Miami Heat, del récord negativo y sin Playoffs a una temporada sólida

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Jimmy Butler y Kendrick Nunn

De una temporada a otra, Miami Heat dio un salto de calidad tremendo para posicionarse como un contendiente en la Conferencia Este. Tras un curso muy tropezado en la 2018-2019, en la Agencia Libre se movieron y lograron tener un equipo muy competitivo en una Conferencia Este que se fortaleció durante ese verano.

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Al momento en el que se suspendió la campaña 2019-2020, el conjunto dirigido por Erik Spoelstra estaba cerca de conseguir la clasificación a Playoffs con marca de 41-24, en el cuarto lugar del Este, después de que un año antes quedaron en décimo puesto de la conferencia con 39-43.

¿Qué hicieron para mejorar tanto de un año a otro? Revisémoslo…

Distintos factores hacia el éxito

Kendrick Nunn y Duncan Robinson

El roster que Miami armó para la campana 2018-2019 no se comparaba a lo de los poderosos del Este: Dwyane Wade en el ocaso de su carrera, jugadores de rol interesantes, pero sin el poder suficiente para competir en postemporada. Aquel año fue cuando Kawhi Leonard jugó con los Toronto Raptors, la campaña MVP de Giannis Antetokounmpo con los Milwaukee Bucks y unos Boston Celtics plagados de talento. Era complicado destacar con el plantel que tenían en ese momento.

Llegó el verano y la locura de la Agencia Libre. Sin el espacio salarial de otras franquicias que atrajeron a las súper estrellas, sorprendieron al firmar a Jimmy Butler, uno de los jugadores más codiciados en esos momentos. Y ahí colocaron la primera piedra para entrar en este proceso en el que rápidamente vieron resultados.

Pero gran parte de ese éxito se debe a un hombre que hasta el momento no hemos mencionado: Bam Adebayo. En su tercer año en la NBA dio un salto impresionante al grado de ponerse a la altura de los mejores pivotes de la liga y ser candidato para el Jugador de Mayor Progreso. Capaz de jugar cerca o lejos del aro, peligroso en el pick and roll, promedió 16,2 puntos, 10,5 rebotes y 5,1 asistencias.

Y además de eso, el mérito a la gerencia debe ser mayúsculo, porque hallaron dos jugadores de un perfil bajo y con contratos bajos que lograron ser parte del cuadro titular: Kendrick Nunn y Duncan Robinson, ambos después de un año en la G-League. En el caso de Robinson, obtuvo contrato de dos vías para la 2018-2019 y se convirtió en el mejor lanzador de triples para Miami, mientras que Nunn sorprendió al grado de ser uno de los candidatos para Novato del Año.

Además, realizaron un movimiento para quedarse con Andre Iguodala, resignado a jugar con los Memphis Grizzlies. Dejaron ir a Justise Winslow, su pick de primera ronda en el 2015 y que sufrió distintas lesiones, así como a Dion Waiters, quien incurrió en diversos actos de indisciplina, a cambio de Iggy, Jae Crowder y Solomon Hill. Aunque apenas se estaban acoplando (llegaron en febrero, sobre el límite del mercado de traspasos), dejaron buenas cosas.

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Fuera de esto tampoco podemos dejar a Tyler Herro, quien a pesar de sufrir una lesión que lo alejó la última parte de la campaña, fue un francotirador para el Heat promediando 12,9 puntos en 39,1% en lanzamientos triples.

En una campaña tan larga como pasa en la NBA con 82 partidos de temporada regular hay muchos altibajos, pero en lo más alto Miami venció a los Bucks, el mejor récord de toda la liga con 52 victorias y 12 derrotas. Una de las claves fue la tremenda defensa de Adebayo a Giannis Antetokounmpo.

Es una incógnita lo que sucederá con el curso 2019-2020, pero si Miami regresa en el ritmo más alto es un candidato sólido para pasar a las Finales de Conferencia y no sería sorprendente si llegara a las Finales, porque tienen el material para hacerlo.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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