Cuando hablamos de Brooklyn Nets pensamos en James Harden, Kyrie Irving y Kevin Durant, su trío de estrellas. También en Blake Griffin y LaMarcus Aldridge, los recientes fichajes. Incluso pensamos en Steve Nash, base legendario y ahora entrenador jefe. Pero un equipo necesita piezas de complemento importantes para lograr el campeonato, y ahí cobra vital importancia Jeff Green.
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Tras una fantástica contribución con Houston Rockets la pasada temporada, equipo al que llegó tras ser cortado por el Jazz (donde no funcionó), Green está en unos Nets de perfecto encaje. La preferencia por quintetos abiertos lo convierte en una pieza clave, que con su perfil de ejecutor atlético supone una delicia para triturar los espacios creados por las estrellas y Joe Harris, el especiaista tirador. Sus tres últimas actuaciones confirman el mejor momento de su campaña:
- 23 puntos, 4 rebotes y 6 de 15 en tiro contra Knicks
- 21 puntos, 2 asistencias y 7 de 12 en tiro contra Bulls
- 21 puntos, 8 rebotes y 8 de 17 en tiro contra Hornets
La 2020-2021 está lejos de ser su mejor temporada en promedio anotador. En su segundo año en la liga promedió 16,5 con Oklahoma City (2008-2009), su tope individual llegó en Boston con 16,9 (2013-2014) y su mejor marca reciente fueron los 12,3 de su curso en Washington (2018-2019). Aun así, esta temporada tiene menos tiro y balón que otras, pero su acierto es más elevado que nunca: su 58,9% de tiro efectivo supone la mejor cifra de toda su carrera.
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Y la primera clave es sencilla: Green está tirando más y mejor de tres que en toda su carrera. Marcado por la inconsistencia, siempre ha sido un alero potente en lo físico, de perfil microondas y capaz de lo mejor y lo peor en el terreno ofensivo. El problema ha sido cuando, tras sus problemas de corazón de su etapa con los Celtics, se pretendía que fuese algo más que un jugador de complemento. En cambio, en los Nets encaja a la perfección y cuenta con la motivación de pelear por el anillo. Es una pieza de apoyo al lado de las estrellas y así puede brillar.
Regresando con el triple, ya en Disney le vimos a un nivel altísimo. Los Rockets usaban el micro-ball con PJ Tucker, Robert Covington y el propio Green. Potenciado por los espacios, Jeff se aprovechó para cortar y finalizar cerca del aro, pero también para ser un francotirador muy fiable. En los 12 partidos de Playoffs firmó un 42,6% con 4,5 triples intentados en 28,4 minutos de media. Pues bien, en los Nets de este curso se marcha a un 41,8% (mejor cifra de su carrera) con 3,5 intentos en 26,9 minutos. Si atendemos a la proporción, el triple representa el 47,6% de sus lanzamientos.
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La evolución del básquet se refleja en el uso que dan los técnicos de Green. Comenzó su carrera disputando la mayor parte de su tiempo como alero (60% en su curso rookie) y el restante como ala pivote. Inmediatamente esta tendencia cambió para mostrar más tiempo como ala pivote, aunque en función del año y el equipo variaba. Sin embargo, su uso actual es como interior ofensivo abierto: Nash lo sitúa como ala pivote en el 53% de sus posesiones, mientras el restante 47% juega como falso pivote.
Si atendemos a las estadísticas avanzadas desde el debut de Harden, Green está presente en dos de los tres mejores quintetos de Brooklyn. En uno de ellos, el de mejor cifra (+17,4 por 100 posesiones) precisamente forma como interior al lado de Durant.
Los Nets disponen de un arsenal ilimitado de opciones. El pivote defensivo y reboteador de perfil clásico venido a menos, DeAndre Jordan; dos perfiles ofensivos lejos de su mejor momento, Griffin y Aldridge; un joven dinámico y muy interesante, Nicolas Claxton; y, como no, el as de cualquier formación, Jeff Green. ¿Qué alineaciones veremos más en postemporada? Cuesta imaginar a Aldridge y Griffin juntos, más con Jordan al lado, por lo que Green parece el factor común a cualquier mejor quinteto.
Kyrie, Harden y Durant son los únicos fijos. ¿Joe Harris? Indiscutible por su tiro, facilidad para penetrar y una defensa mejorada en los últimos años. Y el quinto debería ser Green. Quizás no es la formación de mayor talento o la que más nombres mediáticos tiene, pero sí la que más encaja con la filosofía de estos Nets. Ahí es donde Jeff Green cobra su vital importancia, como la pieza de equilibrio entre interiores y aleros, como ejecutor sin balón y figura experimentada en Playoffs.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.