Joel Embiid hace del TD Garden su casa: tercera victoria seguida y máxima anotación ante Boston Celtics

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Las críticas provenientes de dos vacas sagradas como Charles Barkley y Shaquille O'Neal en la televisión norteamericana sirvieron para que Joel Embiid saltase al parqué del TD Garden de Boston como un jugador completamente diferente a lo visto en las últimas jornadas. Un cambio que los Philadelphia 76ers apreciaron desde el minuto 1, viendo una versión del camerunés que los condujo a destronar a los Orgullosos verdes en su propia cancha con una de las mejores actuaciones de toda la temporada.

Segundo partido de la temporada entre estos dos clásicos equipos, segunda victoria para los de Brett Brown por 115-109. En esta ocasión, sumamente diferente a lo visto en la noche de apertura donde los verdes mostraron su versión más agresiva y acertada por medio de Kemba Walker y sus 29 puntos, pero el impacto de Joel Embiid y de los triples de Philadelphia (14 de 28) hicieron de los Sixers un equipo ligeramente superior a los verdes. De este modo, Philly sumó su tercer triunfo seguido ante Boston, y el cuarto en general de manera consecutiva tras ganar a Nuggets, Raptors y Cavs.

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El jugador camerunés quiso desquitarse de su último mal encuentro ante los de Brad Stevens y se escapó a 38 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias, dominando la pintura en ambas partes, siendo clave en ataque y, especialmente, en defensa. De ese modo, Embiid anotó 12 de 21 de sus tiros de campo, a lo que añadió 2 de 3 en triples y acudió a la línea de tiros libres con regularidad, muestra de la dificultad existente para frenarlo: 12 de 14 desde la línea.

Los Sixers sufrieron para superar a Boston, sobre todo en la primera mitad, pero la gran actuación de Embiid en la segunda los condujo a romper la imbatibilidad verde en casa, sumando así su cuarta victoria seguida. De este modo, Philadelphia dejó sin respuestas a los Celtics cada vez que el camerunés estuvo en cancha, acumulando un +21 con él en acción.

Los de Brad Stevens suman así su segunda derrota seguida y se colocan 4º con balance de 17-7, y los 76ers marchan 3º con 19-7.

El renacimiento de Embiid

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La ausencia de última hora de Al Horford en su partido de regreso a Boston obligó a Joel Embiid a asumir una responsabilidad mayor en ambas partes del campo y, fundamentalmente, a ser mucho más agresivo y determinante a la hora de dejar su impronta y conducir a los 76ers al triunfo. Las críticas antes mencionadas de los ex jugadores no pasaron inadvertidas para nadie, generando en el camerunés una reacción que pagaron los verdes en sus carnes.

"La forma de gestionarlo personalmente me hace estar muy orgulloso de él", dijo el entrenador Brett Brown sobre la reacción de su estrella. "Lo ha gestionado como un adulto", agregó.

Unas palabras que suceden después de que el propio interior matizase en el post partido ante Denver Nuggets, donde señaló que ha estado trabajando en su actitud en cancha para no perjudicar a sus compañeros. "Me gusta cuando me critican. Ellos dicen que tengo el potencial de ser el mejor jugador del mundo y que no lo he mostrado. Ellos han estado en esa situación, son Hall of Famers, ese tipo de cosas me ayudan a jugar más duro y dominar", señaló Embiid.

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La realidad es que Embiid nunca se ha caracterizado por ser un jugador débil o falto de intensidad en cualquier acción del juego, y en la noche de Boston saltó al parqué para desquitarse de las críticas. "El entrenador Brown siempre me pide que aumente mi número de posteos porque dice que soy el mejor en la liga. Promedio unos 10 por partido y Brown habló de que necesitábamos 20 o 25 hoy", contó el pivote.

El camerunés infringió un severo correctivo a la defensa interior de los Celtics representada por Enes Kanter, quien completó un buen partido pero insuficiente ante Embiid. The Process puso fin así a una racha muy mejorable en lo individual, especialmente en ataque, tras conseguir 22 y 10 puntos respectivamente ante Nuggets y Raptors en una de las cancha que peor se le han dado en su corta carrera.

Rompiendo la racha en Boston

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El TD Garden no es un lugar cualquiera, no cuando se viste la camiseta de los 76ers. Siempre es un encuentro marcado a fuego en el calendario y que actualmente vive una reedición de la clásica rivalidad entre ciudades que se ha materializado en los últimos años en partidos físicos y competidos. La ausencia de Horford en el plantel de Celtics no se tradujo en un dominio aplastante de Embiid ante Boston en el primer encuentro, consiguiendo apenas 15 puntos (5-14 campo) que alargaban la duda sobre el rendimiento del camerunés ante los verdes.

Nueve encuentros donde los de Brad Stevens habían leído perfectamente la matrícula del interno de los 76ers, y que habían llevado al extremo al africano para limitarlo en la producción ofensiva y, al mismo tiempo, exprimirlo en el uso de manera ineficiente. En la noche del jueves todo eso quedó a un lado.

Los 76ers no vencían en el Garden desde el 18 de enero de 2018 cuando Embiid firmó 26 tantos y 13 rebotes para el 89-80 a favor de los de Brown. Desde entonces habían sumado dos derrotas seguidas en la cancha verde. Esta vez, el pivote consiguió su máxima anotación ante Boston, con 38 puntos, superando los 37 conseguidos en marzo de la pasada campaña.

Un encuentro inmejorable de The Process para ganar donde nadie lo había hecho este año y mantener viva la rivalidad entre estas dos franquicias.

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.