El segundo día del Americas Team Camp en las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento (CNAR) en la Ciudad de México dejó una conclusión: la formación de las nuevas camadas debe ser integral para poder jugar en la NBA moderna. La identidad de la liga ha cambiado en los últimos 15 años, una modernización en la que los centros perdieron terreno ante jugadores más bajos, menos fornidos pero mucho más técnicos en cuanto a manejo del balón y tiro de larga distancia.
A los jugadores altos ya no les alcanza solamente con su físico portento: necesitan sumarle tiro desde la línea de tres puntos y defensa perimetral a su juego. Nikola Jokic, Kristaps Porzingis -ambos extranjeros- y Joel Embiid son paradigmas de la NBA moderna.
"El básquet ha cambiado mucho. Tenemos un juego más rápido pero siempre hay espacio para centros. Algunos de ellos incluso son más rápidos que yo, que era guardia" dijo Walter Roese, el director técnico de la Academia NBA en México. la
"Por eso es que tenemos que trabajar con los muchachos de 14, 15 y 16 años para que cuando lleguen a ser profesionales tengan esa calidad", agregó. "Hoy el juego es muy rápido, tiene muchas cortinas en las que hay que hacer cambios de marcas, pero hay que decir que aún hay espacio para todos en la NBA".
Raúl Neto, actual jugador de Utah Jazz, coincide en la reflexión y agrega que la mutación del estilo de la liga le abrirá aún más las puertas a los jugadores extranjeros: "Está cambiando mucho. Esto beneficiará a los jugadores internacionales, aquellos que demuestran en el básquet de Europa que tienen un entendimiento del básquet diferente al de los estadounidenses, quienes suelen preferir el uno contra uno. Ahora se busca más a aquellos jugadores que mueven el balón y que pueden convertirse en un arma desde el perímetro".
"El ejemplo es Golden State", agrego el guardia de los Jazz, cuyo equipo fue eliminado en los playoffs frente a Houston Rockets, otra muestra de la NBA moderna. "Es un equipo que tiene a los mejores tiradores de la liga. Esta tendencia abre camino para mucha gente de fuera de la NBA".
Casos particulares han demostrado que, con trabajo, un interno puede sumarle tiro a su juego. Pau Gasol, quien en los últimos años ha mejorado en el tiro externo, es uno de los ejemplos más concretos de una tendencia que, de entrenarse durante la juventud, podrá afianzarse aún más rápido.