Seguimos conociendo a los mejores proyectos de cara al Draft de la NBA y en este caso le llega el turno a BJ Boston, perimetral surgido de Kentucky. El oriundo de Georgia era considerado uno de los mejores talentos de esta clase 2021, al punto de llegar a los Wildcats calificado como el cuarto mejor de la misma, solo por detrás de Cade Cunningham, Jalen Green y Evan Mobley, hoy favoritos al Top 3 del orden.
Sin embargo, su 2020-2021 no fue buena, promediando 11,5 puntos y 4,5 rebotes con un 35,5% de campo para un Kentucky de floja actuación. ¿Cuáles son esas características que lo llevaron a ser considerado un proyecto de élite?, ¿Y cuáles de ellas aún podrían reaparecer en un futuro, más allá de su mala última campaña? Lo analizamos a continuación.
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Lo primero que destaca de Boston son sus muy buenas herramientas físicas: mide 2,01 y tiene brazos largos, que le dan una longitud ideal para las posiciones de escolta y alero. Además es un atleta fluido, aún sin tener súper la explosión de algunos de sus colegas. En este sentido, su principal limitante es la falta de potencia física: pesa solo 85 kilos, marca más baja entre todos los jugadores de +2 metros que pasaron por el último Combine.
El atractivo de Boston como proyecto pasaba porque además de sus condiciones naturales, se mostraba como un perimetral anotador, capaz de lastimar desde el perímetro o crear su propio tiro desde el drible. Tuvo flashes de esa creación en Kentucky, incluso resolviendo desde aclarados.
También hubo tramos en los que destacó su capacidad triplera, lanzando a pie firme o moviéndose entre cortinas indirectas.
El problema es que solo se quedaron en flashes. Boston fue un jugador tremendamente ineficaz en la 2020-2021, con bajos porcentajes en todas las áreas (sacando su buen 78% en tiros libres). En ese sentido, sobresalen los malos porcentajes a la hora de la definición: apenas un 46% dentro del área restringida, un número muy bajo para un jugador de sus características. La falta de potencia lo limitó completamente en ese aspecto.
Sus porcentajes con el tiro exterior también fueron malos: 30% en triples y 23% en dobles largos. A su vez, hablamos de un jugador con una mala selección de tiro, forzando disparos, abusando por momentos del individualismo y ofreciendo muy poco en términos de generación para sus compañeros. Juega como un anotador, pero no lo fue en Kentucky.
Defensivamente Boston fue algo más productivo y tiene un potencial interesante, con una buena combinación de longitud y velocidad, además de un sólido nivel de energía. Su mayor aporte llegó a la hora de meterse en líneas de pase: 1,7 robos por cada 40 minutos. Correcto rebotero.
De todas maneras, aquí también lo complica su falta de kilos. No fue demasiado seguro marcando uno contra uno, permitiendo un elevado 8-17 de campo en esas jugadas. Sin la potencia como para terminar de aprovechar su longitud y complicar más las penetraciones en su contra.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.