Y por fin llegó el tan esperado estreno de Dirk Nowitzki en la 2018-2019. El alemán de 40 años dejó atrás una lesión en su tobillo izquierdo que le demandó una cirugía y pudo ponerse nuevamente la camiseta de Dallas. Y por más que el duelo de la noche del jueves ante Phoenix haya terminado en derrota (99-89), es todo positivo para la leyenda.
The 🐐 is back. pic.twitter.com/iwTGt3r8C5
— Dallas Mavericks (@dallasmavs) 14 de diciembre de 2018
Fueron apenas 6m10s de acción para el ala pivote, quien ingresó cerca del final del primer cuarto y sólo jugó de corrido en esa entrada. Pero suficiente para anotar sus únicos dos puntos con un doble muy característico de su parte. "Recibí la pelota en el poste, me puse de frente y dije 'es ahora o nunca'. Me alegra haberlo convertido", dijo Dirk, quien también falló un triple (y bajó un rebote para completar su planilla) y se lamentó: "Tenía un buen tiro, pero no lo aproveché. Era el que quería meter".
Con su ingreso, Nowitzki ya es el único jugador en la historia de la NBA en disputar 21 temporadas con un mismo equipo, superando las 20 que compartía hasta el año pasado con Kobe Bryant (con Lakers).
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Y más allá de que le falta ritmo, algo lógico por los 8 meses de inactividad, las sensaciones son positivas. "Es bueno estar de vuelta en la cancha. Y me sentí bien. Obviamente que mi ritmo no fue el mejor. Después de un momento de un largo ida y vuelta, me caí como un árbol porque estaba muy cansado. Pero estoy seguro que mi acondicionamiento mejorará sobre la marcha", analizó.
Una leyenda viviente, el séptimo máximo anotador de la historia, ya está de regreso. Y es motivo para celebrar.