Cuando se produjo el traspaso de James Harden a Brooklyn se cerraba una etapa en Houston Rockets. Tras ocho años de tener un equipo mediático y competitivo, que tuvo sus opciones de anillo, tocaba reconstruir y regresar a una posición de menor privilegio en la NBA. Sin embargo, hubo brotes verdes instantáneos con el excelente rendimiento defensivo y el dúo formado por John Wall y Christian Wood.
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El pivote, ex jugador de Detroit Pistons, promediaba 22 puntos, 10,2 rebotes y 1,5 tapones por partido con 42,1% en triples. Si los Rockets mantenían el tipo con las victorias, ¿por qué no podía ser candidato a All-Star? Pese a la evidente pérdida de poder mediático, parecía que había motivo para la ilusión y esa teórica reconstrucción competitiva.
Todo cambió el 4 de febrero, cuando en un duelo ante los Grizzlies que terminó en victoria Wood cayó lesionado. Un fuerte esguince de tobillo derecho dejaba fuera al interior y se anunciaba baja de larga duración. De hecho, todavía no ha regresado y sin conocer fecha concreta se sitúa su vuelta tras el parate del All-Star. Pero los Rockets que Wood encontrará serán muy dsitintos a los que dejó.
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Wall describe la situación actual como "terrible". Desde la baja de Wood, los Rockets han perdido los doce partidos que han disputado, siendo el último de ellos una horrible derrota contra Memphis. Hasta la baja de Wood estaban entre los diez peores ataques de la NBA, pero su pareja con Wall potenciaba lo justo y necesario a un equipo que era la segunda mejor defensa de la liga solo por detrás de los Lakers.
Sin embargo, sin Wood los Rockets han vivido el desplome ofensivo, algo que un decepcionante Victor Oladipo ha sido incapaz de impedir: son el peor ataque de la competición desde el 5 de febrero por un margen considerable, casi 5 puntos por cada 100 posesiones de diferencia con el 29º clasificado. Y esa caída en ataque, más perder la referencia de Wood, potencia la pérdida de identidad: caen en el ranking defensivo hasta la 25º plaza.
"Espero que sí", respondía el entrenador Stephen Silas tras la derrota ante los Grizzlies al ser preguntado sobre si esto será el tope negativo del equipo. "Esta derrota ha sido humillante".
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Pero nada hace pensar que la situación irá a mejor. Aunque la vuelta de Wood se aproxima, los Rockets tienen mucho más entre bambalinas. Son incapaces de anotar desde fuera y la fórmula del small-ball es la única que tienen. Wood no está y llegaron a la decisión conjunta de cortar a DeMarcus Cousins. Es decir, pierden a los dos pivotes que tenían. Wall ya expresó tras una de las recientes derrotas que no le gusta jugar con alineaciones pequeñas. "Necesito a un grande para hacer mi juego", dice el base, que siempre ha destacado como especialista en el 2x2.
Cuentan con el joven Justin Patton como titular, jugador al que las lesiones privaron de una oportunidad al aterrizar en la NBA hace tres años. Sobra decir que la diferencia entre Wood y Cousins, a Patton es enorme. Y a eso se añade el factor del triple: desde el 5 de febrero son el tercer equipo que más triples intenta (por 100 posesiones) y son el peor en acierto (27%). Es decir, lanzan tantos como pocos equipos y fallan más que ningún otro. Fórmula irremediable para acumular derrotas.
"Los fallos están siendo una plaga esta temporada", explica Silas. "El marcharse con 4 de 45 en triples... No hay una palabra para describirlo". Durante la racha de doce derrotas, este es el acierto de los principales tiradores de Houston:
- Eric Gordon: 8,1 intentos con 28,8%
- Victor Oladipo: 6,7 intentos con 27,5%
- John Wall: 6,4 intentos con 28,6%
- Danuel House Jr: 5,7 intentos con 29,4%
- Ben McLemore: 4,7 intentos con 16,7%
La situación es insostenible y necesitan el parate como ningún otro equipo. Se desploman hacia el fondo del Oeste y no tienen en posesión su primera ronda del próximo Draft. Un absoluto drama. Mientras, jugadores como Gordon u Oladipo podrían salir traspasados, más después de que en las últimas horas se haya conocido que Oladipo ha rechazado ofertas de renovación de la franquicia. El que se da por seguro que saldrá es PJ Tucker, que juega menos que nunca (28,3 minutos en este tramo) y tiene detrás a diferentes equipos interesados.
¿Hay motivos de esperanza? Conseguir buenos retornos por los jugadores que salgan y que la vuelta de Christian Wood, único aliciente para los aficionados, potencie de nuevo el estado anímico de unos Rockets hundidos.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.