LeBron James revela que jugó los últimos tres partidos con una mano rota

LeBron James jugó con su mano derecha lastimada

La campaña de Cleveland Cavaliers en los playoffs se construyó a partir de un monólogo de LeBron James, autor de una de las mejores postemporadas de la historia: eliminó a Indiana Pacers en siete partidos, barrió a Toronto Raptors y lideró a los Cavs en otra batalla a siete juegos frente a Boston Celtics en las finales del este. Sin embargo, su último desafío era el más complejo: obrar un milagro frente a los Golden State Warriors, uno de los equipos con mayor talento acumulado de la historia de la liga. 

Obligado a una actuación memorable, LeBron rubricó una noche antológica y estuvo a punto de robar el primer partido de la serie en Oakland pero el error de JR Smith, ya un clásico instantáneo, arruinó sus planes. Golden State forzó el tiempo suplementario y se impuso con contundencia en los cinco minutos finales. La serie, se respiraba en el ambiente, parecía haberse terminado en ese preciso momento. James lo sabía y, de regreso a su vestuario, le pegó a una pizarra y se lastimó su mano derecha. 

 

"Dejé que mis emociones me ganaran y, básicamente, jugué los últimos tres partidos con una mano rota", confesó en la conferencia de prensa tras el cierre de las Finales. "Fue autoinfligido. Después del juego 1, un juego muy emocional por la forma en que jugamos, los cobros que se hicieron, sentí que nos habían robado el partido". 

Aún con LeBron disminuido, Cleveland siguió batallando hasta el final con James como insignia. Aunque sus números e intentos al aro bajaron, Golden State conquistó los tres juegos y se alzó con su tercer título en los últimos tres años. Pese a su descomunal esfuerzo y la lesión que él mismo se provocó, LeBron James fue víctima de un equipo que se convirtió en dinastía. 

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