Con la lesión de Jamal Murray, todas las miradas se dirigieron hacia Michael Porter Jr. como el destinado a ocupar el rol de anotador secundario bajo el ala de Nikola Jokic. Algo que, durante los últimos 12 partidos de temporada regular el sophomore cumplió a la perfección e incluso en el inicio de los Playoffs. Sin embargo, con el paso de los encuentros en la serie ante Portland Trail Blazers el alero ha ido quedando más expuesto y su rendimiento se ha ido deteriorando hasta tocar fondo en el Juego 4.
En el cuarto duelo de la serie, en el cual los Nuggets fueron superados ampliamente por 115-95, Porter Jr. fue una sombra de su nivel habitual. Desaparecido en ataque, sin tocar balón en muchas ocasiones y en un partido donde los de Michael Malone no acertaron con la estrategia defensiva. En los 22 minutos que el sophomore estuvo sobre el parqué del Moda Center apenas realizó tres tiros al aro, todos triples, anotando 1 de ellos, y sumando 2 pérdidas y 5 rebotes como aporte total al encuentro.
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Sus habituales asociaciones con Jokic en cabecera, enlazando manos en manos y su tendencia a pedir el balón para castigar desde el uno contra uno desaparecieron en el último encuentro disputado, asumiendo esos lanzamientos el rookie Markus Howard, quien ha irrumpido en esta eliminatoria como alternativa después de apenas tener presencia en la Fase Regular. De hecho, todos sus intentos de campo fueron en acciones tras recibir un pase, simplemente ejecutando y sin tan siquiera poner el balón en el suelo, algo poco habitual en Porter Jr., y cuando lo picó se lo robaron en dos ocasiones.
El quinto partido de la serie, que se disputará en la noche del martes (20:00 de México, 22:00 de Argentina, NBA League Pass), es un momento clave no solo en la temporada del alero, sino en todo el curso de los Nuggets, ya que con la eliminatoria empatada a 2 el vencedor tomará ventaja y se colocará a un solo triunfo de pasar de ronda. Es por ello que un rol más protagonista y una mayor presencia ofensiva del producto de Missouri serán vitales para que los de Michael Malone vuelvan a tomar el control ante los Blazers. Un aspecto que el propio jugador tiene muy presente tras lo ocurrido.
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"Depende de mi ser más agresivo. No puedo convertirme en un factor tan pequeño como lo fui en los dos últimos partidos", dijo el alero, quien pasó de anotar 25 y 18 puntos en los dos primeros choques a 15 y 3 tan solo. "Es un proceso de aprendizaje para mí. Voy a aprender más pronto que tarde y mañana será un partido diferente".
La estrategia defensiva de sus oponentes jugó un papel crucial en la desactivación de Porter Jr. en ataque, llevándolo a emparejarse con un exterior rápido de manos y experimentado como es Damian Lillard, que supo forzarlo a tomar tiros incómodos. Por otro lado, en secuencias sin balón fue Norman Powell quien le negó la recepción, realizando un gran trabajo para anular al sophomore y poder sacar provecho de ello.
"Debo imponer mi deseo. No debo dejar que el plan de partido, un jugador o un par de jugadores me quiten lo que hago bien. No puedo permitirlo. Será diferente. Voy a realizar mejores tiros y ser más agresivo", añadió.
Una mentalidad positiva que reforzó su técnico al ser preguntado por Porter Jr., quien está disputando sus segundos Playoffs y los primeros donde realmente tiene importancia en el sistema. "Tiene que ayudarse a sí mismo. Michael tiene que ser más agresivo y físico", dijo el entrenador, quien se mostró muy crítico con el rendimiento de los Nuggets tras la derrota.
"Quizás este partido es una llamada de atención para que nuestros titulares jueguen más duro. Como aprendimos el año pasado estando dos veces 3-1 abajo, no quieres estar en una situación en la que no deberías. Creo que es algo peligroso pensar que siempre tenemos que manejarnos a través de la adversidad y enfrentarnos a ella para aprender a tener éxito".
La serie regresa ahora a Denver donde los Nuggets tendrán ante su público la oportunidad de calmar las aguas y encauzar su destino. Con 2-2 en el global, los de Colorado deberán encontrar el modo de volver a frenar el vendaval ofensivo de los Blazers y ser mucho más consistentes en los inicios de partido para evitar que suceda lo ocurrido en el Juego 4.
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