Con la partida de Kevin Durant a Brooklyn Nets y la lesión de la rodilla de Klay Thompson, los Golden State Warriors afrontarán la primera temporada en por lo menos cuatro años sin estar entre los máximos candidatos al título. Las Vegas, máxima fuente mundial de las apuestas, fue el claro ejemplo de la repercusión de las dos bajas para el conjunto de la Bahía, que cayó al séptimo lugar entre los favoritos. No solamente eso: la línea a apostar de partidos ganados está en 46,5. La última vez que los Warriors ganaron menos de 47 partidos fue en la temporada 2011-2012.
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— Hardwood Paroxysm (@HPbasketball) June 14, 2019
Por eso, es momento de investigar cuál es el plan para el equipo de Steve Kerr de cara a la próxima temporada, que solamente tendrá a Stephen Curry y Draymond Green desde el comienzo como los embajadores de la dominante franquicia (Andre Iguodala y Shaun Livingston también se marcharon) en el nuevo estadio de San Francisco.
D’Angelo Russell
El juego
Imposible no empezar hablando de lo que puede traer D’lo a la mesa.
El ex base de Brooklyn Nets llega luego de registrar la mejor temporada de su carrera, con 21,1 puntos y 7,0 asistencias por partido.
Russell tuvo los mejores porcentajes de tiro desde que ingresó a la NBA en 2015, con 43% de cancha y 37% de triples. Esto último le sería más que útil para el tiempo que le tome a Klay Thompson recuperarse, ya que Russell encesta con esa eficiencia siendo el décimo jugador con más intentos de triple por partido (7,8), justo por encima de Klay Thompson (7,9), aunque el Splash brother lo hace con un 40%.
Aún así, el fit del All-Star primerizo la temporada pasada parece estar bien para acompañar a Curry. Russell puede llevar la pelota, crear su propio tiro e incluso encontrar al base de Golden State saliendo de las cortinas, una de las jugadas favoritas del equipo de Steve Kerr. Lo que sí, será un déficit la defensa de ese backcourt, ya que ninguno de los dos se destaca por su gran tenacidad en ese costado de la cancha.
La alternativa del trade
El 15 de diciembre es una fecha importante ya que es cuando Russell puede volver a ser traspasado.
Convertir a Russell en moneda de cambio puede ser beneficioso para Golden State siempre y cuando el base mantenga el nivel demostrado en la 2018-2019. Una vez que Klay regrese, Golden State puede traspasarlo para adquirir un jugador en otro lado de la cancha más necesitado. Quizás ir por una presencia en la pintura que suplante los minutos de Demarcus Cousins o un alero (no del tier de Durant) que también pueda significar una amenaza para los rivales.
WIllie Cauley-Stein
El pivote que jugó la temporada pasada en los Sacramento Kings llega con casi un doble-doble de promedio de 11,9 puntos y 8,4 rebotes por partido.
Cauley-Stein tiene apenas 25 años pero es un big guy de la vieja escuela: no abre la cancha ni intenta triples (de hecho no tiró ninguno la temporada pasada) pero está en el top-30 de jugadores con más rebotes por partido de toda la NBA. Para un backcourt tan móvil, el pivote de 2,13 metros tiene la agilidad y el cuerpo perfecto para proporcionar una buena cantidad de pantallas tanto para aislar el tiro de Klay, Steph y D'Angelo o como para rolar al aro en un pcik and roll. De hecho, entre los jugadores que disputaron al menos 70 partidos en la temporada pasada, Cauley-Stein se ubica en el Top-10 de puntos salidos del pick and roll, con 3,6, según NBA.com, siendo el quinto jugador de mejor efectividad de acuerdo a la frecuencia de estas jugadas.
Haber retenido a Kevon Looney les da la versatilidad suficiente para mantener el sistema defensivo y construir apoyándose en Curry, Green y él. Pero tener como segundo hombre a Cauley-Stein es un gran disponibilidad en el banco de suplentes, ya que el joven todavía tiene mucho para aprender y bajo la tutela de Kerr puede crecer a pasos agigantados.
El paso extra de Draymond
Hablar de que para la próxima temporada Stephen Curry necesita ser candidato a MVP para que los Warriors tengan un plan es decir una obviedad: Curry siempre es candidato a MVP. Es un talento descomunal con una capacidad anotadora casi sin parangón en la historia de la NBA, por eso se habla tanto de que es la razón por la cual la NBA cambió su estilo y ahora es la era del triple.
Pero quien necesita dar un paso adelante en la ofensiva es Draymond Green. La temporada pasada, el ala-pivot promedió 7,4 puntos en 6,4 intentos por partido (31,3 minutos promedio). En la 2015-2016, por ejemplo, Green promedió casi el doble (14,0 puntos) con más de 10 tiros intentados por partido.
Ante la falta de Klay Thompson y la incertidumbre del encaje de Russell, Draymond tiene la oportunidad de ser más protagonista en el costado ofensivo. Tiene el músculo necesario para volver a ir más de cuatro veces por partido de la línea de libres y la capacidad de volver a tirar de tres por encima del 35%, como lo hiz en aquella temporada de 73 victorias.
Potenciar el talento de la casa
Por último, el recambio de Golden State Warriors será clave. Con todas las bajas con respecto a la temporada pasada y con la rotación casi comunista que plantea Steve Kerr es más que factible que tanto McKinnie, quien terminó con minutos importantes en las Finales del año pasado, como los rookies Jordan Poole y Eric Paschall tengan la oportunidad de desarrollarse.
Lo mismo para Omari Spellman, que ya tiene casi 50 partidos jugados con los Atlanta Hawks y aparece como una alternativa para darle descanso en distintas posesiones a Draymond Green.
Cualquiera sea el plan para Golden State, está más que claro que es un equipo lejos de estar descartado para los Playoffs y que, si logra mantener el funcionamiento con su histórico Big 3 de Curry, Green y, cuando regrese de su lesión, Thompson, sumado a los nuevos bienes, puede volver a ubicarse en la conversación por el trono.