NBA Draft 2021: Scouting de Nah'Shon Hyland, Jericho Sims y AJ Lawson, tras su paso por el Combine

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Hyland

Seguimos conociendo a los mejores proyectos del NBA Draft 2021 y en este caso pondremos la atención en el reciente Draft Combine, donde varios de estos jugadores salieron a la cancha, no solo realizando diferentes pruebas y mediciones físico-atléticas, sino también disputando cada uno un par de partidos. En esta primera parte de nuestro scouting del evento, tendremos el foco en tres de los nombres más destacados del Equipo 1: Nah'Shon Hyland, Jericho Sims y AJ Lawson.

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Nah'Shon Hyland

Hyland

Hyland fue uno de los ganadores claros del Combine. Primero, por lo interesante que fueron sus mediciones físicas: buena altura para la posición de base (1,92 metro), pero ayudado por brazos extremadamente largos (envergadura de 2,06 metros). Piensen en un perfil parecido al de Dejounte Murray. A eso le agrega buenas condiciones atléticas, sobre todo en términos de agilidad (guardia más veloz en la prueba de agilidad del Combine). Eso sí: su falta de kilos es notable (77 kilos) y de ahí el apodo de Bones.

Hyland ya había tenido una muy buena temporada 2020-2021 en VCU, promediando 19,5 puntos, 4,7 rebotes y 2,1 asistencias, lanzando un 37% en triples en su segunda campaña NCAA, siendo elegido como el Jugador del Año en la Conferencia Atlantic-10. Pero si eso no alcanzara, su paso por el Combine probablemente termine de consolidarlo como un pick de 1° Ronda o en el peor de los casos, inicio de la 2°.

Su principal virtud pasa sin dudas por su capacidad anotadora. Especialmente desde el perímetro: en sus dos años en VCU promedió la barbaridad de 9,4 triples por 40 minutos y a pesar del altísimo volumen, anotó 40% de ellos. Algo irregular con el lanzamiento desde el drible, pero muy certero a pie firme. Alcance 100% NBA y más allá. Confianza pura de tirador, aún si eso lo lleva a forzar algunos disparos.

Hyland también puede crear su tiro y llegar hasta el aro. Allí puede tener algunos problemas por su falta de altura y kilos, pero se las arregla para definir, mostrando buenos recursos en la pintura. Excelente desde la línea de libres: 86%. Acostumbrado a crear desde el pick and roll, lo cual parece darle una buena proyección como esos guardias anotadores que vienen desde la segunda unidad, al estilo Lou Williams o Jamal Crawford.

El otro aspecto ofensivo donde Hyland es brilla es en transición. De hecho, el 23% de sus posesiones en la 2020-2021 llegaron a campo abierto, donde realmente vuela. Un factor que lo ayuda en ese sentido: su capacidad para cortar balones, promediando 2,3 robos por 40 minutos.

En defensa, Hyland tiene excelentes herramientas ligadas a su longitud y agilidad, además de su capacidad para cortar balones. Sin embargo, todavía no es un especialista ni mucho menos. Su falta de kilos lo complica aquí y muchas veces le vemos la tendencia a buscar el robo, en lugar de concentrarse a negar la penetración. En ambos costados es un jugador que toma riesgos, para bien y para mal.

No se destaca como organizador de juego. Lo suyo es anotar. Sumó más pérdidas (74) que asistencias (50) en la 2020-2021... otro factor que hace difícil proyectarlo como un base titular, sino como alguien que pueda ser revulsivo desde el banco.

Jericho Sims

Sims

Jericho Sims fue otro de los que se llevó un balance gratísimo del Combine. Para empezar, hablamos de un pivote de 2,09 metros con brazos larguísimos (terceros más largos de las mediciones) y sensacionales dotes atléticos. De hecho, las 44 pulgadas que saltó en la medición no solo fueron la segunda marca más elevada del Combine, sino una cifra completamente inusual para un interior. Sims juega por arriba del aro sin problemas y a diferencia de otros proyectos de su estilo, tiene un cuerpo que ya parece listo para la NBA, luego de jugar cuatro años NCAA.

Ofensivamente hablamos de un jugador limitado. Nunca pasó de los 9 puntos de promedio en sus cuatro temporadas en Texas y sus conversiones llegan casi exclusivamente en situaciones de definición. Clásico pivote que va a sumar gracias a lo generado por sus compañeros, terminando alley-oops, cortando sin la bola, cayendo en el pick and roll, corriendo la cancha o atacando al tablero ofensivo. En su favor: es extremadamente efectivo en esa función, tal como lo demuestra el 70% de campo que registró en la 2020-2021.

Fuera de eso, no hay mucho para destacar en este costado: no anotó un solo triple en su carrera en Texas y tampoco domina el tiro a media distancia; lanzó un 52% en tiros libres; no destaca como pasador y no tiene buen toque para hacer pesar sus condiciones naturales jugando uno contra uno en el poste bajo. Rol claro: terminador de jugadas.

Más allá de lo que da en ataque, está claro que es en defensa donde el potencial de Sims es mucho más alto. Excelentes herramientas para destacar, pero también muestra buena dedicación y energía. Es un jugador que entiende su rol y juega duro. Buen rendimiento rebotero, buena producción en tapones (aunque no al nivel que uno esperaría: 1,8 por 40 minutos) y algo clave: demostró muy buena agilidad para mantenerse frente a perimetrales cuando tuvo que salir de la pintura. Si tiene minutos NBA será por su su trabajo aquí.

AJ Lawson

Lawson

Lawson también fue capaz de mostrar virtudes interesantes en el Combine. En su caso hablamos de un 2-3 de 2 metros de estatura y súper atlético, que viene de promediar 16,6 puntos, 4,1 rebotes y 1,2 asistencias en su tercer año en South Carolina. Su potencial es interesante, aunque tiene que madurar la mayoría de los aspectos de su juego, empezando por trabajar su físico: solo pesa 81 kilos.

En ataque, Lawson es hoy un tirador: tomó 8 triples por partido en la 2020-2021, convirtiendo el 35% de ellos, intentando mayormente en catch and shoot.

Bastante certero a pie firme, pero realmente muestra muy poco en cuanto a lanzamiento desde el drible, ya sea a larga o media distancia. Cuando intenta en esas áreas, no tiene buenos resultados.

Lawson es un jugador explosivo que puede llegar hasta el aro gracias a esas virtudes, pero si bien ocasionalmente puede crear su tiro y penetrar, está lejos de ser un especialista a la hora de jugar con el balón: solo el 5,3% de sus posesiones llegaron vía pick and roll y el 7,3% en aclarados. Ofrece poco y nada como pasador (solo 1,2 asistencias en 31,3 minutos en la temporada pasada). Su bajo porcentaje en libres (70%) también lastima su proyección como anotador. Cuando no logra volcarla, su toque alrededor del aro no luce demasiado seguro.

Eso sí, a cancha abierta es todo una amenaza y también destaca cortando sin la bola.

En defensa, Lawson tiene una buena combinación de altura y dotes atléticos, mostrándose como un especialista a la hora de cortar balones (1,5 robos en la 2020-2021). En su contra, tiene brazos cortos para su estatura y la falta de potencia física lo limitará frente a aleros y perimetrales NBA más fuertes. Sólida dedicación y energía en este campo, pero probablemente necesite transformarse en un especialista para ver minutos NBA consistentes.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.