La vuelta de Gordon Hayward es cada vez más cercana. Si bien la intención es que regrese esta próxima noche ante Cleveland Cavaliers, con las lesiones siempre hay que ir con cautela. Lo que es evidente es que Hayward está a días de volver a pisar el parquet y esto es una noticia extraordinaria para Boston Celtics.
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Hay que destacar el nivel al que estaba Hayward antes de fracturarse la mano izquierda contra San Antonio Spurs el pasado 9 de noviembre. Excluyendo ese partido contra los Spurs en el que apenas pudo jugar 14 minutos, el alero promediaba 20,3 puntos, 7,9 rebotes, 4,6 asistencias y un 44% en triples en 33,5 minutos (7 partidos). Una muestra pequeña, desde luego, pero las sensaciones eran excelentes.
Con Hayward de vuelta, Brad Stevens podrá desplegar de nuevo esa alineación de pequeños que tanto le gusta. Aunque también hay que romper una lanza en favor de los verdes, que han sostenido muy bien una baja como la del ex-jugador de Utah.
Son 10 victorias en 14 partidos sin Hayward. Un tramo en el que Jaylen Brown ha sido la gran noticia, con 20,5 puntos y 7,2 rebotes por partido, además de un espectacular 41,6% en triples. Que Brown haya sido el mejor Celtic (se puede discutir con Jayson Tatum sin problemas) durante estos encuentros tras su renovación es lo mejor que le podía pasar a Boston.
Secundarios como Brad Wanamaker han dado un paso al frente. El veterano base ha sido un seguro de vida con sus 9,6 puntos y 3,5 asistencias, además de un respetable lanzamiento exterior (36%). Stevens continúa dando muchas pruebas en la rotación y usando diferentes jugadores.
El entrenador ha apostado más todavía por el cinco que forman Kemba Walker, menos vistoso durante este tramo que en su arranque con los Celtics; Marcus Smart, también, menos acertado; los Jays; y el siempre cumplidor Daniel Theis. Un quinteto que ha acumulado 135 minutos, con un ratio ofensivo bajo (105,4), pero una gran producción defensiva (100,4).Hay que bajar mucho para encontrar otro quinteto con muchos minutos. Los 135 que han acumulado Kemba, Smart, los Jays y Theis juntos quedan lejos de los 32 del segundo quinteto más usado: Walker, Smart, Brown, Tatum y Enes Kanter. Un quinteto que ha producido de forma extraordinaria, aunque en dosis muy pequeñas y en solo 7 partidos (115,7 de ratio ofensivo y 98,5 en el defensivo).
"Ha pasado por todas las partes del entrenamiento hoy", dice Stevens. “Se está renuniendo con nuestros entrenadores ahora. Va con la intención de jugar. Así que veremos qué sucede después de esa reunión".
Todo esto lo comentaba el entrenador a pocas horas del partido, cuando la sensación es que Hayward jugará de nuevo, aunque nada puede darse como 100% garantizado. Después de la grave lesión que sufrió precisamente contra los Cavs en su primer encuentro con los verdes en la 2017-2018, las prisas no son buenas consejeras con un Gordon que quiere mantenerse sano y a nivel All-Star.
Las carencias interiores y de banquillo de estos Celtics potencian dos armas para Stevens. Por un lado, ese quinteto con el alemán como trabajador interior. Y, por otro, el recurso preferido del entrenador: usar cinco bajitos.
Pese a que la muestra se detuvo temprano y ni siquiera hay datos para un análisis, el quinteto con Kemba, Smart, Hayward, Brown y Tatum libera a los mejores jugadores de Boston sobre el parquet y reclama la versatilidad que tanto adora Stevens.
Con la vuelta de Hayward y los toques que da el banquillo, intuyendo que Jaylen Brown o Marcus Smart regresarán a la segunda unidad más pronto que tarde, el entrenador dispondrá de nuevo de un arsenal más cargado. Los Celtics se recomponen.
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