¿Qué significa para Zion Williamson la llegada de Jonas Valanciunas a New Orleans Pelicans?

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Zion Williamson jonas valanciunas

New Orleans Pelicans traspasó a Eric Bledsoe y Steven Adams a los Memphis Grizzlies, a cambio principalmente de Jonas Valanciunas, según reportes. El objetivo para el equipo de Ja Morant es subir en el NBA Draft 2021 (reciben picks 10 y 40, más la 1º protegida 2022 de Lakers a cambio de los picks 17 y 51), mientras que en Luisiana liberan muchos salarios, algo necesario, y obtienen al lituano como pareja interior para su estrella, Zion Williamson.

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Steven Adams llegó desde Oklahoma City Thunder a los Pelicans para ser el pivote con Zion, pero el experimento no ha funcionado y, por decisión de ambas partes, lo ideal era buscar una salida. Pese a ser un veterano, Adams tiene apenas 28 años recién cumplidos. Lo vimos crecer y madurar en OKC, desde ese novato con cara de niño que apenas jugaba 15 minutos por noche al clon de Jason Momoa que es desde hace un par de veranos. El cambio físico ha sido progresivo y muy curioso de seguir.

Las apariencias engañan y Steven es un gran ejemplo. Compañero noble y amable, destacado por otros jugadores y entrenadores. Fueron siete las temporadas en Oklahoma, llegando a firmar 13,9 puntos, 9,5 rebotes, 1,6 asistencias, 1,5 robos y 1 tapón con 59% en el tiro en su mejor curso (33,4 minutos). Y aun así, el suyo siempre ha sido el caso de un jugador cuyas estadísticas no hacen justicia al impacto de éste. Que la aventura con los Pelicans fuese un error responde a varios motivos, con los problemas físicos de Adams en el centro. 

Los datos confirman aquello que el ojo veía: la defensa de los Pelicans fue desastrosa en la 2020-2021. La directiva trajo a Stan Van Gundy para aplicar discilplina y mano dura en el inexperto plantel. Sin embargo, faltaban especialistas, veteranos y tiempo, y seguramente Van Gundy quedase algo desfasado para conectar con las nuevas generaciones, o al menos con las referencias jóvenes del equipo.

¿Cómo rindieron los Pelicans con Zion Williamson y Steven Adams? ¿Qué diferencias trae Jonas Valanciunas? ¿Cuál será la dirección con el nuevo entrenador? Estas son algunas de las cuestiones que analizaremos sobre el intercambio de pivotes entre Pelicans y Grizzlies, en clave New Orleans y fuera de cuestiones salariales, de Draft o de intenciones de los equipos más allá del cambio de cromos.

Zion Williamson y los problemas de Steven Adams

zion williamson steven adams

Adams debía ser el pivote que ayudase y tapase a Zion, porque la realidad es esa y la vimos, especialemente en las primeras semanas. La jornada de Navidad, ante Miami Heat, lo expuso a la perfección. No era solo Williamson, eran todos los Pelicans. Los minutos sin el pivote suponían un agujero insalvable en el marcador. Adams, acostumbrado a funcionar en la esquemática defensa de Oklahoma, se encontraba sumido en el caos.

Las malas lecturas de Zion o sus desconexiones eran habituales, al igual que las de un equipo joven promedio. Sin veteranos, sin especialistas y sin una estructura muy trabajada este tipo de síntomas son muy habituales entre los equipos plagados de jóvenes. El único antídoto posible era Steven, pero en la 2020-2021 ha sufrido de problemas físicos. Dolores que lo han tenido alejado de su mejor forma, al igual que en la 2019-2020, su última temporada con el Thunder.

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Los Pelicans fueron de menos a más, mientras que el pivote titular iba en sentido contrario. El equipo mejoró con los meses y desde el All-Star figuraron entre las diez defensas más eficientes. Pero era tarde. Los mimbres construidos servirían de poco al cortar la continuidad. Nuevo entrenador (Van Gundy despedido) y nuevo pivote titular al lado de un Zion que sigue teniendo mucho que corregir. El tiempo de juego y las experiencias de veteranos a su alrededor deben ser básicas en el aprendizaje. La cuestión es si ahí aportaba más Adams o lo hará Valanciunas.

New Orleans terminó la temporada regular como la 23º defensa en términos de eficiencia encajando 113,8 puntos por cada 100 posesiones. Peor registro que en la anterior campaña, la última de Alvin Gentry, en la que terminaron 21º con 111,8 puntos en contra. La inestabilidad de la franquicia da para otro tema, pero es preocupante el nulo crecimiento colectivo en los dos años con Zion. Las circunstancias tampoco acompañan, pero el ruido mediático crecerá y solo podrá ser placado con rendimiento.

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La pareja Williamson-Adams jugó menos y peor de lo esperado. La defensa era sostenida por el neozelandés, aunque la producción global era pobre: con Zion y Steven los Pelicans encajaron una media de 117 puntos por cada 100 posesiones. Sin el pivote ex de los Thunder la media mejoraba hasta los 109,5 puntos. Del percentile 17, al 81. ¿Por qué? Crecimiento grupal durante la temporada (mejora sustancial en la comunicación) y mejores rendimientos, aunque en muestras menores, con Willy Hernangómez y Jaxson Hayes.

En ataque el problema hacía referencia al espacio, aunque de nuevo se trata de más de un jugador. El quinteto habitual estaba formado por Eric Bledsoe, Lonzo Ball, Brandon Ingram, Zion WIlliamson y Steven Adams. Es decir, dos interiores sin tiro, ningún especialista al uso y dos anotadores de penetraciones y media distancia como Bledsoe e Ingram. Y si tienes a Zion, una bestia que devora huecos, una alineación así minimiza sus oportunidades.

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Los Pelicans suman dos años con Zion entre las diez peores defensas de la NBA. Casualidad y causalidad. Williamson está lejos de ser positivo atrás, aunque la defensa no la forma un solo jugador. Ahí debe brillar el trabajo de la directiva. Proporcionar las herramientas adecuadas para que New Orleans alcance el top 10 defensivo y lo hagan con Zion como ciclón. El siguiente encargado será Willie Green.

Tras despedir a Van Gundy el elegido ha sido este exjugador, segunda ronda del Draft y que hizo carrera entre 2003 y 2015. Se unió a los Warriors como entrenador de desarrollo para la 2018-2019, la última con Kevin Durant, y formaba parte del staff técnico de Monty Williams en Phoenix las dos últimas campañas. Es la primera oportunidad de Green como entrenador jefe a sus 40 años. La defensa será la principal tarea.

¿Qué trae Jonas Valanciunas a los Pelicans de Zion?

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Para comenzar, hablemos de contrastes. Los Pelicans fueron una de las peores defensas, mientras Memphis terminó con el séptimo mejor ratio defensivo (110,5). Cuando estaba Valanciunas en cancha encajaban 109,8 en temporada regular (percetil 79); cuando el lituano descansaba empeoraban hasta los 113,6 puntos por cada 100 posesiones (percentil 44). Caída muy pronunciada.

Jonas es sinónimo de lucha y consistencia. En una temporada marcada por lesiones y cierta irregularidad de Ja Morant, él ha sido el fortín de los Grizzlies noche sí y noche también. Promedios de 17,1 puntos, 12,5 rebotes y 59% en el tiro en 28,3 minutos. Su mejor temporada en la liga. Solo Russell Westbrook (59) y Nikola Jokic (60) consiguieron más dobles-dobles que él (49).

Sin embargo, vamos a comenzar con un aspecto de su juego muy interesante para los Pelicans. Lo ideal al lado de Zion es un 5 que haga muchísimo trabajo en defensa y además pueda abrir el campo en ataque con el tiro. Adams hacía la primera, pero no la segunda. Valanciunas ha promediado esta última temporada un 36,2% en triples con escaso volumen (0,8 intentos por partido).

Aquí es fundamental el contexto. Los Grizzlies le pedían batalla. Buscar la zona inmediata al aro y zafarse con los rivales. En pocas ocasiones estaba fuera de la pintura porque su trabajo era bloquear y continuar, capturar rebotes ofensivos, postear... Tirar desde el exterior era secundario, aunque puede hacerlo. La diferencia es que los Pelicans le pedirán que reduzca todo aquello que precise del espacio interior y que aumente el tiro para dotar de más opciones a Zion.

De todos los pivote de la NBA en la 2020-2021 Valanciunas ni siquiera entra entre los 100 primeros en triples intentados por partido, pero sí lo hace en acierto (24º). No se trata de un interior tipo John Collins, Nikola Vucevic o Karl-Anthony Towns, pero adañe una dimensión nueva al ataque de los Pelicans, además de un factor individual a explotar. Valanciunas es candidato a vivir la experiencia Brook Lopez.

Su triple es desde cabecera. Apenas tira desde las esquinas y tiene todo el sentido del mundo. La posición ideal para castigar a la defensa rival es en la frontal.

Dentro de los pivote defensivos, de alto salario y por debajo de la categoría All-Star encontramos muy cerca a Adams y Valanciunas. Sería muy interesante ver esos pequeños detalles que distinguen a ambos en sus versiones óptimas. Detalles que tienden a marcar grandes diferencias a la hora de plantear temporadas y resolver partidos. A nivel defensivo los dos sufren con pequeños, aunque Adams es mejor provocando fallos en el rival y Valanciunas controla el rebote como muy pocos en la competición.

En la 2020-2021 hemos tenido 41 pivotes que defendían al menos 10 tiros por noche, de los cuales Valanciunas era 21º en volumen (12,9). Sin embargo, tenía el 14º peor registro en porcentaje de tiro permitido al rival (+0,8%), mientras Adams, muy castigado físicamente y con peor contexto colectivo, defendía una cifra similar de tiros con ligeros mejores resultados (+0,4).

Es en el rebote donde encontramos el punto principal de juego para Valanciunas, tanto en volmen como en rendimiento. Destaca en estas situaciones, en pick&roll como continuador y ejecutando al poste, pero las dos últimas virtudes dependen mucho del equipo en el que esté. El juego de Memphis pasaba en buena medida por él, algo que está por ver en los Pelicans. La diferencia fundamental de pasar de una estrella desequilibrante exterior (Morant) a un animal interior (Zion) se notará.

Aun así, el rebote ofensivo es transferible a cualquier equipo, siempre y cuando Willie Green no renuncie a su captura para cerrar mejor el contraataque, experiencia común en diferentes equipos. El rendimiento de los Grizzlies iba en ese sentido en cierta contracorriente, basándose en el dominio de los dos tableros y en permitir muy pocos tiros libres al rival. Era el escenario perfecto para JV: terminó como el sexto jugador en captura de rebote total (21%), siendo uno de los monstruos más persistentes en el cristal enemigo. Ningún balón regalado.

El encaje de Valanciunas y Williamson en el plan de David Griffin

#Griffin

Tras un primer verano en el que llegó con Zion bajo la manga tras ejecutar el traspaso de Anthony Davis a Lakers, David Griffin se hizo con JJ Redick y Derrick Favors, el tipo de veteranos necesarios en una reconstrucción como esta. Sin embargo, sorprendió a toda la comunidad al traspasar por Eric Bledsoe y Adams, más todavía con la renovación firmada al pivote según llegaba.

Griffin es considerado uno de los mejores ejecutivos de la liga, conocido por ser el GM de la segunda etapa de LeBron James en Cleveland. Pese a la fama ganada y los inteligentes movimientos del pasado, cuesta entender la dirección de estos Pelicans. Escaso rumbo y menor continuidad. Quitarse los contratos de Bledsoe y Adams es ventajoso, pero si observamos el camino que empezó con la salida de Jrue Holiday queda cierta sensación de desaprovechamiento de activos.

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Valanciunas tiene dos años más de contrato por 15 y 14 millones, cifras maravillosas para la gerencia. Lo suyo es invertir en la pareja y permitir a Williamson desarrollar química y entendimiento con el pivote. Ahí está por ver si es más útil el rendimiento de Valanciunas o el tacto de Adams. Al lituano le pedirán mucho menos de lo que sabe hacer (postear y pick&roll) y mucho más de lo que hace menos (triple y rebote ofensivo entrando desde fuera). Será curioso seguir su uso, al igual que conocer el plan B.

Los Pelicans tenían un problema muy serio cuando Adams descansaba. Hayes, suplente y proyecto joven, está verde todavía; y Willy, de notable rendimiento, viene de su mejor temporada. ¿Le darán continuidad desde la directiva al dúo de suplentes? Porque parece que la fórmula de Zion al cinco está descartada, al menos de momento, mientras el All-Star no sume en positivo atrás. Aunque igual con Willie Green, a las órdenes de Monty Williams en unos Suns que practicaban el small-ball en la segunda unidad, pruebe esa interesante oferta que apenas hemos catado.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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