Bienvenidos y bienvenidas a una nueva entrega de esta sección diaria de NBA.com en la que repasamos lo más destacado de lo ocurrido en este día a lo largo de la historia de los Playoffs. Para este domingo 3 de mayo nos remontamos a los años 80 para recordar la figura del Dr. J, Julius Erving, en su último partido en la NBA.
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Fecha
3 de mayo de 1987
Partido, resultado y lugar
Milwaukee Bucks 102 - Philadelphia 76ers 89
Mecca Arena de Milwaukee
Relevancia histórica
Julius Erving fue una de las figuras más conocidas y veneradas de los años 70 y 80 en la NBA. Un jugador generacional que cambió la forma de ver el juego, con un físico de otra época, un salto vertical muy superior y una batería de recursos técnicos que en los años siguientes acabaría por establecerse en las nuevas hornadas de jugadores.
El Doctor J afrontó la temporada 1986-1987 como un "último baile" al más puro estilo Dwyane Wade, recibiendo honores en la mayor parte de las canchas de las que se dispidió. A estas alturas, Erving formaba parte del panteón de la NBA y atesoraba un anillo de campeón conseguido en 1983, e innumerables galardones individuales que lo convertían en una figura importantísima del momento.
En aquellos Playoffs, los 76ers estaban viviendo un momento complicado, con un plantel que vivía sus últimos coletazos y necesitaba un vuelco. Con veteranos como Mo Cheeks o el propio Erving, más estrellas emergentes como Charles Barkley, los Milwaukee Bucks les sacaron en la primera ronda con un 3 a 2, haciendo gala de un gran juego colectivo.
Aquel 3 de mayo supuso el final de la temporada de los 76ers, pero también el final de la carrera de Julius Erving. 11 campañas en la NBA, y 7 más en la difunta ABA que le forjaron una reputación a la altura de pocos jugadores.
El protagonista
Erving se despidió del básquet con 24 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 3 robos en 40 minutos. Un adiós a la altura de los más grandes y que abandonó la NBA cayendo en la cancha como un guerrero más.
Un jugador constante en el que los años nunca parecieron afectarle, despidiéndose de la competición con una media de 16 puntos y 4 rebotes en su última campaña. Erving siempre será recordado como uno de los impulsores del concurso de volcadas y precursor del alero moderno de brazos largos que decádas después plagaría la NBA.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.