NBA Playoffs 2019: Portland Trail-Blazers da la sorpresa frente a Denver Nuggets y se clasifica a la final del Oeste

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CJ McCollum

Porltand Trail Blazers consiguió la hazaña en Denver, venció a los Nuggets por 100-96 tras remontar una desventaja de 17 puntos y se quedó con un séptimo partido que le permitió clasificarse a la final del Oeste, donde enfrentará a Golden State Warriors. Con un CJ McCollum brillante y un Damian Lillard deslucido que apareció en el momento justo, los Blazers enterraron las chances de unos Denver Nuggets que apenas encontraron en Nikola Jokic un argumento para creer. 

CJ se convierte en estrella

CJ McCollum sostuvo la ofensiva de Portland Trail Blazers desde bien temprano. Con un Damian Lillard desconocido, fue el escolta quien asumió el liderazgo ofensivo de un equipo que no encontró soluciones tampoco en su segunda unidad. 

CJ marcó 15 de los 39 puntos en una primera mitad demasiado ineficaz para los Blazers, parcial en el que encestó el único tiro de tres puntos de su equipo: lanzaron 30.4% de cancha (14-46) y 7.1% de tres puntos (1-14). El combinado de Terry Stotts debió agradecer irse al descanso apenas nueve puntos por debajo en el marcador (48-39). 

Su tercer cuarto fue un show: marcó 14 puntos en 12 minutos y fue imparable para la defensa de los Nuggets, enfocados en un Lillard que no anotó y apenas intentó tres lanzamientos en ese marco temporal, aunque se dedicó a activar a sus compañeros con cinco asistencias. Un doble suyo, siempre en la pintura, le permitió adelantarse al final del tercer período por primera vez en el partido (71-70), aunque dos libres de Monte Morris le permitieron recobrar la ventaja a los Nuggets. 

Por si fuera poco su aporte en ataque, también apareció en defensa en un momento trascendental del partido con una tapa fabulosa a Jamal Murray en una transición que se había construido tras una tapa de Jokic a Lillard en el otro costado. 

Si alguien dudaba de su condición de estrella, fue la noche de la consagración para CJ con un cierre en el que también se mostró como un jugador clutch: con 29 segundos para el final, tomó la pelota y se hizo cargo de la última jugada, aislado contra Torrey Craig, para encestar un doble que le dio la ventaja de tres puntos a Portland. McCollum finalizó con 37 puntos -máxima de un jugador de Portland en un séptimo partido-, 9 rebotes, una asistencia, un robo y una tapa con una efectividad del 58.6% de cancha (17-29). 

Poco pero en el momento justo

El reloj tardó pero finalmente marcó el Dame Time. Parecía que iba a ser una noche para el olvido de Damian Lillard, quien se mostró errático desde bien temprano. El base estrella de Portland, figura en la primera ronda frente a Oklahoma City Thunder, no convirtió durante los doce minutos del primer parcial: lanzó 0 de 5 de cancha. La defensa colectiva de los Nuggets funcionó, especialmente con el ajuste de Michael Malone cuando se daba el emparejamiento con Jokic, quien lo perseguía y obligaba a descartar el balón para que resuelva otro de sus compañeros. 

Lillard, quien sufrió una marca asfixiante durante todo el partido, recién pudo anotar por primera vez en el partido a falta de cinco minutos para el cierre del segundo cuarto, aunque no le sirvió para cortar con su sequía: finalizó apenas con un tiro de campo encestado en nueve intentos y siete puntos producto de un doble y cinco libres. La sequía otra vez se extendió durante el tercer cuarto, instancia en la que no marcó puntos pero repartió cinco asistencias y capturó cuatro rebotes. 

En el último parcial, encestó su primer triple del partido en el momento justo: con 8.51 para el final, se elevó desde el perímetro y extendió la ventaja de los Blazers a cinco unidades (81-76). Repitió con poco más de tres minutos para el final, desde el vértice izquierdo de la línea de tres, para mantener una ventaja de siete tantos (92-85). Lillard no tuvo una buena noche en general pero apareció en dos momentos claves para escoltar a McCollum. Lillard rubricó una planilla de 13 puntos, 30 rebotes, 8 asistencias y 3 robos en 45 minutos. Pese a su ineficacia (3-17 FG y 2-9 de tres), apareció en el momento justo para liderar a su equipo rumbo al triunfo. 

La lesión de Hood 

Rodney Hood fue un jugador clave en la serie frente a Denver Nuggets, el factor X con su producción ofensiva. En sintonía con su equipo, no estaba siendo una buena noche del revulsivo que posee la segunda unidad de los Blazers, jornada que se transformó en una pesadilla cuando a falta de cinco minutos para el final del tercer cuarto debió marcharse al vestuario tras quedar enganchado en una cortina con Torrey Craig. 

Los Blazers informaron que Hood sufrió una hiperextensión de su rodilla izquierda y rotularon su regreso al partido como "cuestionable". Hood nunca volvió. 

La soledad de Jokic

El serbio debió acarrear una vez más en soledad de un equipo que se atascaba sin él en cancha. Ni siquiera su presencia y las ventajas que genera para sus compañeros fueron suficientes porque ninguno de sus compañeros encestó un triple en todo el partido. Fue el propio Nikola Jokic quien convirtió los únicos dos lanzamientos de los Nuggets en una noche para el olvido del combinado de Michael Malone que cayó en su cancha, ante su gente, pese a la ventaja de 17 puntos que alcanzó a disfrutar durante la primera mitad. 

Tendrá un sabor aún más amargo Jokic, después de fallar un libre a 11 segundos del final que le impidió recortar la desventaja a un punto. Pese a su cierre deslucido, Jokic finalizó la noche con apenas 29 puntos, 13 rebotes, 4 tapas y tan solo 2 asistencias, una cifra que demuestra la nula ayuda que recibió de parte de sus compañeros. 

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