El acto de los Boston Celtics con los abonados de temporada trajo la mejor de las noticias posibles para la franquicia de Massachusetts. Y esta no es otra que que la continuidad de Kyrie Irving. "Mi intención es renovar el próximo año", comentó con Paul Pierce de testigo entre los asistentes.
Tras un verano repleto de rumores que apuntaban que el base, criado en New Jersey, podría poner rumbo en el verano de 2019 a Nueva York (tanto los Knicks como los Nets se habían dejado querer); el propio Irving ha sido el encargado de poner el punto final a las conjeturas sobre su futuro. Con contrato asegurado hasta el 20 de junio de 2020, podría convertise en agente libre el próximo verano en el caso de renunciar a los 21,3 millones de dólares de su player option de cara a la 2019-20.
Circunstancia que se da por descontado que acabrá ocurriendo. Ahora bien, la incertidumbre no será tal ya que, si no cambia de parecer, terminará rubricando un nuevo acuerdo con los Celtics dentro de unos meses. Contrato que podría irse hasta los 188 millones a repartir en 5 años.
Kyrie viene de disputar su primera campaña en Boston, donde llegó vía traspaso desde Cleveland en agosto de 2017. Hasta que la rodilla izquierda se lo permitió, fue el gran referente en los de Brad Stevens. No pudo disputar los playoffs, pero tras un par de intervenciones el dolor y las molestias parecen haber quedado atrás. A menos de dos semanas para el inicio de la temporada regular, todo son buenas noticias para los Celtics.