NBA Draft 2019: 5 datos de Zion Williamson, el N°1 elegido por New Orleans Pelicans

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Zion Williamson

La bestia. El jugador más mediático desde LeBron James en aterrizar en la NBA. Un jugador sin precedentes a nivel de seguimiento en redes sociales. Volcadas bestiales, tapones... Una máquina de highlights y de vender entradas. Todo esto es Zion Williamson, el N°1 del Draft 2019 elegido por New Orleans Pelicans.

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Pero también es mucho más. Con su 2,01 metros de altura, unos 120 kilos de peso y un salto vertical de un metro, Zion empieza a llenar de ilusión a los Pelicans, es la la referencia post-Anthony Davis. Pero, ¿conocemos realmente al jugador?, ¿que hay detrás de esas jugadas de escándalo?

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Turno para conocer al fenómeno formado en los Duke Blue Devils

Le costó mucho abandonar Duke

#Zion

"Si pudiera volver para un segundo año en Duke, lo haría. Pero desafortunadamente no es la realidad que vivimos. La NBA es mi sueño. Es lo que he estado soñando desde que era un niño y lo que he perseguido. Tengo que cuidar de mi familia. Tengo que pensar en lo mejor para mí y mi familia. Nadie me va a odiar por esto”, contaba Zion en Slam Magazine.

Para Williamson esta temporada en Durham ha sido muy, muy especial. Tanto que se llegó a especular con que retiraría su nombre del Draft para presentarse en 2020. Su lazo con Mike Krzyzewski es fuerte, tanto que el propio Zion dijo que se quedó en shock al verse jugando para él en Duke.

Un gran poeta

Zion Williamson

Detrás de ese fiero atletismo y los destructores volcadas, Williamson esconde a todo un poeta. Bill Pell, uno de sus profesores en el instituto Spartanburg, le contó a ESPN las destrezas del número 1 del Draft con las letras.

"Espero que no le importe que diga esto, pero es un excepcional poeta. El chico realmente puede escribir", confiesa Pell.

Zion escribía sobre sus emociones aunque prefería no compartirlo con el resto de la clase, es por esto que Pell no compartió sus trabajos con ESPN. "Tenía vergüenza, no era el único".

Choque de trenes mediáticos

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Si hay dos jugadores mediáticos que aún no han pisado la NBA son, uno, el propio Zion, y LaMelo Ball, hermano pequeño de Lonzo y gran promesa de LaVar. Pues bien, estos dos jóvenes talentos se enfrentaron en instituto.

SC Supreme, equipo de Zion, contra los Big Ballers, de LaMelo. Esto ocurrió en julio de 2017, hace casi dos años. Williamson consiguió 31 puntos y 8 rebotes para la victoria de su equipo ante los 36 puntos y 9 asistencias de Ball. Como espectadores, el propio Lonzo, Damian Lillard, Andrew Wiggins y Thon Maker.

El nuevo fenómeno de Instagram

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

“Live out my dreams until my heart gives out” @dukembb #whatayear

Una publicación compartida de Zion Williamson (@zionwilliamson) el

La red social que ha catapultado a Zion es sin duda Instagram. Los vídeos de sus volcadas vienen desde high school y su punto álgido tuvo lugar durante el March Madness de este año. Una auténtica locura.

Pues bien, por comparar. Luka Doncic, la última aparición mediática de la liga, acumula 2,6 millones. Cerca suyo quedan otros mediáticos como Donovan Mitchell (2,3M) o Devin Booker (2,4M). Sin haber pisado la NBA, Zion ya supera a estos tres con sus 3,4 millones de seguidores en Instagram.

También adelanta a All-Stars y campeones como Draymond Green (3,3M) y se queda cerca de Joel Embiid (3,6M). Tampoco queda lejos Giannis Antetokounmpo, el más mediático entre las jóvenes estrellas de la NBA, con 5,1 millones. Lo de Williamson es un escándalo en las redes.

Jugó de base en el instituto

Zion Williamson Duke

El manejo de bola de Zion y su visión de juego impresionan en directo. Si bien no es un creador de juego de élite, sorprende ver una mása atlética de ese tamaño moverse por la cancha, usar ambas manos para el pique y saber encontrar tiradores bien colocados en el triple.

Todo esto viene porque jugaba de base en los Sumter Falcons de la AAU y porque trabajó con su padrastro Lee Anderson, ex-jugador de la universidad de Clemson, sus habilidades como base. El propio Coah K admiró esta parte del jugador, que queda en un segundo plano con sus volcadas.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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