NBA Playoffs 2020: El incalculable valor de Marc Gasol para el sistema de Toronto Raptors

Author Photo
Gasol

En muchas ocasiones los análisis más acertados son los más simples, aquellos en los que apenas se quedan en la superficie. Sobreanalizar o sobrerreaccionar a un hecho, especialmente en el baloncesto, es casi tan peligroso como caer en lecturas simplistas. Es un hecho que Marc Gasol no está anotando en estos Playoffs, donde promedia 6,5 puntos con un 43% en tiros de campo y un 15% desde el triple. Esta es una realidad indiscutible. Sin embargo, es preciso ahondar mucho más en lo que rodea a esta situación, sin intentar justificar o defender lo indefendible, porque en el baloncesto prima la escala de grises por mucho que la tendencia sea blanco o negro.

MÁS | Tres cosas a observar en el Raptors-Celtics

Este deporte en concreto tiene la particularidad de que suceden muchas más cosas de las que el ojo humano puede captar a lo largo de una única posesión. Cortes, bloqueos, gestos o el simple posicionamiento de las piezas determina la manera que se desarrolla un ataque y cómo responde la defensa y a la inversa. El rol de Gasol en sus más de 10 temporadas en la NBA había sido tremendamente protagonista, inmerso dentro del sistema de Memphis Grizzlies, el pivote catalán se erigió como uno de los pilares del ataque con su habilidad para el pase unida a un gran abanico de recursos al poste que lo llevaron a ser tres veces All-Star y dos veces All-NBA, el máximo reconocimiento que otorga la liga en términos posicionales. 

A su llegada a Toronto Raptors el pasado curso su papel cambió radicalmente. Ya no era necesario que fuese él quien asumiera un alto volumen ofensivo, pues había otras armas como Leonard, Lowry o los incipientes Siakam y VanVleet, por lo que su rol mutó a algo más concreto pero, quizás, más importante: eje del sistema. Porque como analizamos en la previa de la reanudación, todo el sistema de Nick Nurse ha pivotado alrededor de la capacidad de creación y de las lecturas de Gasol con el balón en las manos y solo en su ausencia el equipo se vio obligado a adquirir una dimensión completamente diferente, más pobre de detalles a media pista (tremendamente efectivo gracias a los bases, no obstante). Con Marc el equipo fluye, en su concepto más fiel, el balón transita de lado a lado con él como inversor, encontrando a jugadores sin balón que obligan a sus rivales a ajustar en función y a estar pendientes de infinidad de variables gracias a los juegos por tríos o parejas.

MÁS | Ibaka: "Todavía nos queda trabajo por hacer"

La necesidad de poner en valor el trabajo de Gasol en los Raptors viene dada por una más que creciente visión sesgada de lo que el catalán realiza en la cancha en función de sus estadísticas tradicionales. Lo que hace rico al baloncesto es la interconexión de piezas así como la intervención de incontables variables. De este modo, el hecho de que alguien anote no suele venir dado tanto por una determinación individual concreta, sino de la sinergia entre todo el equipo. Desde la jugada marcada en el tiempo adecuado, la lectura de la defensa (si persigue, si es conservadora, si cambia...), la fuerza y precisión de los pases, qué jugadores intervienen, el espacio ocupado y el potencialmente ocupable así como una infinidad de factores. Todo ello es lo que hace exitosa o desastrosa una ofensiva y es en este trabajo tan dificilmente mesurable en lo que Marc Gasol está siendo determinante y fundamental en la remontada de los Raptors.

Gasol

En los dos últimos partidos Toronto ha sido +11,5 puntos de net rating mejor (diferencia entre eficiencia ofensiva y defensiva) con Gasol en cancha, consiguiendo 107.7 de offensive rating y encajando apenas 96.2 en defensa cuando esté está sobre la pista. En contraste, cuando Marc ha descansado (un total de 44 minutos), los guarismos de los canadienses han empeorado hasta un -3,3 de net rating con 103,4 en ataque y 106,7 en defensa, lo que supone una considerable caída que sirve para poner cierto contexto sobre lo que se venía diciendo anteriormente. Pero los datos no se quedan solo ahí pues el ratio de asistencias/pérdidas del equipo aumenta a 3,3 pases de canasta por cada balón perdido con el español a 1,1 cuando este abandona el campo.

Los números a veces pueden parecer fríos y que no representan la imagen completa. Por ello, es preciso echar un vistazo al video, al juego real, para comprobar si estos guarismos tienen un traslado a la cancha y no son únicamente estadísticas descontextualizadas. Aquí entra en juego los intangibles del baloncesto que, por fortuna, se pueden mesurar hasta cierto punto. Marc está promediando 4 asistencias en los dos últimos partidos contra Boston Celtics que se han traducido en victoria canadiense, pero su aportación va más allá y se refleja en las screen assist, aquellas acciones en las que gracias a un bloqueo el jugador que lo recibe o sus compañeros han conseguido anotar. En esa muestra de dos encuentros, el catalán ha colocado una media de 3,5 por partido, produciendo 9 puntos por noche, por delante de otros como Nikola Jokic, Giannis Antetokounmpo o Ivica Zubac y siendo el tercero que más en ese lapso solo superado por Daniel Theis (5,5 y 12 puntos) y Bam Adebayo (4,0 y 10 tantos). 

Vamos a echarle un vistazo al video:

El hecho de contar con dos manejadores del nivel de Lowry y VanVleet que tienden tanto al tiro tras bote hace de Gasol un jugador imprescindible, más aún contra los Celtics cuyo defensor primario del base rival suelen ser Jayson Tatum, Marcus Smart o Kemba Walker, de dimensiones físicas considerablemente menores a las del catalán. Esto hace que ambos jugadores de los Raptors puedan ejecutar acciones de snake (cambio de dirección tras el bloqueo directo), bien de hold dribble (aguantar al defensor en la espalda para cambiar de ritmo o dirección) o simplemente pasar la pantalla y lanzar tras el drible.

Los ángulos del bloqueo que ejecuta Marc y las distancias en los que se producen facilitan enormemente la realización de jugadas de este tipo, pues en caso de no tener claro el lanzamiento hacen que el manejador pueda atacar al interior hundido a contrapie.

El otro punto clave está en la creación con balón, es decir, en los pases, cuya calidad está fuera de toda duda, pero que su realización a un alto nivel dado el contexto de Playoffs y lo homogéneos que pueden llegar a ser los defensores de los Celtics por sus similitudes físicas y compenetración hacen que las Elbow Series de Nurse puedan resultar insuficientes en algunas ocasiones. Sin embargo, es aquí donde Gasol marca la diferencia entre un ejecutor del sistema y alguien que verdaderamente ha estudiado a su rival y comprende el desarrollo de una jugada.

En la primera secuencia Gasol se da cuenta de que Tatum está negando y sobredefendiendo la línea de pase además de que la defensa del lado débil es inexistente al haber llegado en transición. Un simple gesto basta a Siakam para cortar a canasta en puerta atrás y sumar de manera relativamente sencilla.

En la segunda, la gravedad ofensiva generada tras el pick&roll entre Lowry y el español genera que toda la defensa de Boston colapse en torno al balón, lo que según las reglas de Toronto hace que el resto de los que no están involucrados mantengan su posicionamiento alrededor del perímetro a la espera del pase en short roll que llega con destino de OG Anunoby después de una aventurada ayuda de Smart. Misma situación e igual lectura al contexto antes referido, esta vez sobre penetración y tras un movimiento en compás de Gasol desde el poste que sabe bien que VanVleet sigue asentado en el exterior para redistribuir desde ahí el balón. 

La última es un ejemplo perfecto de todo lo que se viene apuntando en esta pieza. Continuamente el español busca un pase más, una ventaja a través del movimiento del balón, siempre de manera desinteresada pese a disponer claramente de un tiro cómodo, entendiendo que la inversión continua de la bola hace que las defensas se relajen o estén descolocadas y permitiendo a Anunoby tener un tiro abierto.

Con Marc Gasol es complicado siempre establecer una norma. Los números tradicionales se quedan en ocasiones cortos para entender su impacto, aquel que del mismo modo que en Toronto sirvió para hacer de España Campeona del Mundo. Por cierto, con iguales guarismos desde el tiro: 42% en tiros de campo y 22% en triples. En definitiva, el baloncesto tiende a ser el deporte de los grises y suele necesitar un análisis más pausado por la infinidad de factores que intervienen. Una canasta no es más que la expresión individual a un acto colectivo y de canastas sabe bastante Marc.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.