Stan Van Gundy regresa a los bancos de la NBA. Uno de los entrenadores más carismáticos y reconocidos del siglo se hace cargo de la potencia joven más intrigante de la competición. Los Mavericks de Luka Doncic y Kristaps Porzingis son una realidad por mucho camino que les quede por recorrer, pero estos New Orleans Pelicans presentan un futuro tan interesante como lleno de cuestiones a resolver.
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Los Pelicans dieron mala imagen en Disney y terminaron como decepción: 2-6 de récord, malas sensaciones con Zion Williamson y todavía peores con Lonzo Ball, pero la imagen general era lo más preocupante. Este es un equipo joven plagado de promesas que mostró escasa capacidad de reacción, además de un nivel defensivo muy pobre.
La fama de entrenador defensivo y a la vez orientado al triple es lo que trae a Van Gundy a los Pelicans. A los 61 años se hace cargo de un banco curioso, pero que sin duda representa todo un reto en su carrera. Después de salir de aquella manera de Miami en 2006, cuando Pat Riley lo despidió para ponerse él mismo en el cargo, y su brillante paso por Orlando, la última experiencia de SVG con los Pistons fue complicada.
¿Qué alternativas presenta el mercado?
Todo parte desde aquí. La primera temporada de los Pelicans de Zion ha ido muy lejos respecto a las previsiones. Sí, los resultados son decepcionantes, pero entre los problemas físicos del propio Williamson, el parate y la falta de rienda de Alvin Gentry el equipo ha quedado todavía peor en sensaciones. Se necesita un cambio urgente sin perder la cabeza y todo comienza con el entrenador.
La NBA actual vive un cambio de generación de entrenadores. Ya desde hace varios años los nombres que suenan en las negociaciones son cada vez más extraños para el seguidor medio. David Vanterpool, del staff de Minnesota, o Will Hardy y Becky Hammon, los últimos frutos del árbol de Gregg Popovich en San Antonio, son algunos ejemplos. O se contrata a un entrenador sin experiencia previa como HC (head coach, entrenador jefe) o se mira al pasado en busca de un entrenador que seguro tendrá algún fracaso en su historial.
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Doc Rivers, Tyronn Lue y el propio Van Gundy tienen de estos fiascos, algunos más grandes que otros y con mayor o menor responsabilidad del técnico. La cuestión es que los Pelicans querían a Lue, lo tenían como primera opción, según cuenta Brian Windhorst (ESPN), y tras firmar este con los Clippers la opción B era Van Gundy. Confían en lo que ha hecho antes con otros equipos, ya que consideran que es lo que les falta.
Otro punto importante y de salida para SVG en Louisina: no será el encargado de los movimientos. Su etapa en Detroit fue difícil porque también le dieron los poderes de General Manager. Esto creó un conflicto de intereses y produjo, entre otros, el traspaso de Blake Griffin a Detroit. El Van Gundy entrenador quería ganar a corto plazo para conservar su trabajo e hizo un traspaso que de ser solo ejecutivo seguramente jamás hubiese realizado.
Defensa y espaciado
La seña de identidad de Van Gundy es la defensa, pero también el tiro exterior. Fue uno de los primeros entrenadores en introducir la figura del cuatro abierto tirador en la era moderna. Con su Orlando Magic ya jugaba con la idea del 4-1. Es decir, cuatro jugadores por fuera del triple y todo el espacio para Dwight Howard.
Los Pelicans fueron la 20º defensa hasta el parate, pero después fue peor: en Disney fueron 16º de 22 equipos. La imagen ofrecida fue terrible. Por su parte, Van Gundy revolucionó el rendimiento defensivo del Magic al llegar en la temporada 2007-2008. En solo dos años los convirtió en una referencia atrás, un fortín inexpugnable en el que Howard era amo y señor. Solo les faltó rodaje y mantener a Dwight.
La primera tarea de Van Gundy en estos Pelicans será trabajar con la defensa y combinar ese estilo tan propio de solidez y modernidad en ataque. Los Pels terminaron la campaña como el 10º equipo con más intentos desde el triple por cada 100 posesiones y fueron 7º en acierto (37%). Armas para el tiro tendrá, falta trabajar la protección del aro propio.
Desatar a la bestia
Los mejores años de Dwight Howard fueron con Van Gundy. Es más, en 2012 hubo mucho revuelo sobre si Howard le pidió a la directiva de Orlando el despido del entrenador, algo que el pivote ha remarcado ser falso. "Me quedé como, ¿qué? Nunca dije eso. Mi relación con Stan era buena".
La cuestión es que Van Gundy había salido minutos antes a los medios a confesar que Howard lo quería fuera, algo que la directiva le había comunicado tras otro mal resultado del equipo. Era el final de aquel Magic que cerca estuvo de la gloria y, aunque Howard lo niega, desde luego ahí pasó algo. Eso sí, hasta aquel episodio, Howard siempre describió a Van Gundy como un "gran e intenso entrenador".
De 2007 a 2012, los años que Howard y Van Gundy trabajaron juntos, el pivote fue toda una fuerza de la naturaleza: 20,6 puntos, 13,9 rebotes y 2,5 tapones en 36,7 minutos de promedio con un 59,3% en tiro. Sus años más dominantes en ambos tableros, cuando era Superman y recibía el honor de ser llamado sustituto de Shaquille O'Neal. Howard jamás ha funcionado para ningún entrenador como lo hizo para SVG.
Ahora, Van Gundy tiene entre sus manos a Zion Williamson. Desde luego, Zion y Howard son diferentes, pero la estrella de los Pelicans es esa misma rabia contenida en un cuerpo modernizado. Además, la cabeza del joven parece mucho mejor amueblada que la del Howard de entonces. Van Gundy tiene una joya entre manos con muchísimo por pulir, comenzando por las malas sensaciones físicas dejadas en Disney, pero el rendimiento que consiguió de Howard debería ilusionar a todo New Orleans. De Andre Drummond extrajo lo que pudo, mientras que de Blake Griffin ayudó a sacar su mejor temporada individual.
La relación con JJ Redick y los jóvenes
Si muchos fans soñaban con ver a JJ Redick en su equipo la próxima temporada el fichaje de Van Gundy hace añicos esas fantasías. El veterano tirador dijo recientemente que SVG es "probablemente el mejor entrenador para el que he jugado" y el técnico será el primer interesado en contar con su apoyo en el vestuario, más cuando se trata de un equipo tan joven. Redick fue el mejor de los Pelicans en Disney.
Van Gundy es descripto como un tipo muy inteligente al que no le importa ser duro, incluso es el otro punto, le gusta. Su objetivo queda lejos de ser cercano a los jugadores, táctica que siguen otros compañeros suyos. Van Gundy aboga por la intensidad y un alto grado de exigencia. No tiene problemas en regañar o enfrentarse si lo considera necesario.
Here's JJ Redick talking about Stan Van Gundy on "All The Smoke" with Matt Barnes and Stephen Jackson a few weeks back.
— Will Guillory (@WillGuillory) October 21, 2020
"Stan is probably the best coach I've played for in the NBA." pic.twitter.com/Wv7C5HoYcV
La cuestión es cómo cuadra esto para el medio plazo del equipo. Brandon Ingram y Ball tienen 22 años, y Zion y Jaxson Hayes -otro con el que puede hacer maravillas-, 19. Las dudas llegan sobre todo por Lonzo, que ha hecho una temporada de más a menos, con un final en Disney que para nada encaja con un cuento de hadas. Todo lo contrario. ¿Se verán beneficiados los jóvenes por Van Gundy?
Cuesta pensar que el técnico no vaya a hacer mejor al equipo. Si Williamson se mantiene sano y ofrece una versión atlética superior a la de Disney, los Pels tendrán opciones de Playoffs, sino será muy complicado. Además, la llegada de Van Gundy abre nuevos frentes sobre el futuro de varias piezas, en concreto dos que son fundamentales: Jrue Holiday (bajo contrato y codiciado por otras franquicias) y Derrick Favors (titular, agente libre y básico para la defensa). Quedan muchas dudas por resolver y el Draft y la Agencia Libre dejarán buenas pistas de hacia dónde irá Van Gundy. Hará mejores a los Pelicans, pero ¿es el entrenador ideal para el medio plazo?
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.