Está claro que el +/- no puede tomarse como una verdad relevada ni mucho menos. Y es que para llegar a ese número no solamente influye el rendimiento del propio jugador, sino también de sus cuatro compañeros en cancha. Pero mientras que ese diferencial es prácticamente inutilizable para el análisis de una muestra pequeña como la de un solo partido, a lo largo de una carrera puede contar una historia algo más interesante y precisa.

Aclarando que los registros de +/- recién comenzaron a tomarse en 1997, la lista de jugadores con mejor diferencial en sus carreras (Playoffs y Fase Regular) no sorprende en lo más mínimo. Tim Duncan domina con exactamente un +10.000 en sus 1643 partidos como profesional, seguido por el +8.454 de LeBron James, el +6.555 de Dirk Nowitzki, el +6.426 de Manu Ginóbili y el +6.262 de Tony Parker. Jugadores que combinan o combinaron excelencia personal, con el haber pertenecido casi siempre a equipos de punta, rodeados de excelentes compañeros.

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De nuevo, hasta allí nada raro. Sin embargo, la historia da un giro bastante más curioso cuando repasamos la lista a la inversa. Porque el peor acumulado de +/- del que se tiene registro le pertenece a un jugador que llegó a participar de un All-Star Game en su carrera: Shareef Abdur-Rahim, hoy referente dirigencial de la G League.

El ala pivote nacido en Georgia jugó 836 partidos NBA y en ellos tuvo un diferencial negativo de -2.909. Por lejos el peor desde que se mide la estadística: Ricky Davis (-2.337) está segundo en ese fondo de tabla, mientras que Bismack Biyombo (-2.199) iba bien encaminado para alcanzarlos, pero por ahora parece haberse quedado sin equipo para la próxima temporada.

Por supuesto que el hecho de tener el peor diferencial, al menos en el caso de Abdur-Rahim, está lejos de reflejar que hablamos de uno de los jugadores más negativos de la liga desde 1997. Y es que hay algo lógico: para acumular un valor alto de +/- (para bien o para mal), hay que jugar muchos minutos. Y en el caso de Shareef, hablamos de alguien que promedió 34,8 minutos a lo largo de 12 temporadas en la competencia. Una pieza destacada y clave de casi todos los conjuntos que integró.

Aún así, llama la atención que la lista encuentre a un All-Star (participó en 2002 cuando jugaba con los Hawks) en su escalón más bajo. Pero claro, la carrera de Abdur-Rahim no fue demasiado benévola en términos de los equipos de los que formó parte: pasó sus primeras cinco campañas en unos recién nacidos Vancouver Grizzlies, luego jugó dos temporadas y media en un muy flojo Atlanta, pasó un año y medio en un Portland repleto de problemas y finalmente disputó dos campañas y un puñado extra de partidos con Sacramento.

De hecho, fue recién con los Kings donde pudo tener su primera y única experiencia en Playoffs: derrota en 1° Ronda ante San Antonio por 4-2, promediando 9,2 puntos y 4,8 rebotes.

Los números de carrera de Abdur-Rahim son excelentes: 18,1 puntos, 7,5 rebotes, 2,5 asistencias, un 47% de campo, mostrando una versatilidad posicional que hubiera sido ideal en el básquet actual. Jugó de tres, de cuatro, de cinco... sin embargo, por algún déficit propio pero mayormente por no haber tenido fortuna en cuanto al acompañamiento, se retiró con un récord de 277 victorias y 559 derrotas. Lo cual llevado a una temporada de 82 partidos, sería una marca promedio de 27 triunfos y 55 derrotas.

Abdur-Rahim será recordado como uno de los buenos jugadores NBA de finales de los años 90 y comienzo de los 2000. Pero también por una curiosidad estadística que no le hace justicia a su trayectoria.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.