Recordamos los momentos más icónicos de la carrera de Dwyane Wade

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Miami Heat inmortalizará a Dwyane Wade. Una de las máximas figura tfts de la franquicia que, en las 15 temporadas que los representó, ganó tres campeonatos y se ganó un MVP de las Finales en el 2006. El 3 que vistió durante todo ese tiempo estará en lo más alto de la American Airlines Arena, al lado del 1 de Chris Bosh, el 10 de Tim Hardaway, el 32 de Shaquille O’Neal y el 33 de Alonzo Mourning como las leyendas del equipo.

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En total, D-Wade disputó 17 campañas en la Asociación. Además de Miami, también jugó con los Bulls y los Cavaliers. Con el Staff de NBA.com Global recordamos sus mejores momentos en la liga: desde volcadas, actuaciones memorables en postemporada, el vínculo que firmó con la ciudad de Miami y más. Aquí la respuesta de cada uno.

Agustín Aboy: Miami-Wade County

Dwyane Wade Miami

Tengo 22 años y consumo NBA desde que era bastante chico, por lo que la generación de Dwyane Wade, Carmelo Anthony, LeBron James, Chris Paul es la que prácticamente me acompañó durante toda mi vida como fanático hasta hoy en día. Pensar en D-Wade como alguien ya retirado se siente raro, más allá de todo lo que las lesiones lo molestaron en sus últimas campañas, haciéndolo lucir más normal que a aquel escolta con súperpoderes de hace casi 10 años. Pero más allá de sus títulos, de sus hazañas, de la gran cantidad de Finales en las que fue protagonista, mi aprecio por Wade va por un lado más emotivo.

Es un aprecio por el Wade que, en una época donde todos sus grandes colegas se cambiaban de equipos en búsqueda de un anillo, decidió quedarse en Miami, donde se transformó en el gran ícono de la franquicia. Si, ya tenía un anillo en sus vitrinas desde muy joven, pero a pesar de ese factor, generó una identidad con una franquicia como pocos lo hicieron en los últimos 15 años. En un momento decidió marcharse, pero, en medio de unas complicadas negociaciones, lo hizo para acercarse a su nido, para jugar en los Chicago Bulls a los que veía cuando era pequeño. Y no se sintió raro.

Si fue extraño su corto paso por el Cleveland de su amigo LeBron, un lugar en el que nunca terminó de encajar. Pero por suerte, después de unos meses, D-Wade estaba de regreso en el Sur de Florida, listo para terminar su carrera en su hogar, en "Wade County", el "Condado de Wade", como lo apodan los fanáticos locales. Ni de LeBron ni de Shaquille O'Neal ni de nadie más, Miami es de Wade, es su comunidad.

Esa misma comunidad que ahora se toma un fin de semana entero para celebrarlo. Esa misma comunidad por la que Wade estuvo presente muchísimas veces, más que las que se vieron adentro de una cancha, sea para apoyar a las familias de los niños fallecidos en la tragedia de la escuela secundaria Parkland, para ayudar a la gente de Haití después del terremoto de 2010, para regalarle una casa a familias que lo habían perdido todo o para acompañar la decisión de su hija Zaya respecto a su identidad de género y transformarse en un vocero de la comunidad LGBTIQ+ dentro del deporte. La mayoría de los jugadores de la NBA hacen estas cosas, pero con Wade son una constante hace años y, además de su increíble capacidad goleadora y sus movimientos veloces, acrobáticos y espectaculares, en mi caso su nombre siempre estará asociado a eso.

Gilbert McGregor y Nacho Losilla: Volcada sobre Anderson Varejao

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Gilbert McGregor

"Así se hace". Cuando pienso en mis recuerdos de Wade, pienso en los que pude ver en el momento en el que ocurrieron. Para mi, ninguno sobresale más que su volcada ante Anderson Varejao en el 2009.

Tenía 15 años, mirando el partido en casa con mi padre, principalmente para ver qué hacía LeBron. 10 años después, todo lo que recuerdo de ese juego es la volcada de Wade.

Es un momento icónico de su carrera y quizá, la mejor volcada que haya hecho.

La previa lo hizo todavía más espectacular.

Literalmente una jugada antes, LeBron trató (y falló) de poner en un póster a Jermaine O'Neal. Wade recuperó la pelota, atacó en transición y desplegó su clásica capacidad atlética, saltando desde un solo pie, con un side-step para preparar la definición.

Cuerpo a cuerpo. Con contacto. Falta. Vale el doble.

Y por supuesto, su claro mensaje para recordarle a todos cómo se termine sobre un rival. Inolvidable.

Nacho Losilla

Dentro de todos los grandes momentos que dejó Wade dentro y fuera de las pistas, su primera versión enamoró con mates y movimientos salvajes.

En esa lista y posiblemente con el primer puesto, Wade destrozó al brasileño Varejao al poco de comenzar una noche de rivalidad ante los Cavs de su amigo LeBron, el 10 de abril de 2009.

Además de ser un mate brutal y una pose posterior incluso mejor, es el último gran highlight de Wade antes de formarse el big three de Miami. Siempre en nuestras retinas y memoria ese mítico “Welcome to your Kodak moment, Anderson Varejao!“.

Juan Estévez: "This is my house"

Dwyane Wade

Pocos jugadores alcanzan el status de superhéroe en la NBA, pero afortunadamente, en estás últimas décadas hemos presenciado varios ejemplos de esto. Curry en el 2016, LeBron en las Finales de ese año (y en tantas otras ocasiones), Dirk en el 2011, Kobe en incontables temporadas... y claro, Dwyane Wade en su inolvidable 2009.

En esa campaña, Wade lideró la liga por primera y única vez en su carrera, promediando 30,2. Y aunque tuvo muchas actuaciones magníficas, para comandar a un plantel con bastante menos talento que en otras de sus temporadas en Miami, ninguno fue más resonante que la del 9 de marzo ante Chicago Bulls.

Su línea estadística de esa noche es sencillamente espectacular: 48 puntos, 12 asistencias, 6 rebotes, 4 robos, 3 tapas, 15-21 de campo, 5-6 en triples... pero todo se cortó en comparación al desenlace de ese juego.

Doble suplementario, iguales en 127 y ¿última? bola para Chicago, en manos de John Salmons. El alero apuesta por atacar el aro, sin tener en cuenta la rapidez de manos de Wade, quien recupera el balón con un salto defensivo sensacional. Y entonces apareció Flash.

Corrida de toda la cancha contrarreloj e increíble triple a la carrera, para vencer al tiempo y darle el triunfo al Heat por 130-127. Su lugar entre las máximas leyendas de Miami se terminó de consolidar esa jornada. Y su festejo posterior, con el "This is my house" fue el último toque de gracia.

Carlos Herrera Luyando: El buzzer beater contra los Warriors

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Momentos favoritos de la carrera de Dwyane Wade sobran, pero el que más me gusta y recuerdo fue ese triple ganador contra los Warriors, cuando quedaban décimas de segundos en reloj y su equipo estaba abajo por dos unidades. Ya estaba en el último año de su exitosa carrera y una plegaria le dio la victoria a Miami.

Ese momento reflejó lo que hizo durante su trayectoria e hizo explotar la arena rindiéndose ante él. A todos nos sorprendió y a muchos nos dio gusto que cayera ese lanzamiento que tuvo muchísima suerte... pero esa suerte se trabaja. 

 Kyle Irving: Juego 4 de los Playoffs del 2010 ante los Celtics

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Como fanático de los Celtics, recuerdo esto muy claro. Estábamos a punto de una barrida y parecía que sería fácil, hasta que D-Wade tomó el control absoluto de la segunda mitad del partido.

Anotó 30 de sus 46 puntos (récord personal en Playoffs) después del mediotiempo, destruyendo por completo a Boston. Nunca me voy a olvidar de cómo anotó tiro clave, tras tiro clave, mirando a su propia mano, asombrado por lo encendido que estaba.

Lanzó 16-24 de campo y 5-7 en triples, apenas en la segunda mitad, superando él solo a Boston por 19-15 en el último cuarto, para liderar a su equipo a la victoria.

Fue duro de ver en ese momento, pero recordándolo, es mi momento favorito de Wade.

Scott Rafferty: Juego 4 de las Semifinales del Este del 2012

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Este no es necesariamente mi momento favorito de Wade, pero sí el más inolvidable. El Heat estaba abajo por 2-1 ante los Indiana Pacers y perdían en el mediotiempo del Juego 4. Si caían en ese encuentro, la serie probablemente se hubiera terminado (este es tu recordatorio de que solo 11 equipos remontaron una desventaja de 3-1 en su contra), significando que Miami hubiera quedado eliminado temprano en las semifinales del Este, luego de su derrota en las Finales ante los Dallas Mavericks de Dirk Nowitzki. No era lo ideal.

Pero claro, el Heat no perdió. Wade lideró la remontada en el segundo tiempo con 22 puntos, lanzando 10-13 de campo. Además le agregó 6 rebotes, 5 asistencias y una tapa a su producción después del descanso largo. Estuvo simplemente increíble.

Wade terminó el partido con 30 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias y 2 tapas, una actuación muy sólida y completa, pero no necesariamente una que sobresalga entre los mejores partidos de su carrea. Pero si Wade no se enciende en la segunda mitad, el Heat probablemente no hubiera ganado el primero de los dos títulos de esa era.

Fue un recordatorio de lo que lo hizo uno de los mejores jugadores de su época.

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