Golden State tuvo una noche atípica este martes. En la cancha, venció 110-103 a Atlanta Hawks, recuperando el camino de la victoria tras perder en la noche previa ante los Clippers. Pero claro, alrededor del partido había bastantes emociones después de un episodio poco común que se generó tras el choque en Los Angeles.
Vamos por partes... Varios reportes de ESPN y Yahoo Sports indicaron que lo que parecía una discusión normal y de partido entre Kevin Durant y Draymond Green (KD le reclamó que no le diera la pelota en la última acción del tiempo regular ante Clippers) siguió en el vestuario y con un tono elevado. Incluso, varios jugadores se metieron y se inclinaron para el lado de Durant, pese a que Draymond no asumió su responsabilidad. El tema, claro, tomó dimensión cuando, un rato antes de jugar con los Hawks, los Warriors anunciaron que Green estaba suspendido para el el duelo por su mala conducta.
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— Warriors PR (@WarriorsPR) 13 de noviembre de 2018
Tras el encuentro ante Atlanta, Durant afrontó la situación y, sin entrar en tantos detalles, demostró que en Golden State quieren pasar la página. "Seguramente será algo que se resolverá entre nosotros. Tenemos una larga temporada por delante", señaló el alero, quien sumó 29 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias ante los Hawks. KD no quiso entrar en detalles sobre qué fue lo que dijo Green para generar el conflicto: "Dejo eso para adentro de casa. Es lo que hacemos acá. Entiendo que ustedes (la prensa) tienen un trabajo, pero no voy a dar titulares. Lo que pasó, pasó. Intentamos dejarlo atrás y jugar al básquet".
Steve Kerr también le bajó el tono al tema. "Draymond siempre será quien es, es una fuerza poderosa y todos lo conocen. Es una de las grandes razones de nuestro éxito, y continuará jugando de la manera en que juega, no lo veo operando de otra manera", dijo el entrenador, antes de elogiar al equipo por cómo respondió ante Atlanta: "Estoy orgulloso de ellos. No era un partido fácil, en noches consecutivas, con algo de cansancio y con las emociones dando vueltas. Tuvimos que luchar, y estoy orgulloso de ellos. No fue nuestro mejor partido, pero fuimos sólidos y nos esforzamos".
Klay Thompson, por su parte, no duda en que todo quedará en el pasado. "Son grandes, ellos estarán bien. Los quiero a los dos y estamos todos en el mismo equipo, con el mismo objetivo, que es ganal el tercer campeonato seguido. Ninguno de los dos perderá eso de vista. Lo vamos a superar rápidamente. Es más, una vez que ganemos algunos partidos consecutivos, toda esta situación no importará y quedará en el pasado", remarcó el tirador.
Con el regreso de Green, Golden State volverá a jugar el jueves visitando a Houston Rockets.