El regreso de Kristaps Porzingis: ¿cómo volvieron otras estrellas lesionadas del ligamento cruzado anterior de la rodilla?

Author Photo
Kristaps Porzings

Kristaps Porzingis ya ha visto la luz al final del túnel tras un recorrido de casi dos años y más de 300 días alejado de las canchas que le han servido para dar un giro de 180 grados a su carrera. Cambió la Gran Manzana por la sureña Dallas y el resultado no ha podido ser mejor, pasando de ocupar la parte baja de la Conferencia Este a ser la cara principal de un equipo llamado a dominar la NBA en el futuro. El gigante letón ha conseguido, en principio, superar una de las lesiones más temidas por los jugadores de básquet y una de las más comunes dentro de las más graves: la rotura del ligamento cruzado anterior.

MÁS | Luka Doncic y Kristaps Porzingis terminaron con doble-doble para vencer a Oklahoma City Thunder

Su rodilla quedó maltrecha en la noche del 6 de febrero de 2018, cuando al enterrar la pelota sobre Giannis Antetokounmpo los ligamentos de la articulación no resistieron el impacto al caer y se fracturaron. Y de repente, fundido a negro. Kristaps Porzingis desapareció de la escena pública, no hubo All-Star Game en Los Ángeles ni tampoco regreso triunfante en septiembre. 

Su historia se reabre en Dallas, donde los Mavericks han confiado en su potencial como pocas franquicias, lugar donde parece que el letón se encuentra cómodo, adaptado y preparado para el reto. Algo que no será en absoluto sencillo puesto que, aunque la lesión en la actualidad no resulta tan devastadora como antes, en un jugador de 2,21 metros y con un historial de problemas con las rodillas bastante preocupante, la situación adquiere un carácter más alarmante que en cualquier otro basquetbolista. 

Caso médico: rotura del ligamento cruzado anterior

Kristaps Porzingis New York Knicks

La propia idiosincrasia del básquetbol como deporte de contacto amplifica las posibilidades de sufrir una lesión en el ligamento cruzado anterior de la rodilla y, en general en esa articulación, con respecto a otro tipo de modalidades profesionales. Un estudio realizado en 2010 por diferentes autores para Sports Health señalaba que el 46,3% de las lesiones producidas en un partido de la NBA se generaban en el tren inferior, siendo el tobillo la zona más afectada con un 17,9%, mientras que las relacionadas con las rodillas (rodilla y rótula) significaban un 9,9%, siendo la segunda más común pero con una gravedad significativamente superior. Esto supone, según el estudio, que un jugador con una lesión en el tobillo se perdería alrededor de un 11,6% de los partidos totales a disputar, mientras que otro jugador con una lesión en la rodilla se perdería el triple, con un 31,7%.

MÁS | Giannis Antetokounmpo y los elogios para Luka Doncic y Kristaps Porzingis: "Dallas tiene un futuro brillante"

Una lesión en los ligamentos puede tener diferentes grados, que va desde la distensión, hasta una rotura parcial o total y la intervención que se realiza supone una reducción drástica de la elasticidad de la articulación al requerir un autoinjerto del tendón rotuliano o de un tendón del músculo semitendinoso, como apunta la Clínica Fisiotesto.

Los periodos de recuperación varían mucho dependiendo del caso individual, influyendo el historial del lesiones, la capacidad del cuerpo para reactivar el músculo tras semanas de reposo y demás factores. Lo normal es que un caso de rotura total del ligamento suponga una baja de entre 6 y 9 meses, que pueda extenderse hasta el año y en adelante. El porcentaje de éxito (volver a las canchas) en la NBA con una lesión de este tipo es alta, y ronda el 78%-86% en un estudio de 2012.

Es importante para finalizar este punto, rescatar una serie de puntos publicados por Mundo entrenamiento en un artículo al respecto de la mencionada lesión:

  • El 65% de las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) ocurren en temporada regular.
  • El 62% de las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) ocurren en los dos últimos períodos de juego.
  • El 40% de las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA)  ocurren en el 4º período de juego.
  • El 52% de los jugadores permanecieron en la liga por más de 4 años.

¿Cómo regresaron otras estrellas con rotura del ligamento anterior cruzado?

Jabari Parker, 2014 y 2017

Jabari Parker

  • Estadísticas antes de la lesión (NCAA y NBA): 16 puntos, 7,2 rebotes y 1,3 asistencias en 61 partidos entre 2013 y 2014.
  • Estadísticas 2018-2019: 14,5 puntos, 6,6 puntos y 2,4 asistencias en 64 partidos.

El caso de Jabari Parker es uno de los más tristes y desafortunados de la última década en la NBA. Llamado a hacer historia, su año en Duke y su paso por el High School aseguraban una carrera repleta de éxitos. Llegado a la liga en unos Bucks creados para su desarrollo, el alero sufría el 14 de diciembre de 2014 una lesión en el ligamento cruzado anterior que marcaría el resto de su trayectoria deportiva.

Un año más tarde regresaría, pero jamás sería el mismo. Todo el tiempo apartado, limitado y en la sombra acabaron por finiquitar a un jugador cuyo calvario con las lesiones no cesaría. El 9 de febrero de 2017 sufriría otra recaída en el mismo punto de su rodilla izquierda, retrocediendo más en una carrera en la que solo pudo ofrecer destellos de lo que iba a ser y nunca se le permitió.

Jabari Parker difícilmente podrá ya ser aquel alero demoledor y técnico que maravilló siendo un adolescente, pero a sus 24 años todavía tiene mucho camino por delante para convertirse en un jugador completamente diferente y reciclado. Algo que nunca le abandonarán serán las cicatrices que porta en su rodilla, muestra de la mortalidad de los jugadores NBA y lo frágil que es una carrera profesional.

Zach LaVine, 2017

nbae-gettyimages

  • Estadísticas antes de la lesión: 13,7 puntos, 2,9 rebotes y 3,2 asistencias en 206 partidos entre 2015 y 2017.
  • Estadísticas después de la lesión: 21,8 puntos, 4,5 rebotes y 4,1 asistencias en 87 partidos entre 2018 y 2019.

Zach LaVine es uno de los casos a los que agarrarse cuando se habla de este tipo de lesiones. Una prueba de que la rehabilitación y la fisioterapia tienen un peso mayúsculo en casos de este tipo y que pueden incluso ayudar a dar otro prisma a la carrera de un jugador. El escolta de los Bulls siempre se ha caracterizado por su estilo físico, visual y plástico, con una velocidad endiablada y que le llevó a ser ganador del concurso de volcadas en dos ocasiones (2014 y 2016). El 4 de febrero de 2017, el ex de UCLA sufría una lesión en la rodilla izquierda poniendo fin a su temporada y más tarde siendo traspasado a Chicago.

Allí, una vez recuperado ha evidenciado que es posible volver a un nivel superior al previo tras un infortunio de este tipo y que se puede mantener un estilo similar o igualmente físico al visto anteriormente.

Ricky Rubio, 2012

ricky rubio

  • Estadísticas antes de la lesión: 10,6 puntos, 4,2 rebotes, 8,2 asistencias y 2,2 robos en 41 partidos en la temporada 2011-2012.
  • Estadísticas después de la lesión: 11,1 puntos, 4,2 rebotes, 7,6 asistencias y 1,2 robos en 457 partidos entre 2013 y 2019.

Con Ricky Rubio la cosa cambia. Su lesión en el ligamento anterior de su rodilla izquierda en un choque contra Kobe Bryant se vio agravado por tener dañado el ligamento colateral lateral de la rodilla izquierda. El infortunio sufrido el 10 de marzo de 2012 supuso un antes y un después en la carrera del base español. Hasta ese momento su rapidez de piernas con y sin balón era una de sus características principales, la capacidad de flexión que mostraba en cada contraataque contrasta con la versión actual de Rubio, que se muestra más rígido y erguido de manera casi natural. Un hecho que es lógico, pues las lesiones en esa zona requieren de una mejora de la elasticidad y fortalecimiento de los isquios, cadera y glúteos, esenciales en el básquet.

En realidad, Ricky se recuperó fantásticamente de la lesión en su rodilla izquierda, pero su carrera cambió de rumbo, nunca se le vio igual, con la misma confianza y rapidez. De aquel base solo podemos intuir esa salida cruzada con balón, que poseía un cambio de ritmo asombroso y que con trabajo habría marcado una era en Minnesota.

Derrick Rose, 2012

Derrick Rose

  • Estadísticas antes de la lesión: 21,0 puntos, 3,8 rebotes y 6,8 asistencias en 279 partidos entre 2009 y 2012.

  • Estadísticas después de la lesión: 16,6 puntos, 3,1 rebotes y 4,3 asistencias en 267 partidos entre 2014 y 2019.

Derrick Rose requeriría un capítulo aparte por la magnitud de su historia. Cayó desde lo más alto y jamás volvió a ser el mismo. Los números y estadísticas no son capaces de reflejar el impacto que tuvo en su juego y cómo su lesión marcó a toda una generación de aficionados a la NBA. Aquella imagen del base de los Bulls tendido en el suelo del primer partido de Playoffs de 2012 hizo que el mundo del básquet se frene en seco. El ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda dijo basta y el MVP más joven de la historia desapareció tal y como lo conocimos. Una recuperación larga y complicada que se fue a más de un año, volviendo el 29 de octubre de 2013 y lesionándose de nuevo menos de 30 días después con una rotura del menisco de su rodilla derecha en un calvario personal que tardó más de un lustro en poder ver el final del túnel.

La historia de Rose es fundamental para entender la parte intangible de toda lesión y cómo afecta a la salud mental de los jugadores. Una lesión de larga duración requiere muchísimas horas apartado de la acción, incluso del propio trabajo de recuperación, mucho reposo y soledad que pueden generar una ansiedad que ningún estudio relacionado con este tipo de problemáticas físicas puede recoger. 

Casos en internos

nene-nbae-getty-images

El mayor problema al que se enfrenta Porzingis es su gran tamaño, siendo uno de los tres jugadores más altos de toda la NBA. Los casos anteriormente analizados refieren exclusivamente a jugadores exteriores, de una magnitud considerablemente inferior a la del letón, oscilando entre los 20 y los 30 centímetros de diferencia. Los casos de interiores que sufren una rotura del ligamento anterior cruzado de su rodilla son menores en comparación con los bases o escoltas, produciéndose unos 17 desde el año 2000 aunque con peores consecuencias. Nombres destacados como Al Jefferson, Al Harrington, Nene o JJ Hickson pasaron por la enfermería.

A continuación, dos casos recientes que desde el punto de vista numérico reflejan cómo afectó la lesión a sus carreras.

David West, 2011

Shaun Livingston, David West.

  • Estadísticas antes de la lesión: 16,4 puntos, 7,3 rebotes y 0,8 tapones en 530 partidos entre 2004 y 2011.

  • Estadísticas después de la lesión: 10,6 puntos, 5,4 rebotes y 0,8 tapones en 504 partidos entre 2012 y 2018.

Kendrick Perkins, 2010

kendrick-perkins-trade-deadline.jpg

  • Estadísticas antes de la lesión: 6,4 puntos, 6,0 rebotes y 1,4 tapones en 442 partidos entre 2004 y 2010.
  • Estadísticas después de la lesión: 4,1 puntos, 5,5 rebotes y 0,8 tapones en 340 partidos entre 2011 y 2018.

El camino a seguir por Porzingis

Doncic Porzingis Dallas

Los Dallas Mavericks son quienes tienen la llave para que el jugador letón pueda tener una carrera larga y llena de éxitos. Al igual que en otros casos de lesiones largas como Joel Embiid, Kawhi Leonard o Paul George, la gestión de las cargas, el cansancio y los minutos continuados en cancha van a ser clave. Porzingis no ha de ser expuesto a largas fases de juego continuadas y a un impacto que pueda dañar su recuperación, esto es obvio.

La pauta seguida por los 76ers con Embiid, a pesar de que este rindiese en cancha, sentándole y calculando al segundo todo momento que este saltara a cancha, resulta fundamental. La salud al largo plazo de Porzingis ha de prevalecer por encima de cualquier resultado instantáneo, de una victoria o una derrota. Si Dallas quiere dominar un día la NBA, tiene que permitir que el ala pivote guarde descanso.

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o sus asociaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.