Ya pasó mucho tiempo desde que se frenó la NBA, justo antes de que comience un encuentro entre Utah Jazz y Oklahoma City Thunder el 11 de marzo. El positivo de COVID-19 de Rudy Gobert puso a la liga en alerta y todo quedó detenido hasta que el 30 de julio vuelva la acción oficial en Orlando, con 22 equipos yendo por el título.
Una de esas franquicias será Utah, tras unos meses que no por no tener básquet no tuvieron al Jazz como protagonista en las noticias: los reportes de la pelea entre las dos estrellas del equipo, Gobert y Donovan Mitchell, como la decisión del segundo máximo anotador del equipo, el croata Bojan Bogdanovic, de operarse la muñeca derecha con el inconveniente de que quedará fuera de esta reanudación, hicieron que sean unos meses algo tumultuosos para Utah, un equipo acostumbrado a ser rendidor pero con perfil bajo: su balance de 41-23 es el cuarto mejor del Oeste y los presenta como un candidato a dar la sorpresa en los Playoffs.
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El entrenador del equipo, Quin Snyder, atendió a la prensa este domingo y habló sobre varias situaciones: la baja de Bogdanovic, la posibilidad de no poder contar con Mike Conley en algún momento (su esposa espera dar a luz en el mes de agosto) y como retomar el ritmo tras tanto tiempo sin actividad de equipo.
"Bojan no va a hacer un Willis Reed (jugador de New York Knicks que participó lesionado en las Finales de 1970) para volver a la cancha", afirmó Snyder, siendo terminante sobre las cero posibilidades que hay de que el europeo se reintegre al equipo en esta campaña. Bogdanovic estaba siendo fundamental en su primera temporada en Utah: promediaba 20,2 puntos y 4,1 rebotes por partido con un 41% de acierto en triples.
Sin el croata deberán adaptarse, más que nada un equipo que cuenta con poco gol además de Bogdanovic y Mitchell: el tercer máximo anotador del equipo es Jordan Clarkson, el sexto hombre. Además, solamente en un partido de la 2019-2020 no estuvo Bogdanovic. Fue en octubre frente a Los Angeles Lakers y lo reemplazó Jeff Green, que ya no juega para el Jazz.
"Siempre que perdés a un jugador hay ajustes que hacer. Todavía no pudimos probarlos en la cancha", manifestó Snyder, que no aclaró en que cambios piensa pero agregó que una vez que estén jugando podrán ver como funcionan las cosas sin Bojan. Utah tendrá tres amistosos (el 23 de julio contra Phoenix, el 25 ante Miami y el 27 frente a Brooklyn) para probar antes de recomenzar la temporada regular enfrentando a New Orleans Pelicans el 30 de julio, en el primer partido del regreso de la liga.
Snyder también reconoció que es una posibilidad que los jugadores jóvenes tengan más minutos en los partidos previos a los Playoffs (Utah ya está clasificado a la postemporada) y que consultará con Mike Elliot, el especialista en cuidados físicos de la franquicia, sobre cuanto exigir a los jugadores más veteranos en el regreso. "Una palabra clave del regreso es agilidad. Tenemos que ser ágiles a la hora de hacer ajustes."
El entrenador agregó que se siente curioso por ver como todos se reconectan en el campo de juego y que piensa que la variable que mayor impacto puede tener debido al parate y los incovenientes para entrenar que hubieron es la efectividad en el tiro. Para eso, ve como solución que sus jugadores "sean un equipo agresivo" y que intente mucho de cara al aro. Utah es uno de los equipos más efectivos de la temporada a la hora de lanzar: es líder en triples con un 38,3% y quinto en dobles con un 53,7%, aunque justamente juega a uno de los ritmos más lentos de la NBA (98,4 posesiones por partido) y únicamente Miami Heat intenta menos lanzamientos que ellos.
Respecto al asunto de Mike Conley, el base al que la paternidad puede sacar del equipo en plena primera ronda de Playoffs, Snyder afirmó: "Espero que no lo tengamos por todo el tiempo que el necesite para priorizar lo que es un regalo. No quiero disminuir la importancia de los Playoffs o de los partidos de ninguna forma, pero hay algunas cosas en la vida que van por encima del deporte". Conley promedia 13,8 puntos, 4,3 asistencias y 3,2 rebotes en 28,6 minutos por juego durante la campaña actual.
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"Voy a estar listo apenas comencemos"
También realizó atención a los medios Jordan Clarkson, un jugador muy importante para Utah Jazz en esta temporada ya que representa su cuota de gol principal en la segunda unidad y con su llegada a fines de dicembre el equipo pudo terminar de carburar, logrando un récord de 23 victorias y 11 derrotas en los 34 encuentros que disputó el ex Los Angeles Lakers.
El sexto hombre del Jazz, que promedia 15,6 puntos, 2,9 rebotes, 1,6 asistencias y 0,8 robos en 25,3 minutos desde que se sumó a la franquicia, tocó uno de los temas que más intriga generan: ¿cómo estarán los equipos tras un parate tan largo? Clarkson predijo que Utah estará algo "oxidado" en la primera semana, pero que rápidamente superarán eso y el se adaptará: "Cuando me traspasaron aquí, tomé un avión, me puse la camiseta y jugué, así que la química funcionó instantáneamente", agregó el jugador que llegó a Utah en esta 2019-2020 desde Cleveland Cavaliers.
Respecto al clima distinto que se vivirá al no haber público en una liga acostumbrada a disputarse ante estadios llenos, Clarkson expresó una idea: "Espero que simulen algún tipo de sonido de fanáticos o algo así, así al meter un triple podemos simular un festejo alentando a la gente". Adam Silver, el comisionado de la liga, ya declaró que habrá una experiencia televisiva sin precedentes para los televidentes de los partidos.
El guardia de origen filipino también manifestó que por un momento pensó en no ir a Orlando, al combinarse los factores del movimiento Black Lives Matter y del miedo a lesionarse antes de ser agente libre y tener que negociar un contrato, pero al final se decidió por jugar porque "Estuve aburrido sentado en casa", además de afirmar que se sentirá seguro en el campus que prepara la NBA.
Sin Bojan Bogdanovic y con la posibilidad de la ausencia de Mike Conley en el futuro, Clarkson tendrá un rol muy importante para Utah antes de un mercado que será clave para su carrera, con la oportunidad de repetir o mejorar el lucrativo contrato de 50 millones por cuatro años que firmó en 2016. Todo dependerá de su nivel.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.