Motivados por el repaso que se realizó en The Last Dance sobre la historia e impacto del equipo, se ha hablado sobre el Dream Team de Barcelona 1992. Un equipo insuperable en términos de nombres propios (y juego), con 11 futuros Salón de la Fama, quienes dominaron por completo el cuadro olímpico, de punta a punta.
Sin embargo, ¿sabes exactamente cómo y por qué se formó aquel conjunto?, ¿qué fue lo que llevó a Estados Unidos a recurrir a sus figuras NBA?
Lo primero que hay que tener en cuenta, es que hasta los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, el COI técnicamente no permitía jugadores profesionales en sus los seleccionados, apostando a un supuesto espíritu amateur.
Claro que la mayoría de los equipos estaba lejos de respetar esa regla y encontraban diferentes recovecos legales para poder utilizar a sus figuras. Sin ir más lejos, súperestrellas del ambiente FIBA como el soviético Arvydas Sabonis o el yugoslavo Drazen Petrovic representaron a sus respectivos combinados en el '88.
Diferente era la historia con Estados Unidos. Los norteamericanos utilizaban exclusivamente a jugadores de la NCAA, respetando las normas del COI a rajatabla.
Haya sido una decisión influenciada por lo ético o simplemente por lo práctico, lo cierto es que hasta 1988 nunca habían necesitado de sus NBA para subirse a lo más alto del podio: hasta Seúl, habían ganado nueve medallas doradas en diez participaciones, con la recordada y polémica caída ante la Unión Soviética en Munich 1972 como único paso en falso.
Golpes para la historia
El problema fue que para 1988 el panorama del básquet internacional había cambiado, con el progreso del deporte en muchas naciones y la consolidación en potencias habituales, que disfrutaban de algunas de las mejores camadas de su historia. Eso, sumado a una cierta confianza o relajación con la que podían encarar este tipo de desafíos los estadounidenses, resultó fatal.
Luego de alcanzar las semifinales con récord de 6-0, llegó el gran golpe: la Unión Soviética venció a Estados Unidos por 82-76, sorprendiendo a propios extraños, con una excepcional actuación de tres lituanos nacidos en Kaunas entre 1960 y 1964, como Rimas Kurtinaitis (28 puntos), Sarunas Marciulionis (19 puntos) y Arvydas Sabonis (13 puntos y 13 rebotes).
La buena tarea de David Robinson (19 puntos y 12 rebotes) y de Dan Majerle (15 puntos y 7 rebotes) no alcanzó, en un plantel que contaba con otros jugadores que terminarían teniendo paso por la NBA como Mitch Richmond, Charles Smith, Stacey Augmon, Danny Manning, J.R. Reid y Willie Anderson, entre otros.
El golpe al ego del Team USA fue enorme y el Mundial de 1990 en Argentina no ayudó: allí no solo tuvieron que volver a conformarse con el bronce, sino que además lo hicieron sumando un par de derrotas (Puerto Rico en Fase de Grupos y Yugoslavia en las semifinales).
Alonzo Mourning, Kenny Anderson, Bryant Stith, Todd Day, Chris Gatling, Christian Laettner (dos años después, miembro del Dream Team) y Billy Owens, fueron los nombres más importantes de la última vez que Estados Unidos presentó un equipo íntegramente NCAA en uno de los torneos grandes.
Era un hecho: ya no alcanzaba con los jóvenes proyectos universitarios. Algo había que cambiar y eso fue exactamente lo que sucedió.
Con los estadounidenses frustrados tras estos dos fracasos (al menos para sus estándares) y con el importante apoyo del Secretario General de FIBA, Boris Stankovic, para Barcelona 1992 se levantó la prohibición que caía sobre el uso de jugadores profesionales, habilitando por primera vez la participación de los NBA.
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