Golden State Warriors tenía un importante trabajo en su visita a New Orleans para enfrentarse a los Pelicans. No solo se trataba de promocionar la colaboración entre Marvel y la NBA, sino que debían encontrar el modo de frenar a uno de los jugadores más determinantes en la actualidad: Zion Williamson.
El jugador de segundo año venía de anotar 37 puntos en 14 de 17 tiros de campo a Minnesota Timberwolves y recientemente hizo un 8 de 11 a los Clippers para finalizar con 23 tantos. Mitigar el impacto del ala pivote de 20 años está siendo una de las tareas más complejas para los equipos rivales en este curso, no así del resto del conjunto entrenado por Stan Van Gundy, por lo que los californianos tenían ante sí un reto mayúsculo.
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A esto cabía sumar el hecho de que los de Steve Kerr se presentaban en el Smoothie King Center con la necesidad de ganar, ya que de lo contrario reducirían la diferencia con respecto a Pelicans, ampliando las posibilidades de estos de meterse en Play-In, así como aumentar sus opciones de escalar puestos en la clasificación.
El designado para emparejarse con Williamson no podía ser otro que Draymond Green, quien en los últimos 10 partidos ha estado a un nivel sensacional, siendo uno de los responsables de su reciente mejora colectiva. El desempeño del ganador del Defensor del año en 2017 fue crucial para que los Warriors se llevasen el triunfo de manera contundente por 123-108.
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El interior consiguió dejar a Zion en las acciones en las que se emparejó con este en 5 de 13 tiros de campo en todo el partido, finalizando con 7 de 11 en el resto de jugadas donde no se midió al jugador de los Warriors, yéndose hasta los 32 puntos para finalizar como el máximo anotador de los Pelicans.
"Si tuvieras que elegir a un jugador de la NBA para defender a Zion, Draymond sería ese tipo", dijo Steve Kerr. "Lo ha visto todo, es el defensor más inteligente de la liga, y tiene la fuerza para poder mantenerse frente a él. Intentamos ayudar tanto como pudimos sin dejar completamente a los tiradores, pero cuando tienes a Draymond, es el arma definitiva en defensa".
"Draymond es simplemente increíble. Es un defensor increíble... Solo hay que ver su verticalidad, la fuerza para poder permanecer frente a Zion sin cometer faltas, quitarle sus ángulos. Eso es realmente difícil de hacer. Zion simplemente atraviesa a la gente. Y Draymond es tan fuerte que es capaz de mantenerse firme y forzar algunos tiros difíciles. Creo que Draymond fue tremendo".
La estrategia seguida por Golden State para detener a la estrella de New Orleans no fue nada rocambolesca, más bien fue lo más tradicional y conservador que se pueda ser. Green se limitó a conducir a su marca hacia los extremos de la pintura en sus finalizaciones, a mantenerse dentro de su cilindro defensivo cuando saltaba para detenerlo rumbo al aro y a estar pendiente de toda ayuda si había un cambio defensivo.
"Creo que estamos en nuestro mejor momento cuando Draymond juega a un nivel tan alto", añadió Kerr. "Independientemente de cómo se quiera describir eso, Draymond es crucial para todo lo que hacemos".
Como defensor colectivo, el jugador de los Warriors es sin duda uno de los más versátiles y determinantes de toda la liga. Capaz de emparejarse con prácticamente todo tipo de rivales, utiliza su gran conocimiento del juego para llevarlos a posiciones incómodas aplicando además su control del cuerpo para dar cobertura a otros compañeros en ayudas. En la noche del lunes frente a Pelicans sumó 3 robos y 2 tapones, aunque cometiendo 4 faltas personales.
"Es la piedra angular de nuestra defensa", contó el mexicano Juan Toscano-Anderson. "Él hace todo. Él es el ancla. Él es la voz de nuestra defensa, él es el corazón de nuestra defensa. Es tan grande como Steph lo es ofensivamente, Draymond es igual de grande en defensa".
Un ejemplo de esto es que desde el parate del All-Star es el 23er mejor defensor en el aro de toda la NBA entre los forwards, permitiendo un 44% de acierto a sus oponentes en los 13,6 intentos que defiende por noche.
Defense
— Golden State Warriors (@warriors) May 4, 2021
Offense
Dimes
Dunks@Money23Green did it all tonight in the Dubs' win 💪 pic.twitter.com/aIB8xMInS6
El aporte de Draymond Green no solo se quedó en defensa como suele ser habitual en muchas ocasiones, sino que tuvo una transferencia al ataque. En un partido en el que Curry se fue hasta los 41 puntos, el ala pivote brilló aprovechando la gravedad e influencia ofensiva de su compañero para sumar 10 tantos, 13 rebotes y 15 asistencias con tan solo 4 pérdidas y un 80% de efectividad. La estrategia de los Pelicans de liberarlo de presión cuando este tomase la bola en cabecera le permitió atacar el aro e incluso lanzar en suspensión, firmando un choque muy completo en ambos lados del campo.
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Su capacidad para crear juego desde el bloqueo directo y manos en manos nutrió a Steph, quien percibió de Green 18 de los 41 puntos totales que consiguió el dos veces MVP. Junto a este, Andrew Wiggins sumó 8 de sus 26 tantos gracias al ala pivote, quien lo encontró en cortes y movimientos sin balón de manera magnífica.
Este significó el 6º triple-doble de la temporada de Draymond, la segunda cifra más alta de toda su carrera, solo por detrás de 2016 cuando alcanzó los 13 y fue All-Star. Además, se trató de la 8ª ocasión en la que superó la barrera de las 15 asistencias en este curso, empatado con Russell Westbrook como los que más lo hicieron en la NBA.
El éxito de los Warriors depende tremendamente de lo que pueda hacer Stephen Curry en ataque, pero también de lo que es capaz Draymond Green en ambos extremos del campo. Una situación que les ha resultado satisfactoria en no pocas noches este año pero que también ha sido su perdición por la composición del plantel. Con este triunfo, los de Kerr se colocan en 8ª posición del Oeste con un balance de 33-32.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.