Con 1:27 en el reloj del Juego 5 de las semifinales de la Conferencia Este contra los Sixers, Boston estaba abajo, 109-105, y parecía cada vez más en peligro de ver su serie extenderse al menos por otro juego.
Fue entonces cuando Jayson Tatum tomó un pase por el borde izquierdo y dribló hacia el aro, un paso adelante de Ben Simmons, que había sido bloqueado por la pantalla de Al Horford. Mientras Tatum conducía Horford se movió al otro lado de la línea, y cuando el Sixer que defendía a Horford -Darío Saric- se deslizó para ayudar a Simmons, Tatum inmediatamente levantó la vista y lanzó un pase flotado hacia el aro. Horford, casi solo, clavó la pelota y encendió a la multitud.
Los Celtics se unieron para ganar y avanzar a las finales de conferencia contra los Cleveland Cavaliers. Para Tatum, fue ese tipo de noche: anotó 25 puntos en 8 de 15 tiros, incluida la canasta para tomar el liderato con 22.5 segundos por jugarse. Acertó 9 de 11 desde la línea de tiro libre y anotó 10 de sus puntos en el último cuarto.
"Es una gran sensación", dijo Tatum. "Trabajas toda la temporada para ganarte la confianza de tus compañeros de equipo y del cuerpo técnico por momentos como este, y tienes que salir y hacer la jugada correcta, ya sea para encontrar a Al con el globo o hacer la bandeja".
Tatum estuvo sobresaliente durante las semifinales de la conferencia, anotando 20 puntos o más en los cinco juegos (promediando 23.6) y encestando el 52.6 por ciento desde el campo incluso pese a sus problemas desde la línea de 3 puntos (31.6 por ciento).
Para los 76ers, por supuesto, el rendimiento de Tatum fue un poco de sal a la herida. Hace apenas un año, Boston ganó la lotería de draft de la NBA con la selección de los Brooklyn Nets. En las semanas que siguieron, el presidente del equipo Danny Ainge se centró en Tatum como su objetivo, incluso cuando el equipo siguió enviando señales de que tenía interés en Markelle Fultz, Lonzo Ball y Josh Jackson.
Philadelphia tenía la selección No. 3 y quería a Fultz. Justo antes del draft, Ainge cerró un intercambio de selecciones con los Sixers, obteniendo la selección de los Lakers este año (si cae entre el No. 2 y el 6) o, lo más probable, la selección de Sacramento el año próximo.
Tatum tuvo un entrenamiento privado para los Sixers en New York la primavera pasada, su primer "workout" para un equipo, y se llevó a cabo cuando Philadelphia aún tenía la selección No. 3. El último entrenamiento de Tatum fue para los Celtics, cuando voló a Boston a pesar de estar enfermo y con antibióticos, y aun así impresionó a Ainge y los directivos de los Celtics.
Eso lo selló. Los Sixers tomaron primero a Fultz. Boston tomó a Tatum.
A principios de este año, Tatum le dijo a Sporting News que no fue una sorpresa. "Lo sabía a través de mi agente", dijo Tatum. "Los Celtics me iban a tomar con el pick No. 1 todo el tiempo, pero los Sixers no lo sabían. Todo funciona por una razón".
Puede ser difícil para los Sixers ver esa razón en este punto. Tatum, con solo 20 años, era sin duda el mejor novato de la serie contra Philadelphia, mientras el probable Novato del Año Ben Simmons tuvo algunos buenos momentos, pero pasó dificultades la mayor parte del tiempo, y Fultz no salió del banquillo en los cinco juegos. Incluso se podría argumentar que Tatum, quien lideró a todos los anotadores, fue el mejor jugador ofensivo de la serie.
"Pensé que estuvo genial", dijo el entrenador de los Sixers, Brett Brown. "Creo que ha tenido un año excepcional. Él tiene un rebote. Cuando lo miro, juega algo más viejo de lo que sugiere su currículum. Él tiene mucho rebote y mucho juego... pensé que era excelente".
Para los Sixers, tuvo que ser difícil ver a Tatum destrozando a la variedad de defensivos que enfrentó -Simmons, Marco Bellinelli y el defensor primario Robert Covington-, especialmente porque su propia ofensiva parecía carecer de una buena dosis de atleticismo y creación de tiros, dos áreas en las que Tatum sobresale.
Pero el problema para los Sixers es que probablemente no hayan terminado de ver a Tatum en estas situaciones. Tanto Boston como Philadelphia están llenas de talentos jóvenes y podrían ser las piedras angulares de la postemporada en el Este durante los próximos cinco a 10 años. Teniendo en cuenta su edad, Tatum solo va a mejorar y continuamente le recordará a Philly lo que podría haber sido si el draft de 2017 hubiera sido diferente.
Todavía existe la posibilidad de que Fultz, quien mostró algo de promesa cuando finalmente regresó a la duela después de una lesión difícil en el hombro y una dura transición mental a la NBA, se recupere la próxima temporada y demuestre su potencial. Pero también existe la posibilidad de que su tiro en suspensión nunca regrese realmente y de que su confianza desaparezca con él.
No importa cómo resulte a largo plazo para Fultz, en el corto plazo los Sixers podrían haber usado desesperadamente a un tipo como Tatum contra los Celtics. Su capacidad para tomar el control de la ofensiva de Boston -su índice de uso es de 24.8 en los playoffs, el más alto entre los Celtics, y fue de 27.2 frente a los Sixers- habla de lo equilibrado y refinado que se ha vuelto en el transcurso de su temporada de novato.
Se le preguntó el miércoles sobre su camino este año, desde su debut en Cleveland en octubre hasta ahora, preparándose para enfrentar a los Cavs con un viaje a las Finales en disputa.
Él sonrió ampliamente ante la idea. "Es como la noche y el día", dijo Tatum. "Quiero decir, la primera vez que los enfrentamos, estaba tan nervioso. Pero han pasado 90 juegos desde entonces y hemos pasado por mucho, estoy mucho más relajado y tranquilo, pero listo para jugar y jugar".
Él estaba listo en las semifinales. Y envió a los Sixers a casa, sin duda preguntándose qué podría haber sido.