¿Qué significa la lesión de DeMarcus Cousins para Los Angeles Lakers?

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DeMarcus Cousins

En su lucha por volver a ser el jugador que supo brillar en la NBA, DeMarcus Cousins recibió un nuevo revés: según los reportes de Adrian Wojnarowski (ESPN), su agente Jeff Schwartz, durante los entrenamientos de pretemporada en Las Vegas sufrió la rotura de ligamentos cruzados del anterior de su rodilla. Tras su experiencia en Golden State Warriors, también truncada por una rotura del talón de Aquiles y por una rotura de cuádriceps, Cousins cambió de destino durante la última agencia libre.

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Los Angeles Lakers de LeBron James y Anthony Davis lo contrataron en busca de una tercera estrella que pueda acoplarse al proyecto. Era una apuesta más de Boggie, quien había construido una dupla fantástica junto a Davis en New Orleans Pelicans antes de otra de sus lesiones. El pivote, de 29 años, firmó un contrato por un año y 3,5 millones de dólares. Fue nuevamente una decisión lógica de Cousins, intentando reencontrarse con su mejor versión para ganarse un contrato multimillonario que, por talento, merecería. 

El entramado que construyeron Rob Pelinka, James y Davis tiene muchos condicionantes. Uno de ellos era la salud de sus jugadores. LeBron James viene de la lesión más importante de su carrera y Anthony Davis nunca ha sido fiable en ese rubro. Situación similar afrontaría Cousins, quien lamentablemente confirmó rápidamente las dudas en torno a él: la rotura de ligamentos cruzados vuelve a interrumpir su carrera. 

¿Qué significa para Cousins? En caso de que se confirme, será un golpe dramático para un jugador que durante los últimos dos años debió batallar con múltiples inconvenientes físicos. Boogie, quien era uno de los líderes y uno de los mejores jugadores de la liga, frenó su proyección y consolidación entre la constelación de estrellas por sus problemas de salud. "Mi objetivo es jugar 82 partidos. Quiero una tempoarda completa de salud", había confesado en una entrevista reciente. 

Hace dos años que Cousins apuesta por sí mismo, firmando contratos baratos con equipos candidatos para demostrar que puede volver a ser el jugador que fue y así ganarse un vínculo por el máximo, pero lesión tras lesión se sumergió en un calvario que frustra su objetivo. Cousins vive en un proceso de recuperación permanente desde hace mucho tiempo y eso genera un desgaste en cualquier jugador, por lo que el desafío para Boogie no solamente será físico: también psicológico. 

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Para los Lakers también es una baja significativa. Después de que Anthony Davis anunciara que prefiere jugar como ala-pivote, la participación de JaVale McGee y de DeMarcus Cousins iba a ser esencial. Tras perder a Boogie, la rotación de los Lakers se verá acotada y las posibilidades de Frank Vogel para ubicar a Davis en su posición favorita se reducen. En plenitud, Cousins y Davis formarían una dupla memorable en la pintura de los Lakers. 

Más allá de LeBron y Davis, la formación de los Lakers encierra múltiples dudas. Una de ellas era justamente Cousins, por quien los angelinos apostaban que se reencontraría con el jugador que alguna vez supo ser durante su etapa en Sacramento Kings y en New Orleans Pelicans. 

La formación de los Lakers está plagada de incógnitas. Si Davis se mantiene sano, si LeBron no es víctima del tiempo, si Kyle Kuzma consolida y mantiene su progresión, si Danny Green se afianza en el perímetro y tantas otras dudas que solamente el tiempo resolverá. Los Lakers, a diferencia de los Clippers, necesitan que todos los planetas estén alineados para poder ser campeones. La temporada no empezó bien con la lesión de Cousins, un hombre que hoy sufre y recibe el cariño de toda la NBA. 

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