Que los grandes se crecen ante la adversidad es un lugar común, pero no deja de tener un alto grado de realidad, en particular en los playoffs de la NBA. Y LeBron James es sin lugar a duda uno de los más grandes.
Los Cleveland Cavaliers llegaban al Juego 6 de la final de la Conferencia Este al borde de la eliminación ante unos sorprendentes Boston Celtics que tenían ventaja de 3-2. Una victoria más del equipo de Brad Stevens y LeBron se quedaría sin su octavo viaje consecutivo a las Finales del Este.
En su historial, James promediaba 33.5 puntos, 10.8 rebotes y 7.3 asistencias por partido en juegos en los que sus equipos se enfrentaban a la eliminación en los playoffs, con marca de 12-9 en esos encuentros.
Tras la baja por lesión de Kevin Love en el primer cuarto, quedaba claro que King James tendría que aportar incluso más de lo habitual para salvar a Cleveland.
Y no decepcionó.
¡Tenemos juego 7⃣!
— NBA MÉXICO (@NBAMEX) 26 de mayo de 2018
Los @cavs se llevaron el triunfo: #WhateverItTakes 109 | #CUsRise 99@KingJames
👑46 puntos
👑11 rebotes
👑9 asistencias pic.twitter.com/Pv9SkL07EK
El número 23 de los Cavs sólo se tomó un minuto de respiro en todo el partido mientras sumaba 46 puntos, 11 rebotes y nueve asistencias para llevar a su equipo a la victoria y, entonces sí, finalmente ir a la banca a descansar cuando apenas quedaban 57 segundos en el reloj de último cuarto.
LeBron tenía una sola misión: forzar un Juego 7, y nada ni nadie lo detendría. Ni la dura marca de una abrumadora defensiva de los Celtics, ni la lesión de Love, ni la fatiga.
Los fans en la Quick Loans Arena se rindieron ante el esfuerzo de su estrella, aclamandolo con varios cantos de "M-V-P!" durante el partido. No es para menos, considerando que este podía ser el último partido de James en Cleveland como jugador de los Cavs si se cumplen las predicciones de que volverá a dejar al equipo durante la agencia libre.
Aun podría haberlo sido si no vencen el domingo a los Celtics en el TD Garden, pero mientras tanto, King James lo ha hecho de nuevo.