Hay victorias que valen mucho más que añadir un número más a la columna de triunfos totales, especialmente en una liga tan competitiva y sin freno como la NBA. Philadelphia 76ers no está teniendo la temporada que podían llegar a haber esperado durante el verano, demostrando irregularidad, inconsistencia y una serie de carencias que lo han relegado a perder hasta el momento el factor cancha en los Playoffs.
Una semana dura con derrotas contra Miami Heat y Milwaukee Bucks, que se sumaron a las dos previas contra Atlanta Hawks y Boston Celtics. Philadelphia encaraba el duelo contra Memphis Grizzlies como un partido vital donde solo podía sumarse un triunfo, pero no a cualquier precio.
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Las cuatro derrotas seguidas habían dejado en el seno del equipo de Philly una sensación de negatividad por el mal rendimiento y la falta de ideas, por lo que los de Brett Brown necesitaban cambiar no solo su imagen y su dinámica, sino también añadir soltura, diversidad de opciones y una mayor consistencia defensiva. Todo ello fue posible contra los jóvenes Grizzlies, que pagaron los platos rotos.
Una primera parte competida en la que los de Taylor Jenkins plantaron cara de la mano de Valanciunas, pero que fue secundada por una explosión ofensiva de los de Brett Brown, que llegaron a dominar por 33 puntos para un marcador final de 119 a 107, ya con los suplentes en cancha. Philadelphia pudo correr, abrir el campo y encontrar posiciones de lanzamiento propicias, generando así un contexto en donde brillaron dos jugadores: Ben Simmons y Furkan Korkmaz.
El base australiano dotó de balones a los tiradores y aprovechó su ventaja física para sumar un nuevo doble-doble de 22 puntos y 10 asistencias, aunque el verdadero héroe del partido fue el turco Korkmaz, quien consiguió su máxima de carrera, con 34 tantos en 13 de 17 tiros de campo y 7 de 9 en triples.
"Lo primero de todo, ha sido una dura semana para nosotros. Hoy todos estaban concentrados. Todos se centraron cuando salimos a cancha, tratamos de jugar duro. Fui uno de los que dieron un paso adelante y trató de dar lo mejor de sí mismo", resaltó el turco.
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Korkmaz ha representado a lo largo de toda la temporada esa figura tan importante al interno de un equipo como es la de revulsivo. El escolta ha combinado actuaciones brillantes como ésta, con acciones concretas que han permitido a los 76ers sacar adelante más de una victoria. Un impacto necesario desde el banco y de manera silenciosa que hace de Furkan un activo irremplazable en los esquemas de Brett Brown.
"Me encantó su defensa. Todos nos acordaremos de sus tiros, porque tiene esa capacidad de anotar en el momento justo. Por supuesto, su anotación fue necesaria, y creo que sus compañeros de equipo, especialmente Ben, hicieron un muy buen trabajo al encontrarlo", analizó Brett Brown.
Mientras, el propio Simmons restaba importancia al gran partido de su compañero, dejando claro que todos esperan grandes cosas del turco. "No me sorprendió mucho. Quiero decir, espero que haga eso. Creo mucho en él cada vez que lanza la pelota. Así es como me siento con respecto a todos mis compañeros de equipo. Así que me alegro de que haya tenido una noche así, su partido fue genial. Y cuando tienes gente que está lista, ayuda mucho, especialmente cuando tienes confianza en ellos", destacó el australiano.
Korkmaz ha dado un salto de calidad en la presente temporada después de pasar las dos últimas campañas ocupando un puesto de minutos residuales en Philadelphia. Las diferentes bajas y su gran nivel han potenciado que el turco se haga con un puesto fijo como anotador de banco, y dar rienda suelta a su faceta más demoledora. Este ha sido su undécimo partido con 15 puntos o más en la presente campaña y el sexto con más de 4 triples.
A la altura de Iverson
La explosión anotadora de Korkmaz se produjo principalmente en la primera mitad, donde el escolta acabó con 8 de 9 en tiros de campo para un total de 20 puntos, una cifra ya alta de por sí y que, unida al contexto, la dota de una mayor importancia. Especialmente por los precedentes, ya que hacía prácticamente 18 años que un jugador del banco de los 76ers no conseguía un arranque similar en una primera parte.
Hay que remontarse al 1 de marzo de 2002 contra New Jersey Nets para hallar un precedente. Allen Iverson firmaría en aquella ocasión un total de 21 puntos partiendo desde la segunda unidad, aunque disputando un total de 42 minutos. Aquel 1 de marzo, The Answer firmó una de sus actuaciones más sobresalientes para liderar a Sixers a la victoria con un total de 43 tantos en 15 de 30 tiros de campo.
Korkmaz firmó un inmejorable 7 de 9 en triples (77,8%), convirtiéndose así en el segundo mejor porcentaje en la historia de la franquicia para un jugador con 9 o más intentos desde la larga distancia en un encuentro. El único mejor porcentaje fue Willie Burton el 25 de enero de 1995 cuando anotó 8 de 10. Así, el escolta se convirtió en el séptimo jugador de la historia de 76ers con 7 o más triples en un partido, siendo además el más joven en lograrlo.
Ahora mismo el europeo está promediando sus mejores números, con 9,3 puntos y un 39% en triples en una media de 21 minutos por encuentro.
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