Karl-Anthony Towns y su proceso de sanación: "Es cada vez más difícil, cada día"

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La aparición de Karl-Anthony Towns ante los medios, su primera en nueve meses, fue un fiel reflejo del momento que atraviesa. Entre los mayores talentos ofensivos de la NBA, un joven de 25 años cuyas descripciones siempre han ido hacia su sonrisa y amabilidad con todo el mundo, ha visto cómo la pandemia de COVID-19 destrozó su familia y dejó una marca imposible de rehacer.

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Fueron 16 minutos de Zoom en los que respondió dos preguntas de baloncesto. Sus ojos, sus expresiones y su forma de hablar decían todo. No eran necesarias las palabras para entenderlo, pero en este caso eran obligatorias. La NBA paró en marzo por la pandemia y, poco después, Karl Sr. y Jackie, los padres del jugador, dieron positivo de COVID-19. El 13 de abril, Jacqueline Cruz, madre de Towns y origen de sus raíces dominicanas, falleció por complicaciones debido a la enfermedad.

"Nunca he estado en un buen estado mental desde que esa mujer fue al hospital", declaró Towns en su atención a los medios. “Es cada vez más difícil, cada día. Mientras sigo perdiendo gente, la temporada está a punto de comenzar".

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Jon Krawczynski, extraordinario periodista de The Athletic, recogió las declaraciones de Karl y otras de cosechas anteriores para acercarnos a la tortura del jugador. Como titula en su artículo, "Karl Towns y el dolor que el baloncesto no puede solucionar". La estrella de Minnesota contó en esa primera atención a los medios que, además de su madre, ha perdido a otros seis familiares, incluido a su tío este pasado jueves.

Juego más a este deporte porque me encanta ver a los miembros de mi familia verme jugar en algo que soy muy bueno y exitoso”, explicó. “Siempre me hacía sonreír cuando veía a mi madre en la línea de fondo o en las gradas viéndome pasar un buen rato, viéndome jugar. Va a ser difícil seguir jugando. Va a ser difícil decir que esto es terapia. No creo que esto vuelva a ser una terapia para mí, pero me da la oportunidad de revivir los buenos recuerdos. No me va a ayudar emocionalmente ni nada".

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"He visto muchos ataúdes en los últimos siete meses, ocho meses, pero hay muchas personas que, en mi familia y en la familia de mi madre, han contraido COVID-19. Soy yo el que todavía busca respuestas, tratando de encontrar cómo mantenerlos saludables. Es una gran responsabilidad para mí mantener a mi familia bien informada y hacer todos los movimientos necesarios para mantenerlos con vida. Siento que la vida me ha endurecido y me ha humillado", sentenció Towns.

Como explicó Krawczynski, esto no es algo nuevo para la franquicia de los Timberwolves. Ricky Rubio sufrió depresión y estuvo muy cerca de dejar el baloncesto cuando su madre Tona perdió su batalla con el cáncer. Anthony Edwards, reciente número 1 del Draft, perdió a su madre y a su abuela por cáncer cuando tenía 14 años. El entrenador, Ryan Saunders, tenía 29 años cuando su padre, el entonces entrenador de los Wolves, Flip, murió a causa del linfoma de Hodgkin.

A veces, por la noche durante la temporada, estaba pasando por un infierno”, le contó Rubio a Krawczynski en los Juegos Olímpicos de Río 2016, menos de tres meses después de la muerte de su madre. “Despertarme, quién sabe, en Sacramento o en Los Ángeles, en medio de la noche solo en un hotel y pensar, '¿por qué estoy aquí? ¿realmente vale la pena?"

Los Timberwolves quieren regresar a Playoffs. La afición está ilusionada con el núcleo joven formado por Towns, D'Angelo Russell, Edwards, Malik Beasley, Juancho Hernangómez o Jarrett Culver, además de las presencias veteranas de Ricky y Ed Davis, pero para ello necesitan al mejor KAT. Sin embargo, su estrella está perdida. Desorientada por la crudeza de la vida, esa que golpea cuando menos esperas.

"Soy muy afortunado de tener a personas como D-Lo en mi equipo, que ha estado conmigo y con mi madre en algunos de los mejores momentos de mi vida, especialmente en mi carrera", añadió Towns. "Y gente como Ricky. He pasado por su proceso con su madre y ahora estoy pasando por este proceso con la mía".

El baloncesto es maravilloso, pero es solo una parte de la vida. Es lo más importante entre lo menos importante. En este caso, Karl-Anthony Towns necesita su propio proceso de recuperación, de sanación. ¿Cuánto durará? Nadie lo sabe.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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