Durante un instante, el silencio se apoderó del Oracle Arena: Stephen Curry intentó robarle la pelota a Clint Capela en el duelo entre Houston Rockets y Golden State Warriors y sufrió una lesión en su dedo medio de la mano izquierda que, ni bien finalizada la jugada, lo obligó a marcharse rumbo al vestuario.
Las imágenes eran elocuentes: su dedo no lucía normal. Recién se habían jugado cinco minutos del primer cuarto de un segundo partido tan apasionante como accidentado. Steph, con Golden State en ventaja por 10-5, abandonó el campo y se dirigió a los vestidores para hacerse exámenes a fin de determinar la gravedad de la lesión.Warriors’ Stephen Curry suffers apparent finger injury on left hand in Game 2 vs. Rockets pic.twitter.com/CptUrmZFkm
— Ben Golliver (@BenGolliver) May 1, 2019
El susto duró apenas unos minutos. Curry regresó al partido después de que una radiografía descartara una fractura y confirmara que Steph tenía apenas un dedo dislocado. Aún así, pese al dolor y la molestia, Curry regresó y encestó un par de triples para desatar la locura en un Oracle Arena que minutos antes temía por la salud de una de sus estrellas.Antes, Steph Curry se había marchado antes a los vestuarios por una lesión en su mano. Tiene dislocado el dedo del medio de su mano izquierda pero volvió al juego#DubNation#NBAPlayoffspic.twitter.com/oOo3UfFGVP
— Locos x la NBA (@LocosxlaNBA) May 1, 2019
Curry still draining 3s with a dislocated finger. Sheesh. pic.twitter.com/OJTcsc0ocg
— Bleacher Report (@BleacherReport) May 1, 2019