Michael Jordan no fue el único: los otros casos de jugadores de la NBA que se desempeñaron en el béisbol de la MLB

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Michael Jordan Baseball Basketball

El paso de Michael Jordan por el béisbol es bien conocido por todos por lo curioso que es: el mejor jugador de la historia del básquetbol abandonó el deporte en su mejor momento para dedicarse a otro que no jugaba desde la adolescencia, en el que no era muy destacado y en el que tenía que ganarse su lugar como uno más. Esa aventura duró apenas unos meses y MJ no llegó a disputar un partido de la MLB, la liga principal del deporte del bate, pero otros 13 jugadores de la NBA sí lo hicieron en algún momento.

Los 13 casos de NBA y MLB
Nombre Años en NBA Años en MLB
Danny Ainge 1981-1985 1979-1981
Frank Baumholtz 1946 1947-1949 / 1951-1957
Gene Conley 1952-1964 1952 / 1954-1963
Chuck Connors 1946-1948 1949 / 1951
Dave DeBusschere 1962-1973 1962-1963
Dick Groat 1952-1953 1952 / 1955-1967
Steve Hamilton 1958-1960 1961-1972
Mark Hendrickson 1996-1999 2002-2011
Cotton Nash 1964-1965 1967 / 1969-1970
Ron Reed 1965-1966 1966-1984
Dick Ricketts 1955-1957 1959
Howie Schultz 1949-1952 1943-1948
Johnny Gee 1946 1939-1946

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Danny Ainge, un atleta al 100%

Danny Ainge y Michael Jordan

El nombre que más resuena de esa lista hoy en día es el de Danny Ainge, actual ejecutivo a cargo de los Boston Celtics. Ainge, nacido en Eugene, Oregon, en 1959, brillaba en varios deportes en la escuela secundaria: fue escogido entre los mejores a nivel nacional del básquetbol, béisbol y fútbol americano escolar de 1977. Ese año eligió dejar el fútbol pero seguir su carrera deportiva por dos vías: el béisbol, deporte en el que lo había drafteado los Toronto Blue Jays de la MLB, y el básquet, para el cuál había recibido una beca de la universidad de BYU. 

Mientras que en el básquet universitario se destacaba a lo grande, siendo premiado como el mejor jugador de todo el país en 1981, fue progresando en su carrera dentro del "diamante" y en 1979 llegó a las grandes ligas de la MLB, siendo el jugador más joven en lograr un Home Run en la historia de los Blue Jays (20 años y 77 días) hasta que Vladimir Guerrero Jr. lo superó en mayo de 2019. Ainge jugó como segunda y tercera base desde 1979 hasta 1981, logrando 146 hits, 2 cuadrangulares y 57 carreras en 211 partidos, con un porcentaje de bateo de .220. 

Ese año Danny fue elegido por Boston Celtics con el pick número 31 del Draft de la NBA y abandonó definitivamente al casco y el bate. Eligió bien: su carrera en la NBA se prolongó hasta 1996, se consagró campeón con los Celtics en 1984 y 1986 y fue All-Star en 1988. Su pico más alto fue la temporada 1989-1990 en Sacramento Kings: promedio de 17,9 puntos, 6 asistencias y 4,3 rebotes. Luego fue entrenador de Phoenix Suns entre 1996 y 1999 y desde 2003 trabaja en las oficinas de los Celtics. 

Mark Hendrickson, el último caso

Mark Hendrickson

El otro caso "moderno" y el único post Jordan fue el de Mark Hendrickson. Como Ainge, Hendrickson también brillaba en tres deportes en su escuela: básquetbol, béisbol y tenis. Oriundo del estado de Washington, acudió a la Universidad de Washington State en 1992, becado para jugar al béisbol, en el cuál era pitcher, y al básquet, en el que con sus 2,06 metros actuaba de ala-pivote. En ambos deportes fue elegido entre los mejores de su conferencia, la prestigiosa Pac-10.

Hendrickson ya había tenido varias oportunidades para saltar al profesionalismo con el béisbol: lo draftearon los Atlanta Braves en 1992, los San Diego Padres en 1993, los Braves de nuevo en 1994, los Detroit Tigers en 1995 y los Texas Rangers en 1996. Pero primero se graduó en la universidad y ahí llegó la NBA, con los Philadelphia 76ers eligiendolo 31 en el mismo Draft de 1996 en el que los Sixers sumaron a Allen Iverson.

En el básquet profesional no tuvo mucho éxito: promedió 3,3 puntos y 2,8 rebotes entre 1996 y 2000, jugando 114 partidos en cuatro temporadas. Para entonces, ya había vuelto al béisbol de forma ocasional: los Toronto Blue Jays lo draftearon en la segunda ronda de 1997 y Hendrickson firmó con ellos en 1998, jugando para sus equipos de ligas menores cuando la NBA terminaba su temporada. En el 2000 finalmente vio que podía tener mucho más impacto en el deporte del bate y se dedicó de lleno a él. Debutó en la MLB en el 2002 y estuvo en las grandes ligas hasta 2011, terminando con 58 victorias y 74 derrotas como pitcher. Su retiro definitivo lo anunció en el 2015, cuando había vuelto a las ligas menores.

Hoy en día Henrickson trabaja como entrenador de pitchers de los Aberdeen IronBirds, equipo de ligas menores de los Baltimore Orioles, pero en el 2015 no descartaba comenzar una carrera profesional en el golf: "para ser honesto, yo amo ser un atleta", le declaró al Baltimore Sun. 

Dave Debusschere, el emblema de otra época

Dave Debusschere

Los 11 casos previos a Ainge y Henrickson se remontan a antes de la década del 70, cuando la NBA y todo el deporte profesional definitivamente estaban en otra época, mucho más primitiva que la actual del híperprofesionalismo. Entre todos esos, el más destacado es el de Dave Debusschere, un miembro del Salón de la Fama del básquetbol que también registra un paso por la MLB.

Debusschere llevó a los Detroit Tigers de la Universidad de Detroit al torneo de la NCAA en ambos deportes a inicios de la década del 60. En 1962, al graduarse, consiguió dos trabajos: firmó con Chicago White Sox como agente libre en la MLB y fue drafteado por Detroit Pistons en la NBA. 

En la MLB jugó las temporadas 1962 y 1963, logrando incluso un shutout el 13 de agosto de 1963 en una victoria por 3-0 ante los Cleveland Indians. Al año siguiente fue bajado a las ligas menores y, aunque continuó jugando allí, en 1965 rechazó regresar a la MLB, terminando su carrera en el diamante. Los White Sox ya estaban cansandos de esperar que Debusschere termine la temporada en la NBA para sumarse a ellos. Para entonces el alero ya se había afirmado como un jugador importante de Detroit Pistons, promediando 16,7 puntos y 11,1 rebotes en la 1964-1965. 

Durante las tres campañas siguientes fue All-Star y en diciembre de 1968 lo traspasaron a New York Knicks, donde se consagró campeón en 1970 y 1973 y llegó cinco veces más al All-Star Game, hasta retirarse en 1974. Terminó su carrera con un promedio de 16,1 puntos y 11 rebotes en 875 partidos y fue elegido para la lista de los 50 mejores jugadores de la historia elegida en 1996. Fue comisionado de la ABA, ejecutivo de New York Nets y New York Knicks (drafteó a Patrick Ewing) y también entrenador asistente. Falleció en 2003. 

Unos años antes de la llegada de Debusschere se dio el único caso de un jugador campeón en ambos deportes: Gene Conley, un gran pitcher de béisbol (estuvo en la MLB desde 1952 hasta 1963, siendo cuatro veces All-Star) que se consagró en la Serie Mundial de 1957 con los MIlwaukee Braves y que poco tiempo después fue tricampeón con Boston Celtics en 1959, 1960 y 1961, actuando como alero. Su trayectoria en la NBA fue rara: estuvo en los Celtics en la 1952-1953, desde 1958 hasta 1961 y luego en los Knicks desde 1962 hasta 1964.

Dick Ricketts, el pick número 1 del Draft de la NBA de 1955, apenas jugó tres temporadas al básquetbol y duró más en el beísbol, donde fue pitcher de los Saint Louis Cardinals en 1959 y jugó de forma profesional entre 1955 y 1964, contando ligas menores. 

Los que no llegaron a las ligas mayores

Pat Connaughton

Además de estos 13 hombres, hay varios con una historia similar a Michael Jordan, que no llegaron a las ligas mayores o que fueron drafteados por la MLB pero decidieron no dedicarse profesionalmente al béisbol. Scott Burrell, campeón con los Bulls de 1998, es el único elegido en primera ronda por ambas ligas (pick 26 en 1989 en la MLB, pick 20 en 1993 en la NBA), pero siempre se quedó con el básquetbol. 

MÁS | ¿Quién es Scott Burrell?

Nathaniel Clifton, el primer jugador afroamericano de la historia de la NBA y All-Star en 1957, habia jugado en la Negro League de beísbol en 1949, ya cuando esa liga estaba terminando su existencia luego de que Jackie Robinson rompa la barrera del racismo en la MLB en 1947. Bill Sharman, miembro del Salón de la Fama como jugador (fue cuatro veces campeón y siete veces All-NBA en Boston Celtics) y como entrenador (ganó el título de 1972 con Los Angeles Lakers), jugó ligas menores de béisbol entre 1950 y 1955.

Pat Connaughton, actual miembro de Milwaukee Bucks, es el caso más reciente. En la Universidad de Notre Dame jugaba a los dos deportes y en 2014 fue drafteado por los Baltimore Orioles en la cuarta ronda del Draft de la MLB. Jugó en las ligas menores ese año y se llevó un bonus de 400.000 dólares, pero no volvió al deporte tras ser drafteado por Milwaukee Bucks en 2015. Su conexión con el deporte continúa: en el All-Star Weekend de 2020 participó del concurso de volcadas y realizó una saltando sobre el beisbolista Christian Yelich. 

Charlie Ward es conocido por ser un atleta multideporte pero por otra conexión: fue una gran estrella universitaria del fútbol americano como mariscal de campo de Florida State y luego se volcó hacia la NBA, siendo el base de los New York Knicks finalistas de 1999. Sin embargo, también fue drafteado por la MLB: en 1993 lo escogieron los Milwaukee Brewers y en 1994 los New York Yankees, a pesar de que no jugaba a ese deporte de forma organizada desde la escuela secundaria. 

Tracy McGrady, por su parte, se sacó el gusto de cumplir su sueño de ser beisbolista. El siete veces All-Star y dos veces máximo anotador de la NBA (2003 y 2004) decidió seguir ese sueño en el año 2014, unos meses después de retirarse de la NBA. "Lo estoy haciendo por amor al deporte. Ya hice plata. La Liga del Atlántico no paga los salarios de las grandes ligas. Soy simplemente un chico tratando de cumplir su sueño. Esto no es por marketing. Ya jugué al beísbol, conozco el deporte y voy a hacer lo que siempre quise hacer", declaró T-Mac en su momento, con un caso extremadamente similar al de MJ aunque ya sabiendo que el básquetbol estaba terminado para él. 

McGrady firmó con los SugarLand Skeeters de un barrio de suburbio de Houston, donde había sido un héroe en los Rockets. Jugó apenas cuatro partidos en la pequeña Liga del Atlántico, permitiendo cuatro hits y cinco carreras como pitcher, y se retiró tras lograr un strike out en el All-Star Game de la liga. "No pude terminar mi carrera en el básquet como quise, pero aquí fue un honor entablar amistad con algunos de mis compañeros y aprender de ellos cada día", manifestó McGrady al retirarse.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.