Los Detroit Pistons se ganaron la Lotería... literal y figurativamente. Es que no solo fueron beneficiados por el sorteo habitual previo al Draft con el primer pick, sino que además lo hicieron en un año que cuenta con un premio gordo: un proyecto fenomenal como Cade Cunningham. Sacando una sorpresa mayúscula y más allá de los otros talentos importantes disponibles, los de Dwane Casey estarán eligiendo al perimetral surgido de Oklahoma State durante el evento que se llevará a cabo el próximo 29 de julio.
Con eso en mente, surge la pregunta: ¿cómo encaja Cunningham con las otras piezas que ya tiene Detroit? Y aún más importante, ¿cómo encajan esas otras piezas con Cade?, ¿se vuelve alguna de ellas desprendible? Veamos.
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Primero, entendamos cuáles son esas piezas. Los jugadores con contrato garantizado para la próxima campaña de los Pistons son el francés de Killian Hayes, Josh Jackson, Saddiq Bey, Sekou Doumbouya, Deividas Sirvydis, Jerami Grant, Mason Plumlee, Isaiah Stewart y Jahlil Okafor. Básicamente el núcleo joven del equipo, la máxima figura como Grant y dos interiores de experiencia como Plumlee y Okafor.
Una de las cuestiones que hace de Cunningham un gran proyecto es su versatilidad y encaje en diferentes formaciones. Puede funcionar como portabalón principal de una ofensiva, pero también compartir la base con otro jugador. Su combinación de creación con la bola, visión y tiro externo, hace todo esto posible.
Esto en principio facilitaría el encaje con un Killian Hayes con el que comparte ciertas características como un par de playmakers altos, más allá de las claras diferencias entre ambos. De todas maneras, la llegada de Cade no es la mejor noticia para Hayes, un jugador que en teoría necesita la bola en su poder para tener un impacto positivo y que puede perder brillo si pasa a ocupar una función más de tirador o de descarga. Claro que luego de su floja campaña como novato, Hayes tampoco puede aspirar a que Detroit arme un equipo para favorecer sus condiciones. Será él quien deba adaptarse a las nuevas circunstancias.
El resto de la columna vertebral de los Pistons parece estar compuesta por piezas de buen complemento con Cunningham. Sobre todo un tirador mortal como Saddiq Bey, quien debería beneficiarse de los espacios que puede generar Cade, como así también de su habilidad pasadora. La lógica indica que habrá más tiros abiertos en Detroit y Bey le sacará provecho a los mismos. Como también Grant, quien ya no tendrá toda la atención defensiva puesta sobre él, sino que si todo va bien, podrá mejorar su calidad de lanzamientos.
Vale recordar que si bien Grant viene de una gran campaña en términos de anotación total (22,3 puntos), lo hizo lanzando un 43% de campo, cuando en las tres temporadas anteriores había estado en un 48%, 50% y 54% respectivamente.
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Todo dependerá de si Cunningham logra transformarse en ese jugador generacional que se cree puede llegar a ser en el mediano plazo, pero si eso sucede, el futuro de los Pistons ya no luce tan opaco como hasta hace algunas horas. Un quinteto con Hayes (si da un claro paso adelante), Cunningham, Bey, Grant y Stewart es un buen núcleo a desarrollar. Y eso sin contar a un Doumbouya que recordemos tiene todavía apenas 20 años.
Empieza a crecer la ilusión en Detroit.
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