Recordamos nuestros momentos favoritos de Kobe Bryant

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Kobe Bryant tuvo muchos momentos inolvidables durante sus 20 años en la NBA. Después de las trágica noticia de su muerte, el staff de NBA.com comparte su recuerdo favorito de la leyenda.

Scott Rafferty (@crabdribbles): Kobe Bryant convirtiendo 81 puntos contra Toronto Raptors.

No vi ese partido en vivo porque era un chico de 14 años viviendo en Bélgica, así que no me iba a despertar a las 4:30 de la madrugada en un día de escuela para ver los partidos de la Costa Oeste en el League Pass. Pero lo que si hacía era despertar cada mañana y sentarme frente a mi computadora durante 15-20 minutos, repasando las estadísticas de cada partido y mirando cada highlight de la noche anterior.

Lo hacía porque estaba obsesionado con la NBA, pero además era mi forma de estar al día con todo lo que ocurría así mi entrenador de básquetbol, la persona que me metió en este deporte y que fue una gran inspiración en mi vida, y yo, podíamos debatir todo cada vez que nos veíamos.

Nada quedaba al margen en esas conversaciones: hablábamos sobre cada equipo, cada jugador, cada partido, pero nuestras charlas sobre Kobe siempre parecían comenzar de la misma forma: "¿viste lo que hizo Kobe anoche?".

Y esas conversaciones ocurrían seguido. Sus 81 puntos contra los Raptors siempre estarán presentes porque fue un momento histórico: ocurrió el día de mi cumpleaños, así que siempre estaré convencido de que ese fue el regalo de Kobe. Pero además siempre parecía haber algo de que hablar sobre Kobe, sea que había logrado un nuevo récord o que había intentado sólo tres lanzamientos en el segundo tiempo de un partido decisivo de Playoffs para demostrar algo.

Así es como siempre recordaré a Kobe.

No sólo por su grandeza dentro de la cancha, sino por las conversaciones y debates que generaba.

Micah Adams (@MicahAdams13): No se me ocurre un momento más perfecto para el final de la carrera de un jugador que Kobe convirtiendo 60 puntos en 50 lanzamientos frente a un Staples Center que explotaba, incluyendo 23 (¿qué pasa, Jordan?) tantos en el último cuarto

Ese partido tuvo todo lo que podrías querer de una actuación de Bryant.

Los "oohss" y "aahhs" mientras que él convertía tiros imposibles que desafiaban a la geometría.

Los tiros para "calentar la mano" que no paraban de ingresar al aro, uno detrás del otro.

Las miradas incrédulas del público: Shaquille O'Neal, Jack Nicholson, Jay-Z, incluso sus propios compañeros, que no podían creer lo que estaba ocurriendo.

Las entusiastas risas y la admiración de Mike Tirico y Hubie Brown, a cargo de la transmisión de ESPN en Norteamérica, que se convirtieron en fans de algo más grande que lo que cualquiera imaginaba.

La imparable tenacidad de Bryant, peleando contra el cansancio para dar lo mejor en los momentos claves y convertir el tiro que ganaría el partido.

El discurso de agradecimiento de dos minutos y medio dirigido al público, el increíble sentido mutuo de amor y aprecio entre el jugador y los fanáticos, un vínculo como ningún otro. "Mamba out".

Hay realmente mucho en lo que pienso cuando en mi mente se cruza el nombre de Kobe Bryant, mucho de lo que trasciende cualquier cosa más allá del básquetbol. Pero cuando pienso en lo que hizo sobre el parquet, ese partido será el que apreciaré con mayor cariño.

Leandro Fernández (@FernandezLea): Como cualquier otro fanático de la NBA, hay tantos recuerdos para bucear. No hay otra forma de decirlo: Kobe fue (es tan díficil no escribir "es") un Dios del básquetbol, alguien que era mucho más que un número en una camiseta. Incluso si eras un fanático de Boston Celtics, no podés hacer otra cosa que apreciar a Kobe por cuán grande fue como rival. Incluso si era la razón por la que tu equipo perdía, sentías algo de honor en ser superado por alguien como Kobe.

Pero mi memoria es más fresca en este caso. Después de las fuertes noticias del domingo, pasé horas leyendo, mirando y escuchando a Kobe. Pero no al MVP que volcaba la pelota y convertía fadeaways por toda la cancha. Estaba escuchando a la versión de Kobe post-retiro, que es ahora mismo mi Kobe favorito.

Estuve y todavía sigo aprendiendo sobre el Kobe que muchos pensaban que tendría problemas con su vida después del básquetbol, siendo un humano como todos, pero él abrazó todo eso. Ser un esposo. Ser un padre. Ser un ejemplo constante para sus hijas, su familia, para cada otra persona. Estoy aprendiendo de ese Kobe, del que siempre ponía una perspectiva en la vida, en la paternidad, en la familia, en las cosas que más importan, compartiendo sabiduría con los dispuestos a escucharlo. El Kobe que le contaba a todo el mundo que hay un camino para ser un MVP, una persona apasionada y trabajadora, incluso más allá del básquetbol.

Es natural encontrar el valor real de la vida cuando algo malo sucede. De hecho, probablemente lo estamos haciendo ahora. ¿Cuántos de nosotros fuimos a abrazar o besar a alguien querido después de enterarnos de esta tragedia? Creo que muchos (yo lo hice).

Y aún así, Kobe no necesitó algo así para vivir su vida de la forma que se supone que lo hagamos, al 110% en cada aspecto, preocupándose sobre las cosas realmente importantes. Fue un padre y esposo muy dedicado. Fue alguien que muchas personas, yo incluído, quisíeramos ser. 

No, no la súperestrella de básquetbol. Yo quiero ser como esta última versión de Kobe, el Kobe humano, el Kobe que vimos como padre.

Esa siempre será mi versión favorita.

Sergio Rabinal (@S_Rabinal): Elegir un único momento en una carrera que duró dos décadas no es fácil. Sin embargo, un recuerdo que se viene a mi cabeza es el tiro para ganar el partido que Kobe anotó frente a Phoenix Suns en el cuarto partido de los Playoffs del 2006.

Recuerdo que vi ese partido a la mañana siguiente (los problemas de vivir en la otra parte del mundo, España), y sentir que ese era su momento, el momento en el que definiría el curso del partido, para bien o mal. Kobe agarró la pelota y encaró al aro para tomar un difícil intento de media distancia con menos de un segundo restante en el reloj. Y lo convirtió.

Después de abrazarse con sus compañeros, un entusiasmado Bryant gritaba mientras se golpeaba el pecho.

Una foto que vale por mil palabras.

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Todavía me recuerdo intentando repetir esa secuencia después de haber visto ese partido mil veces. Sólo yo, el balón y el aro. Ese tipo de momentos son los que demuestran todo el impacto que generaba Kobe.

Juan Estévez (@JuanEstevez90): Kobe tuvo muchos partidos y tiros memorables, pero no hubo momento que haya disfrutado más que su último cuarto contra Utah Jazz, que incluyó unos dos minutos en los que convirtió 13 puntos consecutivos.

Ahí vimos los dos lados de su identidad. El Kobe que era un anotador incansable y el que empujaba a su equipo en los momentos más difícules. Esa noche, fue el #8 y el #24.

Sus 60 puntos en el último partido demuestran la máquina ofensiva que era, y su discurso posterior al juego fue el final perfecto para lo que se sintió como una película de Hollywood.

Mamba out.

Agustín Aboy (@AboyAgustin): Es muy difícil elegir un sólo momento, pero nunca olvidaré el último partido de Kobe.

Para mi fue muy raro ver a Kobe durante su última temporada, batallando contra las lesiones y jugando para un equipo de Los Angeles Lakers que no formaba parte de los candidatos. Yo siempre lo admiré por su gran habilidad, pero nunca alenté por él durante un partido. Como un chico y adolescente, siempre quería que los Lakers o la Selección de Estados Unidos pierda. Pero en esa última noche ante Utah Jazz, era el momento exacto para disfrutarlo completamente como un fan del básquetbol.

Y él hizo que esa noche parezca el final de una película de Hollywood, convirtiendo 60 puntos con una performance increíble en el último cuarto. Fue la "Mentalidad Mamba" en exhibición, haciendo todo lo que pudo para terminar su carrera como un crack y consiguiendo una victoria. Incluso con todo en contra, Kobe pudo despedirse con un último gran show. No podría imaginarlo yéndose de la NBA de otra manera.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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