementario el Juego 6 de las Finales contra San Antonio Spurs y le dio vida al Heat cuando parecía acabado, para luego terminar en un nuevo anillo en 2013
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Y lo que molestó y motivó a Allen fue ver como los auxiliares empezaban a preparar todo para la celebración de los Spurs, algo que incluyó el bajar el trofeo para el campeón. "Dolió muchísimo. Estaba furioso porque el partido aún no había terminado. Y recordé lo del 2001, cuando perdimos contra Philadelphia (él estaba en Milwaukee) y ellos celebraron antes de tiempo el título de la Conferencia Este. Eso fue lo que pasó por mi cabeza cuando vi el trofeo. Estaba enojado porque asumieron que los Spurs iban a ganar. Por eso no nos dimos por vencidos y seguimos luchando", relató el tirador.