LeBron James, la única constante en un año de caos en Cleveland

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Nos estamos quedando sin formas creativas de describir lo que LeBron James hace en la cancha de basquetbol.

James ha marcado cada casilla. Todos los elogios individuales y de equipo están en su currículum. Ya ha consolidado su lugar en la historia del baloncesto y ha creado un debate legítimo sobre si es el mejor jugador de todos los tiempos. Pero solo por esta vez, está bien dejar de hablar sobre el estado de James entre la élite de la NBA y simplemente apreciar lo que ha logrado esta temporada.

El domingo por la noche en Boston, James añadió posiblemente el capítulo más impresionante de su legado.

En lo que podría ser la temporada más difícil de su carrera, James de alguna manera logró arrastrar a un roster de Cavaliers muy promedio e inconsistente, quizás el peor reparto de su carrera en la NBA (aunque los Cavs 2006-07 alzan la mano ), a una cuarta aparición consecutiva en las Finales de la NBA. Solo pensemos en todo lo que salió mal en el camino.

La temporada comenzó con una nota muy amarga para Cleveland. La salida del ex gerente general David Griffin finalmente jugó un papel importante en que Kyrie Irving exigiera un intercambio el verano pasado. Luego, el cambio de Irving a los Celtics, ejecutado bajo el nuevo GM Koby Altman (quien ganó muchos elogios en ese momento), resultó ser un desastre total para los Cavs.

Isaiah Thomas era una sombra de sí mismo después de regresar de una lesión de cadera devastadora. Jae Crowder nunca encajó del todo bien. La codiciada selección de Brooklyn cayó al número 8 en la lotería. Pero los Cavs aún no habían terminado de hacer movimientos.

Altman se vio obligado a revisar la plantilla nuevamente en la fecha límite de cambios: mandó fuera a los veteranos Thomas y Crowder, así como a Dwyane Wade y Derrick Rose, para traer a George Hill, Jordan Clarkson, Larry Nance Jr. y Rodney Hood. Solo una actualización rápida apenas dos meses antes de los playoffs. Cosas normales para un supuesto contendiente.

Como si eso no fuera suficiente adversidad, el entrenador en jefe Tyronn Lue se perdió un puñado de juegos en la temporada regular para concentrarse en su salud, y Kevin Love se perdió 20 juegos con una mano fracturada. JR Smith arrojó sopa a un entrenador asistente.

Arrojó. Sopa. A. Un. Entrenador.

Los Cavs estaban en constante estado de confusión, incluso más allá del caos diario que se espera de Cleveland. La sensación de que LeBron no tenía más remedio que irse a fin de año ganaba terreno.

La postemporada provocó un nuevo conjunto de problemas para Cleveland. Un advenedizo equipo de los Pacers puso a los Cavs al borde de la eliminación. ¿Lo único que mantuvo a Cleveland alejado de la embarazosa salida en la primera ronda? Tres juegos de 40 puntos de James.

Después de una barrida de cuatro juegos sobre los Raptors en las semifinales de la conferencia (un par de tiros ganadores de juego de James ayudaron a la causa), los Cavs se enfrentaron a los sorprendentes Celtics con una aparición en las finales de la NBA en la línea. Después de dos derrotas para abrir la serie, James promedió 35.6 puntos en los juegos 3-7, incluyendo líneas de 46-11-9 y 35-15-9 en los juegos 6 y 7 con Love fuera de juego desde que quedaban 35 minutos en el reloj del sexto.

Nos hemos acostumbrado a actuaciones sobrehumanas de James en los momentos más importantes. Su grandeza crea una expectativa injusta no solo para él, sino también para otras estrellas de la liga. Y, sin embargo, sigue cumpliendo, después de jugar los 82 juegos en la temporada regular y más de 54,000 minutos totales en su carrera.

Para James llevar a este equipo de Cavs a otra aparición en las Finales es nada menos que milagroso.

Los Cavs han sido difíciles de entender durante toda la temporada. Barren a los Raptors y están de vuelta en el camino correcto. Quedan aplastados por los Celtics y todas esas preocupaciones vuelven a aparecer. Cleveland no juega defensa. No hay un anotador secundario. James no puede seguir haciendo todo.

Y eso es lo que hace que este camino sea tan impresionante. Cuando miremos hacia atrás históricamente, ¿ha habido un solo equipo de Finales que haya confiado en un jugador tanto como estos Cavs? Sin James, lo más probable es que serían un equipo de la lotería. ¿Con James? Están en posición de competir por otro campeonato.

Cleveland será claro desfavorecido en las apuestas en las Finales. Se espera que los Warriors eliminen a los Cavs con poca dificultad.

Pero por primera vez desde la temporada 2006-07, un campeonato puede no ser el resultado necesario para que James reciba la adulación que se merece.

Él ya ha hecho lo que muchos pensaban que era imposible. Sin ayuda de nadie puso un equipo en su espalda y lo llevó hasta la disputa por el campeonato.

Pase lo que pase en las Finales de la NBA, James ha encontrado una manera de dejarnos sin palabras una vez más. Sin frases inteligentes, sin descripciones coloridas.

Simplemente hay respeto.

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