NBA Draft 2021: ¿Cómo juegan JT Thor y Sharife Cooper? Scouting y perfil de los proyectos de Auburn

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Cooper Thor

Seguimos conociendo a los mejores proyectos del NBA Draft 2021 y en este caso llegó el turno de poner la atención en un par de jugadores que vienen de tener su temporada como novatos en los Auburn Tigers y que aparecen como candidatos para la 1° Ronda: JT Thor (9,4 puntos y 5 rebotes en 23 minutos) y Sharife Cooper (20,2 puntos y 8,1 asistencias en 33,1 minutos).

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JT Thor

JT Thor es un interior de apenas 18 años y 2,06 metros de estatura, que más allá de lo interesante que mostró en Auburn durante su única temporada NCAA, viene de ser uno de los grandes ganadores de las pruebas del NBA Combine, donde dejó en claro todo su potencial físico y atlético: su largo de brazos de 2,22 metros fue el tercero más importante entre los presentes y a la vez terminó tercero entre los interiores en la prueba de velocidad entre conos y segundo en la del sprint de 3/4 de campo. No es demasiado alto, pero compensa con esas otras excelentes herramientas naturales.

El principal potencial de Thor como jugador ofensivo pasa por su juego perimetral. Tomó nada menos que 4,8 triples por cada 40 minutos en Auburn y aunque su porcentaje de acierto no fue el mejor (30%), tiene un claro futuro como un cuatro o cinco abierto. Su casi 75% desde la línea de libres es otro buen indicativo sobre su toque. Además lanzó un 37% en triples sin la marca encima y un destacado 44% en dobles largos. Claro margen para desarrollar esa parte de su repertorio.

No va a ser alguien que va a generar desde aclarados o crear frecuentemente con el balón en su poder, pero puede atacar el closeout del defensor con sus movimientos rápidos y buen toque. Debe combinar más esta faceta de su juego y no siempre conformarse con el triple a pie firme, especialmente cuando tiene la marca encima.

Buenos porcentajes como definidor y peligroso en transición o atacando espacios sin el balón.

Mostró poco en términos de juego de espaldas al aro y rara vez recurrió a la ofensiva de poste bajo. La falta de potencia física es un problema: pesa solo 92 kilogramos.

Sumó casi el doble de pérdidas (42) que de asistencias (23) durante su paso por Auburn.

El potencial defensivo de Thor es realmente interesante y es allí donde justifica la chance de ser un pick de 1° Ronda. Ya mencionamos que cuenta con excelentes condiciones naturales y a eso le agrega buena dedicación y energía, aún cuando hoy pueda perder frente a rivales más fuertes en el choque físico. Buen rendimiento e instintos como rebotero defensivo y promedió 2,4 tapas y 1,4 robos por cada 40 minutos.

Lo interesante es que parece tener la agilidad suficiente como para también dejar su impacto defensivo en el perímetro, algo que combinado con sus brazos súper largos lo vuelven una amenaza a la hora de los closeouts a tiros exteriores. Debe seguir evolucionando en términos de fundamentos y ángulos para sellar la penetración, pero tiene un buen futuro en este sentido.

Sharife Cooper

Sharife Cooper es un base de 1,85 de estatura y 20 años, que viene de ser de los jugadores más eléctricos de la pasada temporada NCAA mientras estuvo en cancha: apenas disputó 12 partidos, con una media de 8,1 asistencias que lo hubieran dejado en el segundo escalón a nivel nacional de haber calificado para esos rankings en términos de presencia. Si a eso le sumamos que anotó por encima de los 20 puntos, entendemos por qué hay interés en él como un posible pick de 1° Ronda.

Desde 1992 a la fecha, los únicos freshman que promediaron al menos 20 puntos y 8 asistencias en la NCAA fueron Sharife Cooper y... Trae Young.

Lo mejor de Cooper como proyecto pasa por su habilidad y creatividad con el balón en las manos. Excelente combinación de drible, velocidad y agresividad para atacar a las defensas, ya sea desde el pick and roll, en aclarados o a campo abierto. Realmente difícil de mantener en frente.

Su agresividad lo llevó a vivir en la línea de libres: tomó 8,6 tiros libres por partido y anotó el 83% de ellos.

Claro que a la hora de crear con el balón, Cooper no solo destaca atacando la pintura, sino también generándole puntos fáciles a sus compañeros, como ya vimos con su número altísimo de asistencias. Crea ventajas contra la defensa y sabe aprovechar esos espacios con sus penetraciones y descargas. Especialmente peligroso en transición. ¿A mejorar en este aspecto? El cuidado del balón. Sumó demasiadas pérdidas y toma riesgos constantemente.

Los problemas que limitan a Cooper como proyecto son dos. El más obvio es la altura. Es un base bajo y para alguien que vive de su capacidad para llegar hasta el aro, eso puede traer inconvenientes grandes. Ya tuvo porcentajes bajos como definidor en la NCAA y seguramente la tendrá aún más difícil para terminar entre los interiores NBA. Debe consolidar una flotadora que mostró ocasionalmente, pero que aún no domina.

El otro gran déficit de Cooper en ataque es la falta de tiro externo y su floja selección de tiro. Tomó 5,7 triples por 40 minutos, una cifra muy elevada, pero apenas anotó el 23% de ellos, con un 27% en los tiros de tres en catch and shoot y un 19% en los que tomó desde el drible. Tampoco mostró un disparo en movimiento en la media distancia y su mecánica de lanzamiento es realmente floja.

Defensivamente, Cooper también muestra deficiencias importantes, empezando por su estatura, pero siguiendo por cierta falta de fundamentos, concentración e intensidad. Es muy ágil y puede mantenerle el paso a su defendido cuando está enfocado, pero aún en esos casos va a sufrir frente a rivales más grandes y fuertes. Tampoco mostró buenas manos para robar balones en esas defensas de penetración, aunque en su favor sí dio un buen rendimiento como rebotero. De todas maneras, sufrió en la NCAA y podría volverse un blanco fácil para las ofensivas NBA.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.