Todos conocemos la versión anotadora de Kyrie Irving, esa que es destructiva para los rivales cuando está en sintonía. Siempre quedó claro que el base tiene un estilo más anotador que pasador, pero eso empezó a cambiar en esta temporada. En la noche del viernes, el ex Cleveland la rompió toda en la victoria de Boston ante Memphis (122-116), con 38 puntos, 7 rebotes y 11 asistencias que potenciaron una tendencia.
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Porque fue el segundo encuentro seguido de Kyrie en doble dígito de asistencia. Justo venía de establecer el mejor registro de su carrera, con 18 en el triunfo ante Toronto. Y hay más.
☘️ @KyrieIrving puts up 38 PTS (20 in Q3), 11 AST, 7 REB to guide the @celtics to victory in Boston! #CUsRise pic.twitter.com/de6PAjl9RG
— NBA (@NBA) 19 de enero de 2019
Irving ya suma 9 encuentros con 10 o más pases gol en lo que va de la 2018-2019, la mejor cifra en sus ocho campañas en la NBA. Ya superó los 8 duelos de este tipo que había acumulado en la 2016-2017, su último año en los Cavaliers.
"Simplemente trato de ser agresivo, de crear oportunidades para mis compañeros y para mí", analizó Irving, quien está promediando 6,8 asistencias, también el mejor registro de su carrera. Sin dudas, parece un aspecto positivo, sobre todo pensando en aquellos cortocircuitos que tuvieron los Celtics en la campaña y que el propio jugador salió a comentar varias veces. "El liderazgo comienza con lo que hacés en la cancha. Y después sigue con la manera en que servís a tus compañeros", resaltó el entrenador Brad Stevens.
Parece que Irving asumió un arma de su juego que parecía secundaria. Y así, todo luce mejor para los Celtics, que buscarán subir posiciones en el Este (5° con 27-18).