Karl-Anthony Towns, Minnesota Timberwolves y un año de cambios pero con los mismos resultados

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Karl Towns Minnesota

Se acabó la temporada 2019-2020 para Minnesota Timberwolves y, asi, también para uno de los jugadores de futuro más promisorio de la NBA, Karl-Anthony Towns. El pivote de ascendencia dominicana vio pasar un año con muchos cambios a su alrededor: lo único realmente importante que los T-Wolves no modificaron respecto a lo que eran cuando comenzaron la temporada 2018-2019 fue la presencia de Towns como jugador franquicia.

Lo otro que al final no cambió fue el resultado producto de todo: una vez más Minnesota quedó fuera de los Playoffs, por cuarta vez desde que Towns llegó a la NBA como el pick número uno del Draft 2015. De hecho, fue la peor fase regular de estas cinco: la franquicia de Minneapolis ganó apenas 19 partidos de 64, un 29% de victorias. Nunca habían caído tan bajo en la era KAT.

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Eso si, dentro de lo malo hay un rayo de esperanza de cara al futuro: Towns tiene contrato con el equipo por cuatro años más, D'Angelo Russell, la gran adquisición del mercado de febrero, también está atado a los T-Wolves por un largo tiempo (hasta 2023) y los Wolves son una de las tres franquicias que tendrán un 14% de chances de quedarse con el pick número uno del Draft en la próxima lotería (al igual que Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers).

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Gerrson Rosas se sumó a Minnesota Timberwolves en mayo de 2019 para darle una cara nueva a una franquicia que no gana una serie de Playoffs desde 2004. El colombiano, uno de los GM más jóvenes de la NBA (42 años) habló con el equipo de este sitio durante el All-Star Weekend de Chicago 2020 y expresó el proyecto de básquet que quiere armar en la franquicia: "Nuestro objetivo es jugar rápido, estratégico. Ofensivamente queremos cambiar el piso en la manera en la que nos defienden. Y esas son las mismas cosas que debemos prevenir defensivamente. Queremos ser muy consistentes. Rápidos, agresivos, estratégicos".

Según él, por eso tiene un cuerpo técnico joven: el entrenador principal, Ryan Saunders, tiene 34 años, y se sumaron asistentes de poca experiencia en el puesto como Pablo Prigioni (43 años) y Kevin Burleson (40). "La juventud del cuerpo técnico es por diseño. Nosotros queremos creatividad, queremos jugar un juego moderno", dijo Rosas.

Lo observado de los Wolves a lo largo de la 2019-2020 sirvió como ejemplo. Towns pasó de tener el tiro de tres puntos como un recurso (promedio de 3,8 intentos por partido entre la 2016-2017 y la 2018-2019) a que esa sea prácticamente su primera opción (lanzó 7,9 triples por partido en la 2019-2020, un número solamente superado por 15 jugadores en toda la NBA, todos bases y escoltas excepto Davis Bertans y Duncan Robinson). Y a pesar de incrementar su volumen, Karl-Anthony siguió metiendo las bombas: tuvo un 41,2% de acierto, número solamente superado por Bertans y Robinson entre los 15 citados.

Towns también estuvo como nunca a la hora de distribuir el balón (4,6 asistencias por partido, mejor marca de su carrera) y no fue tan dominante en los rebotes pero igual siguió siendo un hombre de doble-doble. Sus promedios de la temporada quedaron en 26,5 puntos, 10,8 rebotes, 4,6 asistencias, 0,9 robos y 1,2 tapones en 33,9 minutos por juego: cifras dignas de All-Star y hasta de All-NBA. Rosas cree que Towns es el mejor pivote para el juego moderno que quiere implementar: "Yo creo que el sistema que tenemos para él es increíble. Él es uno de los mejores tiradores de su posición. Estamos desarrollando su juego ofensiva y defensivamente. Este año lo han afectado las lesiones y se ha perdido 15 o 20 juegos. Pero con su talento, su desarrollo, su habilidad, nosotros creemos que para el juego moderno, es el mejor jugador de su posición".

Si no hay reconocimientos individuales para el jugador surgido de la Universidad de Kentucky es porque todo tapado por la máquina de derrotas en la que se convirtieron los T-Wolves, que empezaron con récord de 7-4 y luego tuvieron dos rachas de al menos 11 derrotas seguidas, con y sin un Towns al que las lesiones molestaron como nunca. Karl, que apenas se había perdido cinco partidos en sus cuatro temporadas anteriores, tuvo dos lesiones de más de un mes de inactividad en la actual fase regular: un esguince en una de sus rodillas y una fractura en la muñeca izquierda. Si la pandemia del coronavirus no hubiese detenido a la NBA, probablemente Towns hubiese continuado fuera de las canchas: ya no había razones para apurar su recuperación.

Esa fractura en la muñeca que afectó a Towns en los días previos al All-Star Weekend fue la que nos permitió ver poco y nada de su esperada dupla con D'Angelo Russell, la que se concretó tras tantos rumores.

El base y el pivote, dos grandes amigos desde hace años, apenas compartieron cancha en un partido: fue el 10 de febrero, en un 137-126 de Toronto Raptors a los Timberwolves en Canadá.

Towns y Russell compartieron 25 minutos en cancha, aproximadamente unos 6 minutos en cada cuarto, y ese partido no terminó dejando demasiado para apreciar entre ellos. El juego de cortinas entre ambos, que puede ser una combinación muy interesante con dos jugadores hábiles para definir cerca del aro o con tiro de media y larga distancia, fue casi un ausente.

Apenas tres acciones de ese tipo terminaron en lanzamientos al aro. Primero una jugada en la que generan un switch en sus marcas (Fred VanVleet y Rondae Hollis-Jefferson) y D-Lo le gana el uno contra uno a su ex compañero en Brooklyn para anotar un triple. Las múltiples capacidades de ambos hacen que el switch sea casi obligatorio para intentar defenderlos.

Luego, el mismo mismatch generado que dejaba al pequeño VanVleet con Towns fue usado para que KAT se postee, pero cuando iba a definir se encontró con la ayuda defensiva de Pascal Siakam.

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Towns tampoco pudo volver a castigar contra VanVleet desde el perímetro.

KAT finalizó ese partido con 23 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias y D-Lo lo hizo con 22 tantos y 5 asistencias. Josh Okogie, Malik Beasley y Juancho Hernangómez fueron los otros tres jugadores que Saunders puso a iniciar el partido esa noche. Los tres pueden tener un futuro junto a Russell y Towns: los dos últimos complementan la idea de los Wolves con buena capacidad de tiro (arriba del 40% en triples en la 2019-2020), Beasley puede complementar a Russell manejando el balón y Okogie aporta defensa.

De hecho, Russell mantuvo el nivel que tenía en Golden State al llegar a Minnesota (21,7 puntos, 6,6 asistencias y 4,7 rebotes de promedio), pero la sorpresa en cuanto a rendimiento para los de Saunders fueron Beasley y Hernángomez, llegados desde Denver en el movimiento en el que se marchó Covington. Sus minutos y sus roles crecieron mucho en comparación al lugar que tenían en unos profundos Nuggets y Beasley demostró ser un escolta peligroso (20,7 puntos y 5,1 rebotes de promedio, 42,6% en triples) mientras que el español tuvo su mejor mes en la NBA, afianzado como ala-pivote titular: 12,9 puntos y 7,3 rebotes de promedio, 42% en triples.

Así explicaba Rosas el sentido de esas incorporaciones: "Para nosotros es muy importante, no solo haber sumado a un base, sino a jugadores que puedan jugar rápido, tirar, defender. La identidad y el estilo que nosotros queremos tener toma tiempo y toma esfuerzo. Pero también necesitamos el personal que pueda jugar ese estilo. Juancho fue una adición muy importante, porque sentimos que podía jugar con Karl de una manera muy estratégica. Ofensiva y defensivamente. Nosotros valoramos mucho el espacio y la velocidad con la que jugamos. Y él nos ayuda mucho de esa manera. Y defensivamente, su forma de jugar, peleando cada noche, es muy importante para nosotros".

Los Wolves deberán tomar una decisión importante respecto a ellos en los próximos meses: tanto Beasley como Hernangómez serán agentes libres. Por eso los largó Denver, no demasiado interesado en renovarlos. En un mercado que no tiene tantas piezas llamativas, pueden ser interesantes para otras franquicias, pero al menos Minnesota podrá igualar cualquier oferta dado que son agentes libres restringidos que salen de su contrato de novatos.

Con sus renovaciones y los picks de Draft (uno bien alto más otro en el rango del 15 al 17 que se sumará si Brooklyn Nets clasifica a Playoffs y los Wolves obtienen su elección), Minnesota apenas tendría espacio salarial en el mercado para fichar a algún jugador con la excepción de nivel medio. El núcleo principal del equipo seguirán siendo estos jóvenes. Towns jugó poco y nada al lado de ellos (un partido con D-Lo, dos con Hernangómez y Beasley, 35 con Jarrett Culver, nueve con Naz Reid). El proyecto prácticamente volverá a comenzar desde cero en la 2020-2021. En Minneapolis esperan que tenga otro final.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.