El 15 de abril pasado Juan Toscano-Anderson hizo historia para el baloncesto mexicano, transformándose en el jugador de dicho país con la puntuación más alta en la NBA, cuando sumó 20 puntos en la victoria de los Warriors ante los Cavaliers. Atrás quedó un Eduardo Nájera cuya máxima en la liga habían sido 19 puntos. Todo un símbolo del progreso que muestra Toscano en esta 2020-2021 y que ya no solo se limita a su importante impacto defensivo: también le está dando soluciones a Golden State en ataque.
En principio, los números ofensivos del alero no llaman demasiado la atención: promedia 5,1 puntos y 2,3 asistencias en 18,2 minutos por encuentro. Tampoco en la proyección a 36 minutos (10 puntos y 4,5 asistencias) encontramos valores especialmente destacados. Sin embargo, lo que mostró en ese mismo encuentro ante Cleveland, donde convirtió 8 de sus 9 lanzamientos al aro, es un fiel reflejo de su mayor virtud en ese costado: su extraordinaria eficiencia.
El porcentaje de campo efectivo o effective field goal percentage (eFG%) es una de las estadísticas más frecuentemente utilizadas a la hora de evaluar el factor eficiencia, ya que tiene en cuenta los porcentajes de un jugador no solamente de campo, sino también nivelando la importancia de dobles vs. triples. Por la simple razón que por ejemplo, lanzar un 40% en triples es más valioso que tener un 40% en dobles, algo que la estadística de porcentaje de campo básica no tiene en cuenta.
¿Cuál es el eFG% de Toscano en esta 2020-2021? Un 67,5%. Absolutamente fuera de serie, producto de su 69,6% en dobles y 43,1% en triples.
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La marca de Toscano no solamente es una de las mejores de esta campaña, sino que además alcanza lugares de privilegio en términos históricos: hoy estaría siendo la 21° más elevada de todos los tiempos, entre jugadores con un mínimo de 700 minutos en una temporada. Así es: solamente hay 20 casos de jugadores más eficientes en una Fase Regular que el mexicano y en realidad hablamos de apenas 13 apellidos, porque encontramos varios repetidos: DeAndre Jordan (líder histórico con un 78,4% en esta 2020-2021), Mitchell Robinson, Dwight Howard, Wilt Chamberlain, Robert Williams, Chris Wilcox, Tony Snell, Joe Ingles, Rudy Gobert, Nerlens Noel, Damian Jones, Tyson Chandler y Brandan Wright.
Aquí encontramos otro dato interesante: de esos 13 nombres, 10 pertenecen a pivotes de un mismo estilo. Los de DeAndre Jordan o Mitchell Robinson de la liga. Jugadores de gran eficacia, básicamente porque casi la totalidad de sus lanzamientos son volcadas o situaciones de definición muy claras. Eso en contraste con un Toscano que si bien también toma varios de esos lanzamientos francos, también intenta casi tantos triples (58 en la 2020-2021) como dobles (79).
De hecho, Toscano se une a Tony Snell y Joe Ingles como los únicos perimetrales de esa lista. Y en los tres casos, la campaña de la que hablamos es la actual 2020-2021, la cual por varios factores (sobre todo la falta de público) está favoreciendo a los jugadores ofensivos y a las marcas de este tipo. Snell alcanza un 70,7% de eFG% con los Hawks, mientras que Ingles registra un 69,9% con el Jazz.
Sin contar esta temporada, lo más eficiente que había sido un perimetral fue la 2014-2015 de Kyle Korver con los Atlanta Hawks, en la que registró un 67,1% de eFG%, con un 49,2% en triples y un 47% en dobles. Más atrás en el podio aparece la campaña pasada de Duncan Robinson (66,7%) y la 1996-1997 de Steve Kerr (65,1%)... justamente el hoy entrenador de Toscano en Golden State.
Lo curioso es que en todos los casos hablamos de dos tipos de jugadores: los pivotes definidores y los especialistas tripleros. Toscano, sin encajar necesariamente en una de esas etiquetas, está combinando ambas virtudes como pocos en la historia: no falla en la pintura (79,2% en acciones de definición) y está aprovechando al máximo cada vez que recibe con espacio para castigar de tres. Además de tener un mapa de tiro que haría llorar de la emoción a Daryl Morey, prácticamente sin haber tomado dobles largos en toda la temporada (literalmente solo intentó uno).
Si a todo le sumamos lo importante que es el mexicano en defensa y cuánto ayuda como pasador, nos topamos con un jugador de rol ideal, que si bien está lejos de desequilibrar desde lo individual, cumple a la perfección con su función. Ya no solo comparándolo con sus colegas actuales, sino también repasando los libros de historia de la liga.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.