Giannis Antetokounmpo puede haber sido el autor de la volcada del año. The Greek Freak, máximo candidato a MVP en lo que va de la temporada, le hizo un póster a medida a Jon Leuer, ex Milwaukee Bucks (elegido en el Draft 2011 por la franquicia). La cálida bienvenida del griego a Leuer dispara la discusión: ¿Cuáles son las mejores cinco volcadas del Siglo XXI? De gustos no hay nada escrito, pero está claro que estas cinco ocupan un lugar dentro de los más altos escaños del panteón de las volcadas del nuevo milenio.
#5 – Antetokounmpo sobre Leuer
La razón por la cual hacemos este conteo. Giannis, con esta volcada, inventa un nuevo movimiento: el fade-away dunk, algo así como la volcada en retirada. ¿Por qué? Porque miren el brazo: se aleja al máximo del defensor y del aro para después caer cual martillo con una fuerza que habría que analizarla con un par de físicos para calcular correctamente. Antetokounmpo continúa en la senda correcta para llevarse el MVP y podemos decir que el 1 de enero de 2019 tenemos la mejor volcada de la temporada. ¿Qué podría superar a esto? Bueno, algo como las cuatro que siguen.
#4- DeAndre Jordan sobre Brandon Knight
¿Quién no recuerda el día que Brandon Knight conoció la muerte y volvió? Fue en 2013, y la acción del pivote que hoy acompaña a Luka Doncic en su primer año de la NBA nos deja mucha tela para cortar. Primero, ¿qué quiso ir a buscar Knight? ¿Qué pensó en ese microsegundo cuando saltó para interceptar el alley-oop? ¿Acaso se olvidó de que Jordan mide exactamente 20 centímetros más y es un fenómeno de la naturaleza que en ese entonces tocaba el final del tablero? Una vez que sucede el asesinato, no hay que dejar de ver las reacciones. El banco de suplentes cae al ritmo de Knight, mientras que Matt Barnes, en la esquina inferior de la cámara, sale corriendo como si hubiera visto la muerte en primera persona. La cara del mismo perpetrador de tal acción también es épica.
#3. Vince Carter sobre Alonzo Mourning
No se puede no incluir al mejor volcador de todos los tiempos, Vince Carter. Estamos en 2005, y Alonzo Mourning, ya con 35 años, es probablemente uno de los mejores protectores del aro que ha visto la NBA. Dwyane Wade, compañero de Zo, dijo después del partido: “Es probablemente una de las mejores volcadas que se ha visto en la historia de la NBA. Fue realmente increíble”. El número tres de Carter está aquí por toda la secuencia: el drible por detrás de la espalda y luego la elevación, el contacto con el hombre, la permanencia en el aire y el martillazo posterior. Completito.
Como explicaría Vince más tarde. “Si sabés que el que viene con la pelota es un volcador y vos, como defensor, no saltás antes que él, no tenés chance de bloquearlo”.
#2. Derrick Rose sobre Goran Dragic
¿Qué tan raro es un póster en transición con la pelota siendo volcada con ambas manos? Bueno, la de Rose es todo eso más el foul. Acá, igualmente, hay créditos para ambos. Uno para Gordan Dragic por tenerse toda la fe que un jugador de básquet se puede tener, pensando que la mejor decisión es ir por la tapa al, en ese entonces, mejor jugador de la NBA (MVP más joven de la historia). En vez de tomar la correcta decisión de negocios, el esloveno intentó ir por la épica.
Lamentablemente, la épica quedó en manos del 1 de Chicago, que se elevó tanto y tan bien que la volcó con ambas manos. El crédito acá va por la caída perfecta cual gimnasta profesional: a pesar de la elevación, la velocidad y el contacto, Rose cae perfecto con ambos pies (sanos en ese entonces) listos para el festejo posterior.
#1. LeBron James sobre Jason Terry
A veces no se puede ni mirar. Sucedió en 2013, con el Rey todavía en South Beach. La volcada fue tan brutal que LeBron se ganó una falta técnica que parece ser pura misericordia de parte de los jueces. Todo comienza por una avivada de Flash Wade, que le roba la pelota a Jason Terry (sí, todo mal le salió) y mete un pase sin mirar para que Miami se convierta en un show de los Globber Trotters y JT el rival que finaliza en el piso, cuasi muerto.
La cámara lenta es aún más impresionante. Terry gira la cabeza abajo del aro y se encuentra con el tren que parece venir directo desde Akron, Ohio. Dicen que si se hace silencio, todavía se escuchan los ‘¡Ohh!’ en el TD Garden.
